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Yemen: Investigar violaciones de las leyes de la guerra

Gobierno y los rebeldes hutíes deben hacer rendir cuentas a los agresores

(Dubai) - El Gobierno yemení y los rebeldes hutíes deben investigar presuntas violaciones de las leyes de la guerra durante el conflicto reciente y hacer rendir cuentas a todos los responsables, Human Rights Watch señaló en un informe publicado hoy. El 11 de febrero de 2010, ambas partes acordaron a una tregua - la sexta desde que comenzó la guerra en 2004, pero el acuerdo no contiene disposiciones sobre rendición de cuentas.

El informe de 54 páginas, "All Quiet on the Northern Front?: Uninvestigated Laws of War Violations in Yemen's War with Huthi Rebels," (¿Todo tranquilo en el frente norte?: Violaciones a las leyes de la guerra sin investigar en la guerra de Yemen contra los rebeldes hutíes) documenta cómo las fuerzas del Gobierno pudieron haber atacado y bombardeado indiscriminadamente áreas civiles, causando víctimas civiles, y cómo las fuerzas hutíes pudieron haber cometido ejecuciones sumarias ilegales y haberse desplegado en zonas pobladas. Las fuerzas hutíes también supuestamente llevaron a cabo pillajes y saqueos, utilizaron "escudos humanos", e impidieron que los civiles huyeran de zonas de guerra, ni siquiera para recibir tratamiento médico. Ambas partes utilizan a niños en combate, en violación del derecho internacional.

"Es hora de acabar con la impunidad que rodea el ciclo de sufrimiento de los civiles en el norte de Yemen", dijo Joe Stork, subdirector para Medio Oriente de Human Rights Watch. "La reciente tregua es una oportunidad para fortalecer la protección de los civiles mediante la investigación de presuntos crímenes de guerra y asegurando que las víctimas reciban justicia".

El informe se basa en entrevistas de Human Rights Watch en Yemen en octubre de 2009 con civiles que fueron testigos de los combates en siete distritos de las gobernaciones del norte de Sa'da y 'Amran, y con trabajadores de ayuda humanitaria. Debido a que el Gobierno ha restringido el acceso a la zona de conflicto, haciendo imposible que Human Rights Watch pueda evaluar los daños en los lugares de los incidentes descritos por testigos, se necesitan más investigaciones para obtener una imagen más clara de los presuntos abusos, señaló Human Rights Watch.

Desde el comienzo de la sexta ronda de combates a mediados de agosto de 2009, los ataques de artillería de ambas partes y los bombardeos aéreos del Gobierno han matado a cientos de civiles, herido a muchos más, y, en algunos casos, los combates destruyeron pueblos enteros.

A principios de noviembre, Arabia Saudita se unió a la guerra con el envío de aviones de combate al espacio aéreo yemení para bombardear las posiciones rebeldes. A mediados de febrero, las agencias de ayuda internacionales se esforzaban por asistir incluso a una pequeña fracción de las aproximadamente 265,000 personas - la mayoría de ellas mujeres y niños - desplazadas de sus hogares durante la actual ronda de combate y las anteriores.

Antes de la tregua de 11 de febrero, las Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea, pidieron el fin a los combates, pero pidieron una investigación sólo sobre el ataque aéreo del Gobierno que, según informes, mató a más de 80 civiles en septiembre de 2009. El Gobierno dijo a los pocos días que había comenzado una investigación sobre este incidente, pero no ha anunciado los resultados. No existe conocimiento de que los rebeldes hutíes hayan llevado a cabo alguna investigación sobre las denuncias de crímenes de guerra.

Human Rights Watch pidió a la Oficina de la ONU del Alto Comisionado para los Derechos Humanos establecer una misión de vigilancia y presentación de informes sobre los derechos humanos en Yemen. Instó a los donantes y aliados de Yemen a apoyar a esta misión, además de a un puesto de asesoramiento de derechos humanos actualmente en discusión.

Los ataques aéreos del Gobierno en contra de las fuerzas hutíes que no discriminaron entre combatientes y civiles o causaron una pérdida desproporcionada de vidas y bienes civiles constituyen violaciones de las leyes de la guerra, dijo Human Rights Watch.

Las fuerzas hutíes también pudieron haber expuesto en ocasiones a la población civil a riesgos innecesarios mediante el despliegue en aldeas densamente pobladas. Las personas desplazadas informaron de dos casos de posibles ejecuciones sumarias por las fuerzas hutíes. En un caso de posible escudos humanos, la evidencia disponible sugiere que las fuerzas hutíes ilegalmente utilizaron a oficiales yemeníes militares capturados para impedir un ataque. En varias ocasiones, los hutíes presuntamente impidieron a heridos civiles abandonar sus aldeas para obtener la atención médica necesaria en las ciudades más grandes. También hubo informes de testigos sobre rebeldes saqueando propiedad privada.

Human Rights Watch habló con tres jóvenes que describieron luchar para el Gobierno o las fuerzas hutíes como niños soldados, en violación del derecho internacional.

A mediados de febrero de 2010, organismos internacionales de ayuda lucharon para asistir a un poco más de 45,000 personas desplazadas en siete campamentos y nueve asentamientos informales. Pero fue sólo el 17 por ciento del número total de personas desplazadas por el conflicto.

Las agencias de ayuda enfrentaron obstáculos aún mayores para ayudar a otras 218,000 personas desplazadas que han buscado refugio con familias o en edificios públicos, o viven en espacios abiertos, a causa de peligro en la zona del conflicto y la obstrucción del Gobierno de la actividad de ayuda fuera de los campamentos aprobados oficialmente.
Arabia Saudita ha agravado la difícil situación de los desplazados al prevenir a yemeníes buscar refugio al otro lado de la frontera con Arabia Saudita y al regresar a los refugiados a Yemen, en violación del derecho internacional.

"Muy pocos de los desplazados por este conflicto trágico está recibiendo la asistencia que necesitan desesperadamente", dijo Stork. "Los gobiernos interesados deben presionar a Yemen a asegurarse de que los organismos de ayuda pueden llegar a las personas desplazadas en todo el medio rural”.

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