(Beirut) – El fallo de una corte de apelación kuwaití de mantener una sentencia de prisión de 20 meses contra una maestra por los comentarios políticos que hizo en Twitter erosiona aún más el derecho a la libertad de expresión en Kuwait, señaló hoy Human Rights Watch.
El 17 de julio de 2013, la corte de apelaciones confirmó la condena de Sara al-Drees, de 26 años, declarada culpable por insultar al emir de Kuwait y por uso indebido de su teléfono móvil para enviar tweets que las autoridades consideraron ofensivos. La maestra está libre bajo fianza, en espera del resultado de otra apelación.
“Durante el último año, las autoridades de Kuwait han procesado a decenas de personas por hacer declaraciones políticas pacíficas”, dijo Joe Stork, director en funciones para Medio Oriente de Human Rights Watch. “El gobierno debería tolerar este tipo de críticas, no perseguir a las personas que se atreven a expresarlas”.
Desde que se desatara una crisis política entre el gobierno y la oposición política en junio de 2012, las autoridades han acusado a varias decenasde políticos, activistas en línea, periodistas y otros por “ofender” al emir, el jefe de Estado de Kuwait. El gobierno debe retirar los cargos contra aquellos acusados o condenados por ejercer únicamente su derecho a la libertad de expresión. También debería modificar el Código Penal de Kuwait para eliminar el delito de “ofensa al emir”, dijo Human Rights Watch.
El 29 de mayo de 2013, un tribunal penal de Kuwait condenó a al-Drees por insultar al emir en cuatro tweets que ella admitió haber enviado. Uno se refería a una protesta de octubre de 2012 que, según activistas locales, provocó una reacción violenta por parte del gobierno y ocasionó muchos arrestos. Ella escribió: “Lo que está ocurriendo ahora es una vergüenza para la historia de Kuwait. ¡Maldita sea esta época! ¡La maldición de Allah recaerá sobre los opresores!”
En otro, en el que se refería a la familia gobernante, al-Drees escribió: “Los amamos como parte de la historia de Kuwait, rechazando las violaciones de algunos de ustedes, pero ahora sentimos que son unos aprovechados que impuestos por nuestra constitución”. En un tercer mensaje, relacionado al emir, escribió: “¡Es un orador maravilloso, que nos habla sobre una sociedad ideal donde una persona podría dormir sin el temor a ser reprimido por alguien que es un gran actor plácido ante las cámaras pero un tirano tras bambalinas!”.
Su cuarto mensaje en Twitter se refería a la situación general en Kuwait: “Esto es una especie de tomadura de pelo de la gente y una forma de tratarla con indiferencia, como si todos ellos fueran estúpidos y no deberían oponerse al gobierno. Debemos escuchar y obedecer incluso si somos oprimidos a plena luz del día. Las personas son insultadas a través de su propia ley”.
Al-Drees, quien enseña a estudiantes de secundaria sobre los derechos humanos bajo la Constitución de Kuwait, no es la única mujer que ha sido condenada a prisión por expresar sus opiniones políticas. El 10 de junio, un tribunal condenó a Huda al-Ajmi, una profesora de 37 años, a 11 años de prisión, incluyendo 5 años por “insultar al emir”, tras condenarla por cargos basados en una serie de tweets. Ahora se encuentra en libertad bajo fianza, a la espera del resultado del recurso.
El artículo 25 del Código Penal de Kuwait de 1970 establece penas de hasta cinco años de prisión para cualquier persona que públicamente “se oponga a los derechos y competencias del emir o lo critique”. Esta disposición viola las garantías de libertad de expresión en los tratados internacionales de los que Kuwait es miembro. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 19, permite restricciones a la libertad de expresión para proteger la reputación de otros o para salvaguardar la seguridad nacional, pero sólo con un propósito limitado que sea estrictamente necesario.
El Comité de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el órgano internacional de expertos independientes que supervisa que los gobiernos cumplan el pacto, declaró en un comentario general sobre el artículo 19, que indica:
El simple hecho de que las formas de expresión sean consideradas insultantes para una figura pública no es suficiente para justificar la imposición de sanciones ... [Todas] las figuras públicas, incluidas aquellas que ejercen la máxima autoridad política, tales como los jefes de Estado y de Gobierno, están legítimamente sujetos a la crítica y a la oposición política ... y las leyes no deberían proveer sanciones más severas únicamente sobre la base de la identidad de la persona que pueda haber sido cuestionada.
“Kuwait solía tener una reputación mejor que la mayoría de los demás estados del Golfo con relación al respeto del derecho a la libertad de expresión”, dijo Stork. “Pero con cada caso como este, las autoridades se están rebajando a los estándares del resto de la región”.