Injusta Ventaja:
La libertad de asociación de los trabajadores en los Estados Unidos conforme a las normas internacionales de derechos humanos

(New York: Human Rights Watch, 2000)

CONCLUSIÓN

Tanto la experiencia histórica como una revisión de las condiciones actuales en todo el mundo demuestran que los sindicatos fuertes, independientes y democráticos son vitales para las sociedades en las que se respetan los derechos humanos. Los derechos humanos no pueden desarrollarse donde no se respetan los derechos de los trabajadores. Esto es cierto tanto para Estados Unidos como para el resto de los países.

Las violaciones a los derechos laborales en Estados Unidos son especialmente preocupantes teniendo en cuenta que el gobierno estadounidense está presionando a otros países para garantizar el respeto a los derechos de los trabajadores internacionalmente reconocidos, como parte de un sistema de comercio e inversiones globales-en la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo, o en el nuevo Tratado de Libre Comercio de las Américas. La insistencia estadounidense en relaciones comerciales basadas en el respeto a los derechos se ve socavada cuando se violan sistemáticamente derechos laborales fundamentales en Estados Unidos.

Sin llegar menospreciar la gravedad de las violaciones a los derechos de los trabajadores en Estados Unidos, se ha de mantener una perspectiva equilibrada. Los trabajadores estadounidenses no se enfrentan generalmente a graves violaciones a los derechos humanos, tales como asesinatos de sindicalistas por parte de escuadrones de la muerte o la ilegalización de la negociación colectiva o la huelga. Pero la ausencia de una represión oficial sistemática no significa que los trabajadores de Estados Unidos pueden ejercer efectivamente el derecho a la libertad de asociación. Por el contrario, la libertad de asociación de los trabajadores está sometida a un acoso constante en Estados Unidos, y el gobierno está incumpliendo su responsabilidad de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos de evitar dichos ataques y proteger los derechos de los trabajadores.

Mientras que la sindicalización de los trabajadores, la negociación colectiva y el derecho a la huelga sigan considerándose meros conflictos económicos relativos al ejercicio del poder en la búsqueda de salarios más altos para los empleados o mayores beneficios para los empleadores, es improbable un cambio en la legislación laboral de Estados Unidos. El replanteamiento de estas actividades como derechos humanos que han de respetarse de acuerdo con el derecho internacional puede ser el factor desencadenante de un proceso de cambio.

Lo que más se necesita es un nuevo espíritu de compromiso por parte de la comunidad del derecho laboral y el gobierno para hacer efectivas tanto las normas internacionales de derechos humanos como la afirmación todavía fundamental en el propio derecho laboral fundamental de Estados Unidos de la plena libertad de asociación. Una manera de empezar a fomentar dicho cambio de mentalidad es que Estados Unidos ratifique los convenios 87 y 98 de la OIT. Esto supondría una clara muestra para los trabajadores, empleadores y autoridades judiciales laborales de Estados Unidos, y para la comunidad internacional de que Estados Unidos se toma en serio el cumplimiento de las normas internacionales de derechos humanos y derechos laborales cuando presiona por la inclusión de dichas normas en los nuevos acuerdos comerciales globales y regionales.

AGRADECIMIENTOS

Lance Compa es el autor de este informe. Cynthia Brown es la principal editora. La consultora de Human Rights Wacth Jennifer Bailey y la becaria Carol Pier asistieron en la investigación y la redacción. El miembro asociado de Human Rights Watch, Sam David, y el asistente en prácticas, Manuel Rybach, ayudaron con la investigación. La investigadora Allyson Collins se ocupó de la coordinación del proyecto; Wilder Tayler, Director Jurídico y de Política de Human Rights Watch, suministró asesoramiento sobre derecho internacional; y el Director de Programas Malcolm Smart participó en la edición.

El profesor(retirado) de derecho laboral Charles J. Morris de la Southern Methodist University y el abogado/economista Howard Wial del Keystone Research Center atendieron las consultas técnicas sobre derecho laboral y mercados laborales. Human Rights Watch también quiere dar las gracias a John J. Walsh del bufete de Carter, Ledyard and Milburn de New York, que ofreció asesoramiento legal gratuito sobre el texto. El original en inglés de este informe ha sido traducido al castellano y al francés por Global Communications L.L.C.

Human Rights Watch agradece a la Ford Foundation su apoyo del proyecto sobre los derechos laborales en EE.UU. REGRESAR AL PRINCIPIO

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