Human Rights Watch apela a los gobiernos latinoamericanos para que apoyen la Resolución de la ONU sobre China
por José Miguel Vivanco «*»

Human Rights Watch está seguiendo de cerca la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en relación con la situación en China. Para Human Rights Watch, China constituye una de las principales preocupaciones a nivel mundial por su falta de progreso en materia de derechos humanos. En este sentido, los países latinoamericanos pueden desempeñar un papel muy destacado para contribuir a mejorar la situación de los derechos humanos en China. Por tal motivo, es sumamente importante que los países de la región se sumen a otros países del mundo en la promoción de una resolución crítica sobre China. En todo caso, si se propone una petición de inacción para bloquear la consideración de una resolución, como ha sido el caso todas las veces que se ha puesto sobre la mesa dicha resolución—ocho veces en total—, Human Rights Watch insta a las delegaciones latinoamericanas a que voten en contra.

Cada vez que se ha presentado un resolución sobre China ante la CDH, China o alguno de sus aliados propusieron una petición de inacción . . . . [Esto] supone una violación de varios principios importantes que la Comisión ha acatado y defendido reiteradamente, tales como el de no selectividad, imparcialidad y libertad de expresión.

José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch


Aunque el diálogo y el debate son importantes y útiles, en este caso han sido claramente insuficientes para provocar avances significativos en materia de derechos humanos en China. Por el contrario, se han producido serios reveses para los derechos humanos en China durante el año pasado, con las nuevas restricciones a la prensa y el Internet, el fortalecimiento de los controles sobre el credo y la expresión religiosas y la campaña constante contra los activistas pro democracia, los sindicalistas, los tibetanos y los uighures.

En el pasado, China ha respondido frente a la amenaza de debate y votación en la sesión anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con iniciativas limitadas pero importantes, tales como la firma de dos tratados de derechos humanos de la ONU. La sesión de este año se celebra en Ginebra a partir del 20 de marzo. La promulgación de una resolución supondría un fuerte incentivo para que Beijing pasara de las palabras a los hechos. Dicha resolución debería instar a China a adoptar medidas concretas para la mejora de los derechos humanos y el Estado de derecho, con iniciativas tales como.ratificar los dos tratados de derechos humanos de la ONU que ha firmado; permitir el acceso de la ONU y otros observadores independientes al Tibet y Xinjiang; revisar los casos de todas las personas encarceladas por delitos "contrarrevolucionarios," una categoría que se ha eliminado del código penal chino, con vistas a la amnistía; y empezar un proceso de abolición del sistema de "reeducación mediante el trabajo."

Cada vez que se ha presentado un resolución sobre China ante la CDH, China o alguno de sus aliados propusieron una petición de inacción. La decisión de no celebrar una votación sobre una resolución para un país conlleva que la Comisión no pueda debatir el contenido de la resolución. Por lo tanto, supone una violación de varios principios importantes que la Comisión ha acatado y defendido reiteradamente, tales como el de no selectividad, imparcialidad y libertad de expresión.

La Comisión simplemente se equivoca al tolerar una situación en la que un país con bastante poder para obtener un número suficiente de votos o abstenciones pueda impedir que se debata un asunto o una situación importante.


El Dr. Vivanco es el director ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch
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