Servicio de Inmigración de EE.UU. Viola los Derechos del Niño
(Nueva York, 23 de diciembre de 1998) — Mientras la mayoría de los niños en el mundo está en sus casas con sus familiares para celebrar las fiestas del fin del año, esta semana cientos de niños en la custodia del Servicio de Inmigración y Naturalización de EE.UU. (U.S. Immigration and Naturalization Service, INS) pasarán la Navidad en detención, separados de sus familias.

Estos niños están sujetos al arresto, la detención, y muchas veces a la deportación por la misma agencia que está encargado de su cuidado y de la protección de sus derechos legales.

Lois Whitman, Directora Ejecutiva de la División de Derechos del Niño de Human Rights Watch


En un informe hecho público esta semana, Human Rights Watch denuncia el INS por sus violaciones a los derechos de los niños no acompañados en su custodia. El informe encuentra que el INS mantiene a aproximadamente un tercio de los niños detenidos en condiciones altamente restictivas—a pesar que la mayoría de los niños en la custodia del INS no se acuse de ningún delito y a pesar que estos niños se detengan por razones puramente administrativas mientras sus casos legales están pendientes. El INS detiene unos 5.000 niños cada año.

El informe de Human Rights Watch trata un centro en el estado de Pennsylvania que, según el INS, es uno de los mejores en el país. Sin embargo, el informe encuentra que se detienen demasiados niños en condiciones similares a las de una prisión—juntos con adolescentes acusados de homicidio, violación sexual, y el tráfico de drogas—donde se prohibe hablar en sus propios idiomas; no se permite reír; y hasta se obliga a pedir permiso para rascar la nariz. Human Rights Watch encontró que las autoridades carcelarias someten a algunos niños a búsquedas corporales, haciéndoles desnudarse; les controlan con esposas durante su transporte; y les niegan los derechos básicos a la dignidad.

"Estos niños no son acusados de cometer ningún delito", dice la Lic. Jo Becker, una de los autores y investigadores del informe. "Sin embargo, se encierra un número significativo en condiciones severas, parecidas a las de una prisión, donde no pueden comunicarse con nadie que hable sus propias idiomas. Muchos de estos niños no entienden lo que está pasando a ellos, ni por qué están encarcelados".

El informe también demuestra que el INS no provee a los niños de información adecuada sobre el acceso a la representación legal. Además, el INS traslada a los niños de un centro a otro sin el conocimiento de sus familiares o sus abogados. Muchos niños no reciben información básica sobre su detención ni reciben educación en un idioma que entiendan, y pueden quedarse detenidos durante meses seguidos sin acceso directo a una persona con quien pueden conversar en sus propios idiomas—es decir, en la práctica están incomunicados.

Human Rights Watch señala que el INS tiene un conflicto de intereses preocupante, porque la misma agencia se encarga tanto de las responsabilidades del ciudado y la protección de los niños no acompañados como de la aplicación de las leyes de inmigración contra ellos. Human Rights Watch insta al Gobierno de Estados Unidos a que termine este conflicto de intereses, asignando el cuidado de los niños a las autoridades adecuadas encargadas del bienestar del niño, las cuales tendrían la custodia legal de los niños no acompañados mientras el INS determine su situación migratoria.

"Estos niños están sujetos al arresto, la detención, y muchas veces a la deportación por la misma agencia que está encargado de su cuidado y de la protección de sus derechos legales", dice la Dra. Lois Whitman, directora ejecutiva de la División de Derechos del Niño de Human Rights Watch. "El Gobierno de Estados Unidos debe asignar el cuidado de estos niños a una agencia que actuará en los intereses mejores del niño".

El informe, Detenidos y deprivados de sus derechos: Los niños en la custodia del Servicio de Inmigración y Naturalización de EE.UU. (Detained and Deprived of Rights: Children in the Custody of the U.S. Immigration and Naturalization Service), se base en visitas al Centro de Juventud del Condado de Berks (Berks County Youth Center), en Leesport, Pennsylvania, y en entrevistas con niños actualmente o recientemente detenidos allí. Una investigación anterior de Human Rights Watch documentó las condiciones de detención para los niños en la custodia del INS en los estados de Arizona y California. Las dos investigaciones encontraron numerosas violaciones a los derechos del niño, incumpliendo los términos del derecho internacional, de la Constitución de Estados Unidos, de las leyes federales del país, del reglamento del INS, y de juicios legales.

Human Rights Watch apela a la Dra. Janet Reno, Fiscal General de Estados Unidos, y a la Lic. Doris Meissner, Comisaria del INS, que aseguren el acatamiento inmediato y completo tanto de las leyes y los reglamentarios nacionales como de la normas internacionales acerca de las condiciones de detención del niño. Human Rights Watch también insta que:

  • No se debe detener a los niños no acompañados que están pendientes de que se determine su situación migratoria, aparte de las raras circunstancias en las cuales la detención sea necesaria para proteger la seguridad del niño;

  • La Fiscal General debe ordenar al INS que cese inmediatamente el traslado de niños no acompañados a centros correccionales estatales para menores o centros penitenciarios, o a otros centros con condiciones similares a las de una prisión;

  • El Gobierno de Estados Unidos no debe encargar a la misma agencia tanto del cuidado como del procesamiento judicial de menores extranjeros no acompañados e indocumentados;

  • Todos los niños no acompañados que están pendientes de que se determine su situación migratoria deben tener acceso a representación legal, y el Gobierno debe cubrir los gastos de la representación legal para los niños que no puedan pagar.

  • Los niños deben recibir información legal oportuna y completa en un idioma que entiendan;

  • Un número suficiente de intérpretes debe estar disponible en los centros que albergan a niños no acompañados, como lo exigen las características de idioma cambiantes dentro de estos centros.
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