Maash Hussein Abikar muestra las cicatrices que le quedaron cuando soldados de Kenia lo golpearon con la culata de un arma de fuego durante una redada contra personas de origen somalí en Wajir, en diciembre de 2011. Maash Hussein también perdió dos dientes y ahora tiene la visión borrosa en un ojo como consecuencia de la paliza.
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