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Azerbaiyán: Crisis de derechos opaca los Juegos Europeos

Bakú pretende atraer atención internacional a la vez que reprime el disenso en el país

(Berlín) - El gobierno de Azerbaiyán debería liberar de inmediato a todos los activistas y periodistas que fueron detenidos injustamente, a tan sólo 100 días de que comience la primera edición de los Juegos Europeos, señaló hoy Human Rights Watch. Una nueva presentación fotográfica muestra la difícil situación de 12 personas que cumplen o enfrentan largas penas de prisión en Azerbaiyán, presuntamente en represalia por haber criticado políticas gubernamentales.

Bakú, la capital de Azerbaiyán, será sede del primer certamen de los Juegos Europeos, un evento de múltiples disciplinas deportivas que tendrá lugar del 12 al 28 de junio de 2015. Está previsto que los juegos se desarrollen cada cuatro años en un país europeo.

“Como el primer país que auspicia este nuevo gran evento deportivo europeo, Azerbaiyán aspira a proyectar una imagen progresista y moderna en el plano internacional”, indicó Jane Buchanan, directora asociada para Europa y Asia Central en Human Rights Watch. “Si los Juegos Europeos se celebran para demostrar que el deporte puede dejar un legado positivo, entonces cada periodista y activista detenido por motivos políticos en Azerbaiyán debería ser liberado mucho antes de la ceremonia de apertura”.

Los líderes europeos deberían transmitir a Bakú el mensaje de que no enviarán delegaciones de alto nivel a la ceremonia de apertura, a menos que quienes se encuentran injustamente encarcelados sean liberados y concluya la persecución de disidentes, expresó Human Rights Watch.

Según trascendió en la prensa a fines de febrero, un alto funcionario del Comité Olímpico Nacional de Azerbaiyán habría señalado que el gobierno pagaría los costos de transporte y otros gastos de 50 equipos para que participaran en los juegos. El jefe de misión del Comité Olímpico Británico reconoció que los organizadores azerbaiyanos efectivamente habían pagado para que su equipo compitiera, según informó el periódico The Guardian.

En el último año, las autoridades azerbaiyanas apelaron a una variedad de imputaciones penales falsas, como tenencia de narcóticos y armas, evasión fiscal, gamberrismo, instigación e incluso traición a la patria, con el fin de detener o encarcelar al menos a 35 defensores de derechos humanos, activistas políticos y civiles, periodistas y blogueros. La persecución ha provocado que decenas más se fueran del país o decidieran ocultarse. Muchos de los activistas enfrentan cargos similares, lo cual alerta sobre la naturaleza punitiva y política de las acusaciones.

En los últimos meses, las autoridades de Azerbaiyán también congelaron las cuentas bancarias de numerosas organizaciones cívicas independientes y sus líderes, obligándolas a suspender sus actividades o directamente a cerrar. El gobierno también se ha negado a registrar subsidios extranjeros y ha incrementado el control de fondos provenientes del exterior, con lo cual es prácticamente imposible que los grupos que critican al gobierno puedan seguir funcionando. Durante muchos años, el gobierno ha perseguido a periódicos y canales de televisión independientes, y obligado a numerosos medios independientes a que cerraran.

Si bien los Juegos Europeos no son un evento olímpico oficial, pertenecen a los Comités Olímpicos Europeos (COE), una asociación que congrega a 50 Comités Olímpicos Nacionales europeos, y son organizados conjuntamente y regulados por estos. Los objetivos de los COE incluyen la difusión en toda Europa de los ideales olímpicos definidos en la Carta Olímpica del Comité Olímpico Internacional.

Entre quienes están actualmente detenidos y enfrentan acusaciones falsas llamativamente similares y largas penas de prisión, se encuentra el activista de derechos humanos Rasul Jafarov, quien al ser arrestado en agosto de 2014 estaba organizando una campaña con el lema “Deporte por los Derechos”, para alertar sobre la situación de los derechos humanos en Azerbaiyán durante el período previo a los Juegos Europeos. Enfrenta cargos por evasión fiscal, emprendimiento ilegal y abuso de autoridad.

Leyla Yunus, directora del Instituto por la Paz y la Democracia, y su esposo Arif Yunus, fueron detenidos en julio y agosto de 2014, respectivamente, y acusados de traición a la patria, evasión fiscal y emprendimiento ilegal. Ambos tienen problemas de salud crónicos que se han deteriorado gravemente desde su detención, conforme señalaron sus abogados.

Uno de los abogados de derechos humanos más conocidos y respetados de Azerbaiyán, Intigam Aliyev, también se encuentra detenido y enfrenta un proceso judicial a raíz de dudosas acusaciones por supuestos delitos fiscales, que presuntamente se habrían planteado en represalia por su trabajo a favor de los derechos humanos. Las autoridades han clausurados la sede de la organización de Aliyev, la Sociedad por la Educación Legal, y han conseguido así disolver a uno de los pocos grupos del país que bridaba asistencia jurídica ad honórem.

En diciembre, las autoridades detuvieron a Khadija Ismayilova, una destacada periodista de investigación de Azerbaiyán y una ferviente crítica del gobierno, sobre la base de señalamientos espurios de que habría instigado a una persona a intentar cometer suicidio, y luego en enero se sumaron cargos de evasión fiscal, emprendimiento ilegal y abuso de poder. En diciembre, policías y fiscales allanaron la sede de Radio Europa Libre/Radio Libertad en Bakú, interrogaron a empleados, confiscaron equipos y archivos, y clausuraron el lugar.

Incluso antes de la actual ola represiva, el gobierno había adoptado numerosas medidas orientadas a limitar los medios independientes. Todas las estaciones de radio extranjeras, incluidas la BBC y Voice of America, han sido prohibidas en las frecuencias de FM desde 2009.

La intolerancia del gobierno frente a los medios independientes afecta de manera directa a los periodistas que dan cobertura a los Juegos Europeos, como su capacidad de trasladarse y hablar libremente con una variedad de personas y abordar diversos temas en Azerbaiyán, dijo Human Rights Watch.

En 2012, Azerbaiyán fue sede del Concurso Musical Eurovisión. Numerosos periodistas que cubrieron el evento Eurovisión también informaron ampliamente sobre la situación de los derechos humanos en el país, entre otras cosas, a través de entrevistas con muchos de quienes están hoy detenidos, encarcelados o han debido ocultarse.

“Los ataques lanzados por el gobierno contra periodistas, medios de noticias, organizaciones de derechos humanos y otros actores se apartan de manera flagrante de la letra y el espíritu de los principios de la Carta Olímpica sobre libertades de prensa y dignidad humana”, manifestó Buchanan. “Los Comités Olímpicos Europeos y los Comités Olímpicos Nacionales deberían advertir de manera contundente a Bakú que se está burlando de los ideales olímpicos, y que debe liberar a los activistas y periodistas encarcelados y poner fin a las férreas restricciones impuestas a los medios y a la libre expresión”.

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