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EE. UU. debe prohibir el trabajo infantil peligroso en el cultivo del tabaco

Proyectos legislativos ante el Congreso fijan en 18 la edad laboral mínima

El Congreso de EE. UU. debería sancionar sin demora los proyectos de ley presentados el 16 de abril de 2015 que otorgarían garantías necesarias a menores que trabajan en el cultivo del tabaco en EE. UU., señaló hoy Human Rights Watch. El senador Richard Durbin de Illinois y el representante David Cicilline de Rhode Island presentaron proyectos de manera simultánea en el Senado y la Cámara de Representantes, respectivamente.

La legislación prohibiría que menores de 18 años trabajen en contacto directo con el tabaco. Los menores que trabajan en el sector del tabaco son particularmente vulnerables a la intoxicación aguda con nicotina, que se distingue por jaquecas, vómitos y mareos, causada por el contacto con las plantas de tabaco. Actualmente, la legislación estadounidense permite que niños de apenas 12 años —o incluso de menor edad si se trata de pequeñas haciendas—trabajen en la agricultura durante una cantidad ilimitada de horas fuera del horario escolar, sin que ninguna disposición especial los proteja de la exposición a la nicotina.

“Los niños no deberían trabajar en labores que los enfermen”, sostuvo Jo Becker, directora de defensa de los derechos del niño en Human Rights Watch. “La ley propuesta es una medida basada en el sentido común, que aspira a proteger a menores en EE. UU. de los riesgos de la exposición a la nicotina”.

Un informe de Human Rights Watch de 2014 documentó las condiciones de menores que trabajan en haciendas tabacaleras en cuatro estados donde se produce el 90 por ciento del tabaco estadounidense: Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia. Dos tercios de los menores entrevistados señalaron que padecían vómitos, sensación de náusea, jaqueca y mareos mientras trabajan en las plantaciones de tabaco. Todos estos son síntomas coincidentes con intoxicación aguda por nicotina. Muchos trabajaban entre 50 y 60 horas por semana en condiciones de calor extremo, y también indicaron estar expuestos a plaguicidas tóxicos.

Diversos estudios de salud han determinado que la exposición a nicotina durante la adolescencia provoca trastornos anímicos, déficit de atención y problemas cognitivos a largo plazo. Un boletín emitido en marzo por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos señala que los menores y adolescentes que manipulan tabaco “pueden ser más sensibles a la exposición a productos químicos, tener mayores probabilidades de padecer la enfermedad del tabaco verde [intoxicación por nicotina] y pueden experimentar efectos para la salud más serios que los adultos”.

En los últimos meses, importantes entidades en la industria tabacalera adoptaron nuevas políticas para lograr que no haya presencia de niños en el cultivo del tabaco. En diciembre de 2014, las dos principales compañías tabacaleras estadounidenses —Altria Group y Reynolds American— anunciaron de manera independiente que, a partir de 2015, prohibirían que sus agricultores emplearan a menores de 16 años. Estas compañías producen algunas de las marcas de cigarrillos con mayores ventas del mundo, como Camel, Marlboro y Winston. Dos de las principales asociaciones de productores de tabaco de Estados Unidos adoptaron políticas similares contra el empleo de menores de 16 años en el cultivo de tabaco. Algunas empresas multinacionales, entre ellas Philip Morris International y Japan Tobacco International, ya cuentan con políticas sobre trabajo infantil que contemplan protecciones más amplias que la legislación estadounidense.

“La industria del tabaco está reconociendo los riesgos que su cultivo representa para los niños, pero no basta con que haya políticas voluntarias”, expresó Becker. “Las políticas del sector deben estar sustentadas en leyes y medidas gubernamentales de control de cumplimiento”.

Aun con estas nuevas políticas, la mayoría de las empresas tabacaleras permiten que jóvenes de 16 y 17 años intervengan en tareas riesgosas que los exponen a la nicotina, señaló Human Rights Watch. Las normas internacionales laborales que han sido ratificadas por EE. UU. prohíben que menores de 18 años realicen trabajos peligrosos.

Los proyectos de ley se aplicarían únicamente a menores contratados, y no afectarían a aquellos que trabajan en haciendas de su familia. Cincuenta organizaciones nacionales y estatales han aprobado los proyectos de ley propuestos.

“Las leyes sobre trabajo infantil de EE. UU. no han respondido adecuadamente a los peligros de la nicotina, y ponen en riesgo la salud de menores”, observó Becker. “Tanto la Cámara de Representantes como el Senado deberían aprobar estos proyectos sin demora”. 

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