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Municiones de racimo: el nuevo uso y las transferencias desafían su prohibición total

Un informe mundial registra los daños causados a civiles por estas armas letales

 

La gente evalúa los daños causados por el ataque con municiones en racimo de la alianza militar sirio-rusa contra el campamento de desplazados de Maram, cerca de la aldea de Kafr Jalis, en la gobernación de Idlib, al noroeste de Siria, el 6 de noviembre de 2022. ©2022, Ali Haj Suleiman/Getty Images
  • Los ataques con municiones de racimo mataron o hirieron al menos a 987 personas en 2022, 890 de ellas en Ucrania. El 95 por ciento de las víctimas eran civiles.
  • Las municiones de racimo están prohibidas en todo el mundo porque causan daños a civiles tanto inmediatos como a largo plazo, dejando tras de sí restos sin explotar que actúan como minas terrestres durante años.
  • Los daños causados a la población civil por el nuevo uso de municiones de racimo y las recientes transferencias de este tipo de armas demuestran la urgente necesidad de que todos los países se sumen a su prohibición internacional.

(Ginebra, 5 de septiembre de 2023) – Los daños causados a la población civil por el nuevo uso de municiones de racimo y las recientes transferencias de estas armas demuestran la urgente necesidad de que todos los países se adhieran a la prohibición internacional de las municiones de racimo, señaló hoy Human Rights Watch al publicar el informe mundial de 96 páginas Monitor de Municiones de Racimo 2023.

“Las municiones de racimo son armas aborrecibles que están prohibidas en todo el mundo porque causan daños y sufrimiento a la población civil tanto de forma inmediata como a largo plazo”, señaló Mary Wareham, directora de incidencia de la división de armas de Human Rights Watch y editora del Monitor de Municiones de Racimo 2023. “Es inconcebible que sigan muriendo civiles por ataques con municiones de racimo 15 años después de que estas armas fueran prohibidas”.

Las municiones de racimo pueden lanzarse desde tierra mediante sistemas de artillería, cohetes, misiles y proyectiles de mortero, o arrojarse desde aviones. Suelen abrirse en el aire, dispersando múltiples submuniciones o pequeñas cargas explosivas en un amplio radio. Muchas submuniciones no estallan en el momento del primer impacto, por lo que dejan peligrosos restos similares a las minas terrestres que, durante años, pueden causar muertes y mutilaciones indiscriminadas, hasta que son retiradas y destruidas.

Durante 2022 –el último año cubierto por las estadísticas de víctimas del informe— el 95 % de las víctimas de municiones de racimo registradas por el Monitor fueron civiles. Los ataques con municiones de racimo mataron o hirieron al menos a 987 personas en 2022, 890 de ellas en Ucrania. Rusia ha utilizado municiones de racimo en repetidas ocasiones en Ucrania desde su invasión a gran escala del país el 24 de febrero de 2022, causando muertos y heridos entre la población civil. Las fuerzas ucranianas también han utilizado municiones de racimo, causando víctimas civiles. El ejército de Myanmar y las fuerzas gubernamentales sirias utilizaron municiones de racimo en 2022, causando más daños a civiles. Ninguno de estos países ha firmado o ratificado el tratado internacional que prohíbe estas armas letales.

El Monitor de Municiones en Racimo no registró nuevas víctimas de ataques con municiones de racimo en 2021, pero identificó al menos 149 víctimas de restos de ataques anteriores con municiones de racimo, principalmente de submuniciones sin estallar. En 2022, hubo un total de al menos 185 víctimas de restos de municiones de racimo en Azerbaiyán, Irak, Laos, Líbano, Siria, Ucrania y Yemen. Los niños representaron el 71 % de todas las víctimas de restos de municiones de racimo en las que se registró el grupo de edad.

Rusia ha utilizado reservas de municiones de racimo antiguas y nuevas en Ucrania en 2022 y la primera mitad de 2023. En julio de 2023, Estados Unidos comenzó a transferir a Ucrania una cantidad no especificada de sus existencias de municiones de racimo lanzadas por artillería de 155 mm, que disparan submuniciones DPICM que tienen una tasa de fallo de munición sin estallar (UXO) de entre el 6 y el 14 por ciento. Al menos 21 líderes gubernamentales y funcionarios, entre ellos de países que apoyan el esfuerzo bélico de Ucrania, criticaron la decisión del gobierno estadounidense de transferir estas armas.

“El mayor obstáculo para los países que tratan de erradicar las municiones de racimo son los gobiernos que no están dispuestos a adherirse a la Convención y que socavan sus principios al utilizar o transferir estas armas”, declaró Wareham. “En general, los países que han prohibido las municiones de racimo están logrando progresos constantes para destruir sus arsenales y limpiar las zonas contaminadas, a pesar de las numerosas dificultades”.

Un total de 112 países han ratificado la Convención sobre Municiones de Racimo de 2008 y otros 12 la han firmado, lo que indica su voluntad de acatar sus disposiciones. Nigeria ratificó la Convención el 28 de febrero; Sudán del Sur lo hizo el 3 de agosto.

No hay informes confirmados ni denuncias de nuevos usos, producción o transferencias de municiones de racimo por parte de ningún Estado Parte desde que se adoptó la Convención en Dublín (Irlanda) el 30 de mayo de 2008.

Desde 2008, las partes en la Convención han destruido colectivamente casi 1,5 millones de municiones de racimo y 178,5 millones de submuniciones, lo que representa el 99 % de las existencias de municiones de racimo que han declarado tener almacenadas. Bulgaria destruyó la última de sus existencias de municiones de racimo en junio. Bulgaria, Perú y Eslovaquia destruyeron al menos 4.166 municiones de racimo almacenadas y 134.598 submuniciones durante 2022 y la primera mitad de 2023.

El Monitor de Municiones de Racimo 2023 hace un seguimiento de los esfuerzos realizados para erradicar las municiones de racimo por todos los países, independientemente de si se han adherido o no al tratado. El informe reveló que 26 países y otras 3 áreas están contaminadas o se sospecha que están contaminadas por restos de municiones de racimo. En virtud de la Convención, los Estados parte contaminados por municiones de racimo limpiaron colectivamente más de 93 kilómetros cuadrados de tierras afectadas en 2022, destruyendo al menos 75.779 submuniciones y otros restos de municiones de racimo.

“Las municiones de racimo son armas ampliamente estigmatizadas por razones éticas, legales y humanitarias”, afirmó Wareham. “Los gobiernos que se oponen al estigma contra las municiones de racimo deberían reconsiderar su postura a la luz del terrible daño que causan estas armas y adherirse a la prohibición internacional”.

El Monitor de Municiones de Racimo 2023 es el informe anual de seguimiento que publica la Coalición contra las Municiones de Racimo (CMC), una red mundial de organizaciones no gubernamentales cofundada y presidida por Human Rights Watch. El informe se presentará a los Estados que asistan a la 11ª reunión anual de la Convención sobre Municiones en Racimo de las Naciones Unidas en Ginebra del 11 al 14 de septiembre.

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