Asesinos en servicio activo en el Ejército de Colombia
(Nueva York, 3 de noviembre de 1999) — Human Rights Watch dijo hoy que dos suboficiales del Ejército, señalados por investigadores del Gobierno como los asesinos de un senador colombiano en 1994, siguen en servicio activo.

A pesar de las pruebas abrumadoras contra ellos, el Gobierno aún no los ha destituido.

En una carta enviada hoy al Presidente Pastrana, Human Rights Watch expone en detalle como el asesinato del Senador Manuel Cepeda fue planeado y ejecutado por el General Rodolfo Herrera Luna (fallecido posteriormente), entonces Comandante de la Novena Brigada del Ejército. El General Herrera ordenó a dos suboficiales, Hernando Medina Camacho y Justo Gil Zuñiga Labrador, que siguieran y asesinaran al senador el 9 de agosto de 1994, en Santafé de Bogotá, la capital del país.

Los investigadores de la Procuraduría, encargada de investigar los delitos cometidos por funcionarios públicos, concluyeron asimismo que el General Herrera coordinó el asesinato con los líderes paramilitares Fidel y Carlos Castaño Gil, que están en libertad, con orden de detención por docenas de graves violaciones a los derechos humanos. Se desestimó un recurso presentado por los soldados y pende sobre ellos un proceso penal paralelo ante un juez civil.

"El 12 de agosto, el Presidente Pastrana prometió públicamente que iba a expulsar a todo agente del Estado que cometiera violaciones a los derechos humanos, para lo que tiene autoridad constitucional, y le instamos a que cumpla su promesa," dijo José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch. "¿Cómo es posible que estas personas no sólo sigan en servicio activo, sino que además continúen trabajando en la inteligencia militar?"

Vivanco señaló que el 13 de agosto, el día después del discurso del Presidente, el Ministro de Defensa de Colombia rechazó la petición de la familia Cepeda de que se destituyera a los oficiales. Human Rights Watch también instó al Presidente Pastrana a que se investigaran los ataques a uno de los testigos que declararon contra Medina y Zuñiga. PARA MÁS INFORMACIÓN — CARTA A PRESIDENTE PASTRANA INFORME 1998 — GUERRA SIN CUARTEL: Colombia y el Derecho Internacional Humanitario REGRESAR

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