Sifola, de 13 años, en la casa que comparte con su esposo y sus suegros. Sus padres la sacaron de la escuela y arreglaron su matrimonio porque estaban pasando apuros económicos y querían conservar sus recursos para poder pagar la educación de sus hermanos. Su familia sobornó a funcionarios locales para que falsificaran un certificado de nacimiento que dijera que tenía más de 18 años para poder casarla. 31 de marzo de 2015.
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