A pesar de que Guinea Ecuatorial recibe decenas de miles de millones de dólares por ser el cuarto mayor productor de petróleo de África Subsahariana, la gran mayoría de su población sigue empobrecida debido a la corrupción y la mala gestión oficial. El hallazgo de petróleo a mediados de los noventa ha enriquecido a las élites del país y ha contribuido a consolidar un régimen que ya de por sí era autocrático. La celebración de elecciones libres y justas se les niega a los ciudadanos de Guinea Ecuatorial, y la detención arbitraria y la tortura continúan siendo fenómenos generalizados. El gobierno restringe la labor de los medios de comunicación de forma severa y prácticamente no existe ningún servicio independiente de noticias dentro del país.
El Presidente Teodoro Obiang Nguema, que celebró sus 30 años en el poder en agosto de 2009, anunció en octubre que Guinea Ecuatorial celebraría sus próximas elecciones presidenciales el 29 de noviembre, dando tan sólo seis semanas de aviso. Los líderes de la oposición condenaron este anuncio afirmando que esperaban que las elecciones se celebraran más adelante y, por lo tanto, se encontraban en una posición de desventaja para preparar sus campañas. Durante el año electoral se produjo un aumento de la militarización, una práctica habitual del gobierno de Obiang. En años anteriores, las alegaciones de intentos de un golpe previo a las elecciones sirvieron para justificar el aumento de la presencia militar en las calles y limitar la libertad de movimiento.
Derechos económicos y sociales
El producto interior bruto (PIB) de Guinea Ecuatorial ha aumentado más de un 5.000 por ciento desde 1992. Teniendo en cuenta su enorme riqueza petrolífera y el tamaño relativamente pequeño, con una población de 527.000 habitantes, el país debería ser un modelo de desarrollo. Sin embargo, la falta de financiamiento de servicios sociales esenciales-muy por debajo del promedio regional-hace concluir que los fondos se han desviado innecesariamente de los servicios e instituciones fundamentales para la consecución de los derechos económicos y sociales de los ecuatoguineanos. El PIB per cápita es uno de los más altos del mundo y el más alto de África Subsahariana. Sin embargo, casi el 77 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza, los niveles de pobreza absoluta son equiparables a los de Haití. La esperanza de vida es baja, 52 años, y la mortalidad infantil tiene un nivel elevado de 124 muertes por cada 1.000 nacimientos con vida.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2009 de las Naciones Unidas mostró que, de todos los países enumerados, Guinea Ecuatorial registraba la mayor diferencia entre su clasificación en términos de PIB per cápita y su índice de desarrollo humano, encontrándose en el puesto 118 de 182 países. El Presidente Obiang se muestra insensible ante su obligación de respetar los derechos socioeconómicos, y afirma que la mayoría de los habitantes de su país "viven bien" y los ciudadanos vagos que "no quieren trabajar" deberían "sudar un poco" para ganar dinero. La mayoría de los ecuatoguineanos vive con menos de un dólar al día.
Libertad de expresión y asociación
En 2009, Reporteros Sin Fronteras situó a Guinea Ecuatorial en el puesto 158 de los 175 peores países con respecto a la libertad de prensa. Un pequeño número de publicaciones que no son controladas por el estado aparecen de forma esporádica, pero ninguna de ellas puede informar de manera crítica sobre la actividad gubernamental. A parte de los medios impresos, sólo hay una radio estatal, un canal de televisión estatal y un canal privado de televisión propiedad del hijo del presidente. Un ejemplo particularmente crudo que muestra la situación fue la reclusión durante cuatro meses de un periodista de la Agence France-Presse en la prisión de Black Beach de Malabo, a quien acusaron de difamación por una información equivocada que escribió (y que rápidamente corrigió) sobre el responsable de la aerolínea nacional. El gobierno ataca a sus críticos, incluso llegando a afirmar que los informes de 2009 sobre Guinea Ecuatorial de Human Rights Watch y del Centro por los Derechos Económicos y Sociales (CESR) eran intentos de "chantaje".
La libertad de asociación y asamblea están seriamente restringidas, lo que limita el crecimiento de una sociedad civil capaz de monitorear la actuación del gobierno. No hay organizaciones independientes de derechos humanos registradas legalmente en el país.
Partidos políticos y oposición política
Aunque, en teoría, Guinea Ecuatorial es una democracia pluripartidista, en realidad, el Partido Democrático (PDGE) mantiene un monopolio de la vida política, y los partidos de la oposición son silenciados mediante el uso de procesos penales, detenciones arbitrarias y hostigamiento. Además, no todos los partidos están registrados legalmente. Sólo dos de ellos, la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) y la Unión Popular (UP), se oponen activamente al PDGE y a Obiang.
Detención arbitraria, tortura y condiciones de reclusión
Las detenciones y los arrestos arbitrarios sin garantías procesales son habituales: numerosas personas detenidas se encontraban recluidas por períodos indefinidos sin saber los cargos que pesaban sobre ellos. Tras un ataque contra el palacio presidencial en febrero, diez miembros de la UP fueron detenidos arbitrariamente sin orden de arresto y recluidos sin cargos; al menos dos de ellos fueron torturados. En el momento de escribir este capítulo, dos de los diez detenidos, Marcelino Nguema y Santiago Asumu, seguían recluidos en la prisión de Black Beach.
