(Nueva York) - El gobierno pakistaní debe investigar las denuncias de que elementos del Ejército y los organismos de inteligencia pakistaníes han conspirado para matar a la destacada activista de derechos humanos Asma Jahangir, Human Rights Watch señaló. Jahangir hizo pública esta información en una entrevista televisiva el 4 de junio de 2012.
Jahangir es reconocida mundialmente por su trabajo en materia de derechos humanos y es una respetada activista en Pakistán. Se le acredita el establecimiento de la reconocida e independiente Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, así como el organismo de asesoría legal AGHS, la primera oficina que presta servicios gratuitos de este tipo en Pakistán. En una carrera de 30 años como activista de derechos humanos, Jahangir ha sido un crítica constante de las violaciones de derechos humanos cometidas por el Ejército y los servicios de inteligencia pakistaníes.
"Las autoridades pakistaníes deben iniciar con urgencia una investigación exhaustiva sobre el presunto complot en contra de Asma Jahangir y hacer rendir cuentas a quienes resulten responsables, independientemente de la posición o rango que ocupen", dijo Ali Dayan Hasan, director de Pakistán para Human Rights Watch. "Una amenaza contra Jahangir es una amenaza para todos aquellos en Pakistán que luchan por los derechos humanos y el imperio de la ley".
El 4 de junio Jahangir dijo a los medios pakistaníes que había descubierto, a través de una "fuga de seguridad" que le fue dada a conocer por una fuente de "alta credibilidad", que se desarrollaba un complot para asesinarla desde "los más altos niveles del establecimiento de seguridad". Dijo que creía que la mejor manera de proceder era haciendo pública la información, ya que temía ser asesinada y que un miembro de su familia fuera acusado del asesinato.
En los últimos meses, Jahangir ha estado en desacuerdo con el Ejército pakistaní en una serie de sucesos de alto perfil. En noviembre de 2011, Husain Haqqani, embajador de Pakistán en Estados Unidos, fue obligado por el Ejército pakistaní a renunciar a su cargo tras ser acusado de ser responsable de un memorando secreto entregado a altos funcionarios militares de Estados Unidos en el que se buscaba apoyo para el control civil pakistaní sobre la política de seguridad nacional. Como abogada defensora en el jucio conocido como "Memogate", Jahangir planteó serias reservas acerca de las fallas procesales en el caso de Haqqani y las amenazas contra su vida por parte del departamento militar Inteligencia Inter-Servicios. Jahangir también ha sido una crítica de las políticas de los militares en Baluchistán, provincia afectada por la insurgencia, donde se le acusa de asesinatos, desapariciones forzadas y torturas.
Jahangir ha sido con frecuencia blanco de hostigamientos y amenazas a lo largo de su carrera, dijo Human Rights Watch. Fue puesta bajo arresto domiciliario por el general Pervez Musharraf, el gobernante militar de ese entonces, después de que impusiera el estado de emergencia en 2007. Ella jugó un papel destacado en el "movimiento de los abogados" en Pakistán, lo que llevó a la destitución de Musharraf y la restauración de Iftikhar Muhammad Chaudhry en su cargo como Jefe de la Corte Suprema de Justicia.
En 2010, Jahangir se convirtió en la primera mujer en dirigir el Colegio de Abogados de la Corte Suprema, el foro más influyente de Pakistán para los abogados. Durante su campaña para dirigir este organismo, Jahangir recibió numerosas amenazas por plantear temas como la corrupción en el ámbito jurídico. Los grupos extremistas y los medios de comunicación pakistaníes aliados realizaron una campaña acusando a Jahangir de apostasía - un delito castigado con la pena capital en Pakistán - e instando a los abogados a no votar por ella.
De 1998 a 2004, Jahangir fue relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias. Desde 2004 hasta mediados de 2010 fue relatora especial de la ONU sobre la libertad de religión o de creencias.
La participación de los militares y sus agencias de inteligencia en los asesinatos de alto perfil ha sido bien documentada, dijo Human Rights Watch. En abril de 2010, una comisión de investigación de tres miembros de la ONU sobre el asesinato en diciembre de 2007 del primer ministro Benazir Bhutto llegó a la conclusión de que las autoridades pakistaníes no ofrecieron seguridad suficiente a Bhutto y elementos militares pueden haber jugado un papel importante en su asesinato. El panel fue muy crítico del "papel predominante" desempeñado por Inteligencia Inter-Servicios en los acontecimientos que condujeron al asesinato. En mayo de 2011, Saleem Shahzad, un reportero de la sede en Hong Kong de Asia Times Online y la agencia de noticias italiana Adnkronos Internacional, fue torturado y asesinado después de recibir amenazas constantes y directas desde Inteligencia Inter-Servicios.
"Los gobiernos que han elogiado la promoción de los derechos humanos de Jahangir tanto en Pakistán como internacionalmente deben alarmarse por esta presunta trama y presionar para que se lleve a cabo una investigación rápida y persistente", dijo Hasan.