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Asia del Sur: la justicia y los servicios pueden frenar la violencia sexual

La defensa de la pena de muerte ignora las soluciones reales a los errores regionales

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Protests have erupted in countries across South Asia in response to recent horrifying case of sexual violence that have been badly mishandled by governments.

From Afghanistan to Bangladesh to India and the Maldives to Nepal, Pakistan and Sri Lanka, there is remarkable agreement across the region amongst experts on sexual violence about what needs to change.

Survivors of sexual violence, especially girls and women from marginalized communities, face sometimes insurmountable barriers to justice.

Vrinda Grover, Lawyer, India

If you overlay gender with the location of the victim survivor woman, through her caste, working class women, women who are from the religious minority, she finds it almost impossible to access justice because overlaid with all the structural and systemic hurdle is institutional bias.

When governments fail to respond effectively to sexual violence, survivors suffer and the abuses continue.

Ikleela Hameed, Founder of Voice of Children, Maldives

When somebody is speaking about their experience, there are people in the community who would go and bully them. You know, make them believe that it’s their fault.

Vrinda Grover, Lawyer, India

When she is trying to push her complaint forward, we see that at the police station, even there the pressure to withdraw or to go silent.

Shabnam Salehi, Human Rights Commissioner, Afghanistan

The judges still consider the victim as a criminal, and they ask a lot of the questions that is against the human dignities.

Dr. Lhamo Yangchen Sherpa, Expert, Nepal

It’s not only that the police registers the case. You then have to go to the court which might take years and years. That’s why most of the people, they either do not report or the cases are resolved outside the court.

In Bangladesh, it is estimated that less than 1 percent of rape cases investigated by police lead to conviction.

Umama Zillur, Founder and Director of Kotha, Bangladesh

At the village level, where you have an informal justice system, one of the most common ways of resolving rape cases there is by deciding that let’s marry off the victim survivor to the rapist.

Ambika Satkunanathan, Former Human Rights Commissioner, Sri Lanka

Women do not want to make complaints and seek redress because of the socio-cultural pressures.  But what this does, it also causes great trauma

Some government leaders in the region have argued that the solution is to execute rapists.

Pakistan’s prime minister called for rapists to be executed in public.

Bangladesh recently amended a law to add the death penalty for rape and Indian law already permits this in certain circumstances.

The experts agree that this is no solution.

Shabnam Salehi, Human Rights Commissioner, Afghanistan

As a human rights activist, I’m not in favor of the death penalty.

Farieha Aziz, Co-Founder of Bolo Bhi, Pakistan

Just a few years ago, a child was raped and murdered and her convicted rapist and murderer was given the death penalty, but that has not stopped other cases of child abuse or of sexual violence.

Umama Zillur, Founder and Director of Kotha, Bangladesh

Since it is a severe form of punishment for an and all type of rape it will reduce conviction rate across the board.

Ikleela Hameed, Founder of Voice of Children, Maldives

When our justice system is not so strong, a death penalty sentence may actually result in the death of an innocent person.

Vrinda Grover, Lawyer, India

Death penalty is not a deterrent for any crime, including sexual violence. It lets the state off the hook from doing the work that the state needs to do in order to ensure that women and girls live free lives in this country.

Governments need to do more to prevent sexual violence, proved services and support to survivors, and remove barriers to justice.

Umama Zillur, Founder and Director of Kotha, Bangladesh

One thing we have been advocating for and fighting for is comprehensive sexuality education to be made mandatory in all our schools.

Farieha Aziz, Co-Founder of Bolo Bhi, Pakistan

We do have laws and we do have certain procedures. What is necessary is that they are implemented.

Ambika Satkunanathan, Former Human Rights Commissioner, Sri Lanka

We do need more health services geared towards survivors, we need the legal services, we need the police to be sensitized. Hence, it’s not a short-term project as it were, but something that requires long-term change to tackle the problem.

Activists Perform Chilean Protest Song, “A Rapist in Your Path.”

Governments need to do more to prevent sexual violence, provide services and support to survivors, and remove barriers to justice.

(Nueva York) – Los gobiernos de Asia del Sur deberían ignorar la retórica populista a favor de la pena de muerte y escuchar a sus propios expertos para prevenir y poner fin a la violencia sexual contra las mujeres, recomendó Human Rights Watch en un video publicado hoy. Expertos en violencia sexual de Afganistán, Bangladesh, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka están abordando los crecientes movimientos de protesta en toda la región provocados por la mala gestión del gobierno frente a una serie de casos de violencia sexual de alto perfil.

“Las mujeres y niñas del sur de Asia están hartas de que sus gobiernos no hagan nada para lidiar con la violencia sexual”, dijo Meenakshi Ganguly, directora para Asia Meridional de Human Rights Watch. “Durante mucho tiempo han visto cómo sus gobiernos toleran, o incluso facilitan, la impunidad ante la violencia sexual, y están tomando las calles y exigiendo un cambio inmediato”.

