La menstruación no es necesariamente un tema que venga a la mente cuando se piensa en derechos humanos sin embargo, este 28 de mayo la perspectiva será diferente, al celebrarse por primera vez el Día Mundial de la Higiene Menstrual. La conmemoración fue establecida por una coalición de organizaciones no gubernamentales para romper con los tabúes relacionados con la menstruación y esta manera. procurar dar un paso importante hacia el reconocimiento de los derechos de las niñas y las mujeres.
En todo el mundo, el acceso a instalaciones sanitarias limpias y recursos para la higiene menstrual son fundamental para tener una vida digna y para la implementación de muchos otros derechos humanos, tales como el derecho a la educación, al trabajo y la salud. La falta de instalaciones de saneamiento y limpieza en las escuelas puede conducir a una baja asistencia escolar e incluso, elevar los índices de deserción entre las niñas. La carencia de recursos para adquirir toallas sanitarias y la ausencia de privacidad e higiene en los baños escolares son razones significativas para que las niñas falten a clases durante la menstruación. Algunas mujeres pierden días de trabajo cuando están menstruando porque sus lugares de trabajo carecen de instalaciones sanitarias limpias. Es absurdo que una función corporal natural como la menstruación represente un obstáculo para la educación y el empleo para las niñas y mujeres en muchas partes del mundo.
La higiene menstrual también juega un papel importante en los derechos humanos de niñas y mujeres con discapacidad. Los padres y tutores que carecen de apoyo para ayudar a una niña o mujer con discapacidad a encargarse adecuadamente de su menstruación pueden verse orillados a buscar medidas más drásticas para poner fin a la menstruación por completo, tales como, la esterilización forzada. No es una decisión que los padres toman a la ligera y a menudo tiene poco que ver con el bienestar de la mujer o de la niña, en su lugar, se dirige a reducir la carga de los cuidadores. La esterilización puede llevarse a cabo a temprana edad, incluso, en niñas que apenas han alcanzado los 10 años y a menudo se realiza sin su consentimiento.
Las escuelas, los lugares de trabajo, y los gobiernos tienen que hacer frente a realidades fundamentales. Todas las mujeres y las adolescentes necesitan baños limpios y seguros. Necesitan suministros para la higiene menstrual y deben contar con la libertad de hablar sobre sus períodos sin vergüenza. La menstruación es una parte normal e integral de la vida humana, de nuestra existencia, y la higiene menstrual es fundamental para la dignidad y los derechos humanos de mujeres y niñas.