(Washington, DC, 9 de diciembre de 2008) - El Comité Judicial del Senado de Michigan
debería aprobar cuatro proyectos de ley para abolir la cadena perpetua sin libertad condicional para menores en el estado, Human Rights Watch dijo hoy en una carta enviada al Comité. La práctica es cruel, inadecuada, discriminatoria, y una violación de los derechos humanos, afirmó Human Rights Watch.
"Michigan tiene 321 jóvenes delincuentes condenados a morir en la cárcel", dijo Alison Parker, directora adjunta del programa de EE.UU. de Human Rights Watch. "La semana pasada, la Cámara rechazó la idea de que los menores se encuentren fuera de la redención. Si estos proyectos de ley pasan el Senado, quizá puedan ganar una oportunidad hacia su libertad ".
El 4 de diciembre, la Cámara de Representantes con 110 asientos de Michigan votó a favor de aprobar los proyectos de ley, con márgenes que van de 12 a 61 votos, y los proyectos de ley ahora pasan al Senado. Michigan se une a California, Florida, Illinois, Louisiana, Nebraska, y al Gobierno federal en la adopción de medidas para poner fin a la cadena perpetua sin libertad condicional para los delincuentes menores de 18 años.
En una actualización de una serie de informes en el 2008 sobre la condena de los jóvenes a cadena perpetua sin libertad condicional, Human Rights Watch informó de que la población juvenil de Michigan que cumple dicha pena es la tercera más alta en el país, sólo después de Luisiana y Pensilvania. No existen jóvenes cumpliendo dicha pena en el resto del mundo.
"Michigan y otros estados de los Estados Unidos están solos en encerrar con candado a niños y tirar la llave," dijo Parker. "Ni un solo país en el mundo encarcela a los delincuentes menores de 18 años de por vida sin darles oportunidad alguna de demostrar su rehabilitación y arrepentimiento".
En su carta, Human Rights Watch señaló que tanto la investigación en ciencias del cerebro como el caso de Roper contra Simmons de la Corte Suprema durante el 2005 reconocen que que algunos menores delincuentes tienen la capacidad de dar un giro a su vida, incluso después de cometer un crimen atroz. Reconociendo el sufrimiento de las víctimas y sus familias a causa de la delincuencia juvenil, la carta señala que muchos jóvenes condenados a cadena perpetua sin libertad condicional no cometieron físicamente el delito por el que fueron condenados. Casi la mitad de los jóvenes sentenciados a cadena perpetua sin libertad condicional encuestados en Michigan fueron condenados por complicidad y encubrimiento o por un asesinato sin premeditación en el curso de un delito.
Human Rights Watch también destacó las disparidades raciales en las condenas. En Michigan, los jóvenes negros cumplen condenas a cadena perpetua a una tasa per cápita 10 veces mayor que los jóvenes blancos.
Dos organismos de supervisión y cumplimiento de las Naciones Unidas, el Comité de Derechos Humanos y el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, han encontrado que la práctica de sentenciar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional viola las obligaciones de Estados Unidos en tratados de derechos humanos.