La Red de Trabajadoras y Trabajadores del Sexo de Asia y el Pacífico (APNSW, por sus siglas en inglés) es la beneficiada en 2008 del Premio para la Acción en VIH/Sida y Derechos Humanos, anunciaron hoy la Red Legal Canadiense sobre VIH/Sida y Human Rights Watch. Este galardón, un reconocimiento a personas y organizaciones sobresalientes que protegen los derechos y la dignidad de personas que viven con VIH/sida o son afectadas por esta epidemia, fue otorgado en la Ciudad de México el 6 de agosto de 2008, durante la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida.
“Las y los trabajadores del sexo enfrentan rutinariamente abusos contra sus derechos humanos, incluyendo negación discriminatoria de servicios de salud, detención arbitraria por parte de la policía, hostigamiento y violencia tanto sexual como física”, dijo Richard Elliott, director ejecutivo de la Red Legal Canadiense sobre VIH/Sida. “Con este premio se reconoce la extraordinaria contribución de la Red de Trabajadoras y Trabajadores del Sexo de Asia y el Pacífico en la lucha por los derechos de las personas dedicadas al trabajo sexual”.
Desde 1994, la APNSW ha representado a trabajadoras y trabajadores del sexo en varios foros políticos y educativos, promoviendo su participación en los programas de VIH/sida y apoyando el diálogo entre organizaciones no gubernamentales, gobiernos y activistas. El grupo ha cuestionado la creciente criminalización de todas las formas de trabajo sexual y los ensayos clínicos carentes de ética que utilizan como sujetos a trabajadoras y trabajadores del sexo.
La APNSW ha moldeado políticas a nivel global y regional y desarrollado la capacidad de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores sexuales de base, incluso a través de la creación de una red de activistas transgénero. En diversas partes de Asia, la Red cuestiona la violencia por motivos de género, promueve el acceso de las y los trabajadores del sexo a cuidados de salud y aboga por la despenalización del trabajo sexual.
“Me siento honrado de aceptar este premio en nombre de la Red de Trabajadoras y Trabajadores del Sexo de Asia y el Pacífico”, dijo Andrew Hunter, director de políticas de la Red. “El reconocimiento internacional de los derechos humanos de las personas dedicadas al trabajo sexual es crucial para frenar la pandemia del VIH. Los gobiernos y las agencias de las Naciones Unidas deben promover iniciativas sostenibles e integrales de prevención y cuidado del VIH para trabajadoras y trabajadores del sexo que sean dirigidas por las comunidades y protejan sus derechos humanos”.
La estigmatización, la exclusión social y la marginación legal de las y los trabajadores del sexo contribuyen a violaciones a los derechos humanos y pueden exacerbar su riesgo de adquirir la infección por VIH. Con mayor frecuencia, según la APNSW, los esfuerzos contra la trata de personas y las leyes que penalizan el sexo transaccional han resultado en violencia y abusos de los derechos humanos por parte de la policía en contra las personas dedicadas al trabajo sexual. La organización destacó una ley contra la trata humana en Camboya, donde trabajadoras y trabajadores del sexo han sido enviados a centros de “rehabilitación”, se les ha sometido a violencia sexual y golpizas y han tenido un escaso acceso a cuidados de salud o alimentos.
“Ser parte de la APNSW – trabajando en solidaridad con centenares de miles de trabajadoras y trabajadores del sexo en la región – nos ha permitido cuestionar la manera en que las autoridades han aplicado esta ley en Camboya y fortalecernos a fin de atraer la atención internacional hacia este asunto”, dijo Kao Tha, de la Red de Mujeres por la Unidad, una organización que defiende los derechos de las trabajadoras del sexo en Camboya.
“La Conferencia Internacional sobre el Sida constituye un foro para centrar la atención mundial en la epidemia y en nuestra respuesta global”, dijo Joe Amon, director del Programa de VIH/Sida de Human Rights Watch. “Desafortunadamente, con suma frecuencia esa respuesta se ha visto contaminada por prejuicios y desinformación. Sólo si se aseguran la salud y los derechos humanos de las y los trabajadores sexuales serán eficaces los gobiernos, las agencias de la ONU, los donantes y los grupos no gubernamentales en reducir la vulnerabilidad de estas personas a la infección por VIH. El trabajo de la Red de Asia y el Pacífico es un perfecto ejemplo de ello”.
Los Premios para la Acción en VIH/Sida y Derechos Humanos fueron establecidos en 2002 por la Red Legal Canadiense sobre VIH/Sida y Human Rights Watch. Cada año se otorga un premio a un receptor canadiense y a uno internacional. Este año, el galardonado canadiense fue Peter Collins, prisionero y activista en materia de salud en Ontario, Canadá.