Aunque la legislación nacional prohíbe la tortura, ésta sigue siendo un problema grave. En julio, Obiang comentó a la prensa española que "no hay tortura" en Guinea Ecuatorial; sin embargo, en enero de 2009, Manfred Nowak, Relator Especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes, concluyó en su informe sobre Guinea Ecuatorial que la tortura se usa regularmente para obtener confesiones. La tortura se utiliza con frecuencia con opositores políticos, delincuentes comunes y personas consideradas críticas con el gobierno. El 22 de febrero, Epifanio Pascual Nguema fue detenido como consecuencia de una información anónima que le acusaba de haber hecho comentarios despectivos sobre el presidente. El 2 de marzo fue torturado severamente durante horas: sufrió heridas en los genitales y no pudo caminar ni mantenerse en pie durante varios días. No recibió atención médica hasta el 23 de marzo.
La tortura es especialmente problemática en los centros de detención. El Departamento de Estado de Estados Unidos citó "la tortura sistemática de presos y detenidos por parte de las fuerzas de seguridad" en su informe de mayo de 2009 sobre Promoción de la Libertad y la Democracia. Nowak también abordó este problema en agosto de 2009, señalando: "los detenidos pasan varias semanas, incluso meses hacinados, en celdas policiales, muchas veces oscuras e inmundas y sin otra cosa que un suelo de cemento, en las que permanecen las 24 horas del día". En las prisiones no se alimenta a los reclusos, por lo que tienen que depender de sus familias para comer. Los presos se ven forzados a meter sus desechos humanos en botellas y bolsas, pues no hay inodoros, y deben dormir por turnos debido a la grave situación de hacinamiento. No hay centros de detención separados para mujeres y niños, que, con frecuencia, están hacinados en celdas con los hombres y expuestos al abuso.
La notoria prisión de Black Beach albergó al conspirador británico de un intento de golpe, Simon Mann, y a sus cómplices sudafricanos, hasta que recibió un indulto presidencial el 3 de noviembre de 2009. Aunque la puesta en libertad de Mann se decretó ostensiblemente por razones médicas, él había facilitado información sobre los presuntos financiadores del golpe y el gobierno consideró que se había "arrepentido de verdad".
Actores internacionales clave
Estados Unidos es el principal socio comercial de Guinea Ecuatorial y las empresas estadounidenses dominan el sector petrolero del país. El gobierno de Bush intentó mejorar las relaciones con Guinea Ecuatorial, en parte como consecuencia de la fuerte presión de la industria petrolera estadounidense. Esta relación del "negocio primero" se mantuvo a costa de discutir temas sobre los derechos humanos y la democracia con Guinea Ecuatorial. El Presidente Obiang otorga un gran valor a la estrecha relación con Estados Unidos, lo que ofrece al gobierno de Obama una oportunidad de entablar una nueva relación en la que se dé prioridad a los derechos humanos y la buena gestión gubernamental. En un discurso pronunciado en julio en Ghana, el Presidente Barack Obama criticó a "los líderes que explotan la economía para enriquecerse" y ofreció su apoyo a los que se esfuerzan por promover el buen gobierno y combatir la corrupción. El gobierno de Obama nombró a un nuevo embajador para Guinea Ecuatorial en julio, quien se refirió al mismo tema en noviembre durante la audiencia para su confirmación. Queda por ver cómo va a exigir este gobierno que Guinea Ecuatorial cumpla estos criterios. Luego de la información hecha pública en noviembre sobre una investigación del gobierno estadounidense que determinó que Teodorín Obiang, hijo del presidente y ministro de agricultura y bosques, había gastado casi 80 millones de dólares en Estados Unidos, la presión sobre el gobierno de Obama aumentó para que se le negara la entrada a Estados Unidos a funcionarios ecuatoguineanos acusados con evidencias de corrupción, y que se confiscaran los bienes adquiridos con el dinero obtenido mediante corrupción.
El ministro de asuntos exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, lideró una delegación numerosa y de alto nivel a Guinea Ecuatorial en julio de 2009. En lugar de presionar firmemente lo relativo a los problemas de derechos humanos, el viaje buscó mejorar las relaciones diplomáticas y explorar oportunidades económicas.
A nivel internacional, hay varias demandas legales por el mal uso de los fondos procedentes del petróleo en Guinea Ecuatorial. En España, una organización de derechos humanos ha acusado al Presidente Obiang y a otros funcionarios del gobierno de extraer dinero de una empresa petrolera estatal y usarlo para comprar casas. Junto con otros grupos, el 19 de marzo de 2008, esa organización también presentó una queja ante la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, alegando que el desvío de la riqueza procedente del petróleo del país por parte de Obiang viola la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. En Francia, Transparency International y la organización de derechos humanos Sherpa presentaron un caso contra el Presidente Obiang acusándole de usar fondos públicos para comprar casas y automóviles de lujo en Francia. El 29 de octubre de 2009, el tribunal dictaminó que las organizaciones tenían la facultad legal para presentar un caso; está previsto que esa decisión se apele.
Aunque Guinea Ecuatorial ha solicitado formar parte de la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, en inglés), los avances reales con respecto a la transparencia de los ingresos han sido lentos. En 2009, el gobierno adoptó algunas medidas para cumplir con los objetivos exigidos para formar parte de la EITI, pero la verificación de su cumplimiento está prevista para marzo de 2010 y existe preocupación en relación con su capacidad para cumplir los requisitos de la EITI, especialmente los relativos a la falta de participación real de la sociedad civil.
En diciembre de 2009, el país fue sometido al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.