(Washington, DC) – La legislación propuesta en el Congreso de Estados Unidos en marzo de 2012 para bloquear las normas de seguridad propuestas para los niños agricultores pondría en peligro a los menores que trabajan en explotaciones agrarias, señalaron los activistas de la Coalición sobre Niños Trabajadores (CLC, por sus siglas en inglés), que representa a más de una docena de organizaciones preocupadas por la protección de los trabajadores menores de edad. La organización instó al Departamento de Trabajo de Estados Unidos a que aplique inmediatamente sus actualizaciones propuestas de las normas de seguridad, que enumeran las tareas agrícolas peligrosas que no deben realizar los niños agricultores contratados.
“Las normas de seguridad propuestas por el Departamento de Trabajo se basan en la investigación de expertos y están destinadas a proteger a los niños agricultores”, señaló Sally Greenberg, directora ejecutiva de la Liga Nacional de Consumidores y copresidenta de la CLC. “Se ha eximido durante mucho tiempo a la agricultura de muchas protecciones del trabajo infantil y la salud en el trabajo que se garantizan en otros sectores. Con el desarrollo de nuevo equipo agrícola y nuestro conocimiento de los plaguicidas y otros riesgos para el desarrollo de los niños, tiene todo el sentido actualizar la lista de tareas para las cuales los empleadores no deben contratar a niños”.
Las 15 normas propuestas –conocidas como las “disposiciones sobre tareas peligrosas”– actualizarán, por primera vez en décadas, la lista de tareas agrícolas consideradas demasiado peligrosas para los niños menores de 16 años que trabajan por contrato. Entre las nuevas restricciones están la operación de maquinaria pesada, el trabajo en silos e instalaciones de almacenamiento de granos y el manejo de plaguicidas.
El proyecto de ley S. 2221, introducido el 21 de marzo por los senadores John Thune (republicano por Dakota del Sur) y Jerry Moran (republicano por Kansas), impediría que el Departamento de Trabajo promulgue las normas sobre seguridad en el trabajo infantil. El 7 de marzo, el representante Tom Latham (republicano por Iowa) introdujo otra versión en la Cámara de Representantes (H.R. 4157) , con el título engañoso de “Ley para Preservar las Explotaciones Agrícolas Familiares de Estados Unidos”.
El Departamento de Trabajo lleva tiempo ostentando la responsabilidad de impedir que los empleadores contraten a niños para realizar tareas consideradas peligrosas. En el caso de la agricultura, estas restricciones desaparecen a partir de los 16 años de edad, mientras que en otros sectores no se pueden realizar tareas peligrosas hasta los 18 años. Las normas no se aplican a los niños que trabajan en explotaciones propiedad de sus padres u operadas por ellos, y la secretaria de Trabajo Hilda Solis señaló recientemente en una sesión de la Cámara que su intención es ampliar la “exención parental” para que los niños puedan trabajar sin restricciones de seguridad en las explotaciones propiedad de otros familiares.
Las excepciones para el sector de la agricultura de las leyes sobre trabajo infantil de Estados Unidos permiten que los niños trabajen por contrato a partir de los 12 años en cualquier explotación agrícola con el consentimiento de sus padres. No hay una edad mínima para que los niños trabajen en pequeñas explotaciones.
La agricultura es el sector más peligroso al que tienen acceso los niños. Tres cuartas partes de los niños trabajadores menores de 16 años que murieron a causa de lesiones laborales en 2010 trabajaban en la agricultura. Miles más de ellos se lesionan cada año. Las lesiones en el sector agrícola suelen ser mucho más graves que otro tipo de lesiones de menores, según un nuevo estudio publicado en abril de 2012 en la revista Pediatrics, que señala que la tasa de hospitalización es diez veces superior a la de otros sectores.
“Como antigua trabajadora agrícola menor de edad, sé lo peligroso que puede ser el campo”, señaló Norma Flores Lopez, directora de la campaña Niños en los Campos (Children in the Fields) de la Asociación de Programas de Oportunidad para Trabajadores Agrícolas. “Los plaguicidas, las herramientas afiladas como cuchillas y la maquinaria agrícola constituyen peligros siempre presentes. El verano pasado, dos niños de 17 años perdieron las piernas en Oklahoma en un accidente con una barrena elevadora de granos. La prohibición del trabajo en las instalaciones de granos, donde murieron 26 trabajadores en 2010, impediría que estas tragedias les sucedan a otros”.
El proyecto de ley sugiere de manera incorrecta que las normas de seguridad propuestas harían difícil que los niños trabajaran o recibieran formación práctica en explotaciones agrícolas. Sin embargo, las normas propuestas por el Departamento de Trabajo se limitan a requerir una formación más rigurosa para ciertos trabajos peligrosos y eliminan las excepciones sobre formación para otras tareas.
“Las normas de seguridad propuestas por el Departamento de Trabajo supondrían un enorme avance para mejorar la seguridad de los niños mientras están trabajando y aprendiendo el oficio de agricultor”, dijo Zama Coursen-Neff, subdirectora de derechos del niño en Human Rights Watch. “La formación en el empleo de los jóvenes agricultores es importante, pero no debe conllevar que realicen las tareas que, según los expertos, tienen más probabilidades de provocarles la muerte o lesiones”.
La legislación propuesta también sugieren de manera equivocada que las normas sobre seguridad en el trabajo infantil constituirían un ataque contra las explotaciones agrícolas familiares.
“Las normas propuestas representan protecciones necesarias desde hace mucho tiempo para los niños que trabajan por contrato en comunidades agrícolas”, señaló Reid Maki, coordinador de la CLC. “Salvarán vidas y preservarán la salud de los niños en las explotaciones agrícolas para que puedan llegar a ser agricultores. El Departamento debe aplicarlas lo antes posible”.
“Debemos repeler los ataques contras las protecciones de la seguridad de los niños”, dijo Lorretta Johnson, secretaria y tesorera de la Federación Estadounidense de Maestros y copresidenta de la CLC. “Tenemos el deber de proteger a los más vulnerables en nuestra sociedad y en todo el mundo. Todos los niños deben tener la oportunidad de asistir a la escuela y prosperar, y de no exponerse al daño trabajando en los campos o realizando otras tareas peligrosas”.