Mozambique se enfrenta a enormes dificultades para mantener escolarizadas a las niñas y jóvenes embarazadas o con hijos pequeños, según un nuevo informe de HRW.
Estas mujeres y niñas necesitan un fuerte apoyo de las escuelas, especialmente durante uno de los momentos más vulnerables de sus vidas.
¿Por qué abandonan los estudios las niñas y mujeres embarazadas o con hijos? Las razones varían: Se enfrentan a la discriminación, la violencia de género y la pobreza. Para muchas, compaginar los estudios con el cuidado de los hijos puede resultar imposible. Y la falta de educación gratuita empuja a muchas niñas de los hogares más pobres a abandonar la escuela. La mayoría carece de opciones para el cuidado de sus hijos.
La magnitud del reto es asombrosa:
Según un estudio, el 70% de las niñas embarazadas de Mozambique abandonan la escuela.
El país tiene la quinta tasa de matrimonio infantil más alta del mundo.
La tasa de embarazo adolescente de Mozambique es una de las más altas de África. Al menos 1 de cada 10 niñas ha tenido un hijo antes de los 15 años, según Naciones Unidas.
En 2022, sólo el 41% de las niñas completaron el primer ciclo de secundaria.
En 2020, sólo el 4% de las niñas completará el segundo ciclo de secundaria.
En 2003, el gobierno ordenó a los funcionarios escolares que trasladaran a las niñas embarazadas y a las madres adolescentes de las escuelas diurnas a las nocturnas. Este decreto autorizó y consolidó de hecho la discriminación contra estas estudiantes en el sistema educativo nacional.
Tras ello, grupos de la sociedad mozambiqueña lideraron una campaña que presionó con éxito al Ministerio de Educación para que revocara el decreto en 2018. Pero a pesar de mostrar la voluntad política para el cambio, el gobierno no ha podido abordar las enormes barreras sistémicas y sociales que enfrentan las niñas para permanecer en la escuela.
En nuestra investigación, Human Rights Watch descubrió que algunos maestros y autoridades escolares todavía remitían automáticamente a las estudiantes a escuelas con turno nocturno debido al estigma, las prácticas discriminatorias existentes o la falta de orientación de los funcionarios. Alentadoramente, otros profesores sí apoyaron a las alumnas para que permanecieran en las escuelas.
Mozambique debería adoptar normas jurídicamente vinculantes para garantizar el derecho de las niñas a la educación durante el embarazo y la maternidad. El gobierno también debe garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación sexual integral y a servicios adecuados de salud reproductiva.
Las niñas de Mozambique -al igual que todas las niñas del mundo- tienen un derecho fundamental a la educación, independientemente de las circunstancias en las que se encuentren, y este derecho debe estar garantizado.