El Congo: Activistas severamente golpeados
(Nueva York, 11 de octubre de 2000) — Human Rights Watch hoy claramente criticó la golpiza, detención y mal trato de al menos trece activistas de derechos humanos que fueron detenidos en el pueblo de Bukavu, en la República Democrática del Congo. Estas intimidaciones son la continuación de una creciente escala de violencia y muertes en la República del Congo, que coincidentemente sucedieron al mismo tiempo que la señora Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, visitaba la región la semana pasada.

El grupo rebelde de mayor importancia ha demostrado una vez más su desprecio por derechos humanos.

Peter Takirambudde, Director Ejecutivo de la División de África de Human Rights Watch


El 9 de octubre, soldados del grupo rebelde la Unión Congoleña para la Democracia (UCD) interrumpió una reunión llevada a cabo por una organización que aglutina a varios grupos de derechos humanos en Bukavu. Los grupos de derechos humanos estaban discutiendo las actividades a seguir después de la visita de Mary Robinson.

Según un observador que estaba presente en la reunión, soldados congoleños y ruandeses "hicieron salir a los miembros del grupo uno a uno . . . , los hicieron acostarse en el suelo y los golpearon con palos y puñetazos en la calle, enfrente de un grupo grande de personas." Los miembros del grupo de derechos humanos fueron llevados a un campo militar conocido como Campo Saio, y fueron liberados más tarde en el mismo día.

"El grupo rebelde de mayor importancia ha demostrado una vez más su desprecio por derechos humanos, especialmente por aquellos que están tratando de proteger esos derechos, incluyendo a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas," expresó Peter Takirambudde, director de la división de África de Human Rights Watch. "Estas acciones son especialmente nocivas ante la visita de la Alta Comisionada. El grupo rebelde la Unión Congoleña para la Democracia (UCD) debe parar todo acto terrorista contra los que actúan pacíficamente."

Entre los que fueron arrestados se encuentran Marcelin Musemakweli (CADDHOM), Muzalia Loochi (Justice pour Tous), Francois Maheshe y Michel Aissi (ambos de Grupe Jeremie), Raphael Wakenge (Heritiers de la Justice), Venantie Bisimwa (RFDP), el señor Mushagalusha (Cojeski), Baharanyi Bya Dunia (CEDAC), Jules Lwesso (Bucoie), Moise Cifende (APRODEPED), Dunia Yogolelo (Pandendum), el señor Kizingu (AED), el juez Emmanuel Shamavu (ACAT/Sud-Kivu). Además de los nombrados anteriormente, se encontraban también: Kiza Kamatando, Moro Tubibu, Nestor Bauma, Joli Yaya. La oficina del Groupe Jeremie, donde la reunión se llevo a cabo, fue literalmente destrozada. Los soldados se llevaron consigo material de la oficina, incluyendo una computadora, y desde el incidente hasta el día de la fecha, soldados han estado controlando la entrada de la oficina.

El 9 y 10 de octubre, programas de radio controlados por el grupo rebelde UCD acusaron a tres activistas de derechos humanos que estaban trabajando al sur de Kivu, de fomentar desorden. El UCD ha enfocado su ataque hacia los grupos Heritiers de la Justice, Groupe Jeremie y Groupe d'Etude de Documetation et d'Animation Civique (CEDAC).

Con la muerte del Arzobispo Kataliko el 3 de octubre de este año, protestas y disturbios han sacudido la ciudad de Bukavu. Aunque el Arzobispo Kataliko, un critico del CRD, falleció durante su visita a Roma (de un ataque al corazón), muchos en el Congo creen que el UCD es responsable por la muerte del arzobispo. En febrero, por sus constantes críticas hacia las autoridades el UCD expulsó al arzobispo de Bukavu, obligándole a ir a su pueblo natal, Butembo en el norte de Kivu, permitiéndole solamente volver a Bukavu a mediados de Septiembre.

La muerte súbita del arzobispo alimentó el ya existente descontento contra los rebeldes y sus partidarios, el ejercito ruandés dominado por los tutsis y los tutsis del Congo, conocidos como banyamulenses. "Estamos extremadamente preocupados por el uso de un vocabulario discriminatorio, y los ataques llevados a cabo por la población contra los banyamulenges y los tutsis los cuales se cree colaboran con el UCD. Las autoridades deben tomar todas las acciones necesarias para contener la violencia, y reaccionar ante la misma con un uso limitado de fuerza," dijo Takirambudde.

Ante la noticia de la muerte del arzobispo Kataliko, el 4 de octubre, varios ciudadanos afectados por la tragedia, salieron a las calles. Durante un incidente en un local de compraventa de minerales preciosos perteneciente a ruandeses, un hombre ruandés salió del local y disparó hacia un grupo de personas, matando a un niño e hiriendo a un hombre. El 8 de octubre, cuando el cuerpo del arzobispo aterrizó en Bukavu, el gobernador del sur de Kivu trató de dar un discurso a los congregantes, pero fue atacado con piedras. Los guardaespaldas del gobernador tiraron disparos al aire hiriendo a una persona, pero la policía se contuvo de usar violencia directa contra los manifestantes. El funeral del arzobispo, realizado el 10 de octubre, no tuvo mayores incidentes. LOS DERECHOS HUMANOS EN EL CONGO (información en inglés) REGRESAR

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