En Pakistán, un jefe de policía criticó a una mujer que fue violada en grupo delante de sus hijos porque su coche se había quedado sin combustible. En India, la policía y las autoridades gubernamentales negaron que una mujer dalit de 19 años fuera violada en grupo a pesar de su declaración en su lecho de muerte, presuntamente para proteger a los acusados, que supuestamente pertenecían a una casta dominante. El primer ministro del estado acusó a los manifestantes que pedían justicia de ser “anarquistas”. En Bangladesh, el gobierno no tomó medidas para contener la propagación viral de un video de un grupo de hombres atacando, desnudando y agrediendo sexualmente a una mujer. Los tres casos dieron lugar a protestas en 2020 por parte de activistas por los derechos de las mujeres.

Las mujeres en Maldivas han protestado contra la violencia endémica de género, incluida la violencia sexual, y la inacción del gobierno. En Nepal, las protestas han sido provocadas por varios casos impactantes de violación, mientras que el gobierno tampoco ha respondido a una nueva ola de violencia de género en medios electrónicos. En Afganistán, las mujeres atrapadas entre la incapacidad del gobierno para proteger a las mujeres de la violencia y las represivas restricciones de los talibanes a la libertad de movimiento y sus derechos a la educación y el trabajo están reivindicando sus derechos en las protestas y las conversaciones de paz. En Sri Lanka, activistas exigen una reforma a la ley sobre violencia sexual, mientras que un movimiento de protesta de mujeres que busca información sobre seres queridos desaparecidos afronta la intimidación de las autoridades.

Activistas en muchos países de la región, han adaptado una canción de protesta chilena, “Un violador en tu camino”, traduciéndola a los idiomas locales y representándola en las manifestaciones. “El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer, y nuestro castigo es la violencia que no ves”, dice la canción. “El violador eres tú. Son los pacos (policías), son los jueces, el Estado, el presidente. El Estado opresor es un macho violador”.

Los expertos entrevistados por Human Rights Watch describieron los pasos clave que los gobiernos deberían tomar para responder a la violencia sexual. Las sobrevivientes a menudo tienen dificultades para acceder a los servicios. “Necesitamos más servicios de salud dirigidos a las sobrevivientes, necesitamos más servicios legales, necesitamos que la policía esté sensibilizada”, dijo Ambika Satkunanathan, ex comisionada de derechos humanos en Sri Lanka. “Por lo tanto, no es un proyecto a corto plazo, por así decirlo, sino que requiere un cambio a largo plazo para abordar el problema”.

En algunos países es urgente una reforma legal, pero aún más importantes son las brechas en la aplicación de la ley, que niegan justicia a las sobrevivientes. “Tenemos leyes y tenemos ciertos procedimientos”, señaló Farieha Aziz, cofundadora de la organización Bolo Bhi en Pakistán. “Pero es necesario que se implementen”.

Cuando las sobrevivientes buscan justicia, a menudo se encuentran con obstáculos insuperables en los tribunales. Las tasas de condenas por violencia sexual son extremadamente bajas en toda la región. Por ejemplo, en Bangladesh se estima que menos del uno por ciento de los casos de violación investigados por la policía acaban en una condena.

“No se trata solo de que la policía registre el caso”, dijo la Dra. Lhamo Yangchen Sherpa, una experta en Nepal. “Luego tienes que ir a la corte, lo que puede llevar años y años. … [Los acusados] tienen buenos abogados, lo que significa que el caso o se disuelve o se prolonga por mucho tiempo. Es por eso que las víctimas no denuncian o resuelven los casos fuera de los tribunales”.

Las personas sobrevivientes a menudo vuelven a traumatizarse durante el proceso legal. “Los jueces todavía consideran a la víctima como un o una criminal y hacen muchas preguntas que van en contra de la dignidad humana”, dijo Shabnam Salehi, comisionada de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán.

Fundamentalmente, los gobiernos deben hacer más para prevenir la violencia sexual, incluso tomar medidas para acabar con la desigualdad de género en la sociedad. “Un tema por el que hemos abogando y peleado es que la educación sexual integral sea obligatoria en todas nuestras escuelas”, dijo Umama Zillur, fundadora y directora de Kotha, una organización feminista contra la violencia de género en Bangladesh. Muchos niños y niñas en Asia del Sur reciben poca o ninguna educación en la escuela sobre sexualidad, consentimiento y relaciones saludables.

En lugar de tomar las medidas necesarias para lograr un cambio significativo, algunos gobiernos de la región han respondido a las protestas haciendo llamados populistas para ejecutar a los violadores. El primer ministro de Pakistán hizo un llamado para que los violadores sean ejecutados en público. En 2020, Bangladesh impuso la pena de muerte por violación. La ley india permite la pena capital para los infractores reincidentes o para la violación de niños menores de 12 años.

Los expertos coinciden en que la pena de muerte no es una solución. La imposición de la muerte puede disuadir aún más a algunas víctimas a denunciar su caso, y los expertos expresaron su preocupación por los deficientes sistemas de justicia que ejercen ese poder y el impacto de sistemas judiciales débiles en los derechos procesales, incluido el derecho a un juicio justo. “Cuando no se cuenta con un sistema de justicia fuerte, una sentencia de muerte puede resultar en la muerte de una persona inocente”, dijo Ikleela Hameed, fundadora de Voice of Children en Maldivas.

““[La] pena de muerte no es un elemento disuasorio de ningún delito”, dijo Vrinda Grover, una abogada de India. “Deja que el Estado se salga con la suya sin hacer el trabajo que debería hacer para garantizar que mujeres y niñas vivan libremente en este país”.
 

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