España


La otra cara de las Islas Canarias
Violación de los derechos de los inmigrantes y los solicitantes de asilo




(New York: Human Rights Watch, 2002)

II. CONDICIONES DE DETENCIÓN EN LAS INSTALACIONES DEL ANTIGUO AEROPUERTO

Todos los hombres y mujeres que se encuentran detenidos en las instalaciones de Fuerteventura y Lanzarote son inmigrantes que han llegado a España en pateras, desde las costas norteafricanas, principalmente Marruecos y Mauritania. La inmensa mayoría de estos inmigrantes no poseen documentación alguna y, por tanto, tampoco los documentos necesarios para viajar. Se pueden diferenciar dos grupos principales de inmigrantes que llegan a las Islas Canarias en patera, por una parte los norteafricanos, en particular de Marruecos, muchos de los cuales tienen familia en las islas, y del Saharaui4 y por otro lado los africanos subsaharianos provenientes de países como Camerún, Congo, Gambia, Ghana, Guinea-Bisseau, Guinea Conakry, Costa de Marfil, Liberia, Mali, Niger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo5. En la mayoría de los casos, la Guardia Civil española rescata a los inmigrantes en las propias aguas y si no es así los recoge justo después de haber llegado a la costa, proporcionándoles la asistencia humanitaria básica antes de transferirlos a la autoridad de la Policía Nacional que es la responsable de su traslado y detención en las instalaciones del aeropuerto. (Ver la sección sobre el proceso que conduce a la detención).

Masificación

    Es un lugar pequeño (veinte por veinte metros) para mucha gente, entre 200 y 400 personas dependiendo del día, en donde no hay privacidad, donde no hay ventilación, donde no hay buenos baños, y donde no te puedes mover, todo esto para gente joven que ni siquiera ha cometido un crimen. No hay nada más que decir porque las cosas más importantes, comida, un lugar donde dormir, un techo, ellos [la policía] las cubren . . . . No hay trabajadores sociales. Los únicos traductores son voluntarios de Cruz Roja . . . . El problema no es que no quieran que la gente entre, pero que no quieren que los abogados, etcétera vean las condiciones. No es un problema nuevo y más y más gente está viniendo6.

Tanto en Fuerteventura como en Lanzarote ciertas terminales en desuso de los antiguos aeropuertos de las islas han sido convertidas en centros de detención. Las condiciones que presentan estas instalaciones provisionales levantan serias dudas acerca de la situación de los derechos humanos de aquellos allí detenidos. La presente sección se centra en el análisis de las condiciones de detención de las instalaciones de Fuerteventura, aludiendo a las adversas condiciones de Lanzarote cuando esto se considere apropiado7.

Según Cruz Roja Española las instalaciones de Fuerteventura en su conjunto miden aproximadamente treinta por treinta metros (900 metros cuadrados) y se organizan de tal forma que hay un corredor a la entrada, dos habitaciones para los detenidos (una para los hombres y otra para las mujeres), una oficina de policía e instalaciones de duchas y servicios (tres duchas y cuatro retretes para hombres y dos duchas y dos retretes para mujeres)8.

El número de mujeres detenidas en las instalaciones varía desde unas pocas hasta quince o veinte. La mayor parte de las mujeres embarazadas o con niños pequeños no son detenidas. (Ver la sección sobre la detención de menores).

La habitación de los hombres, el área más grande de toda la instalación, que mide aproximadamente veinte por veinte metros (400 metros cuadrados)9 es en realidad la antigua zona de recogida de maletas a la que los pasajeros accedían tras aterrizar en la pista. Este espacio retiene grandes estructuras como las dos antiguas cintas de maletas e incluye también la zona de baño y lavado. En consecuencia, sólo una pequeña parte de este espacio se encuentra en condiciones de ser utilizada como espacio vital cotidiano para los hombres allí detenidos. Se encuentra informalmente dividida en dos partes, una mitad destinada a los norteafricanos y la otra a los africanos subsaharianos. Los colchones y las literas se alinean con las paredes y rodean las cintas de equipaje10. No existe ningún lugar habilitado a los inmigrantes donde puedan guardar sus efectos personales o donde puedan hablar, relajarse o jugar a juegos durante el día; esto sólo pueden hacerlo una vez hayan enrollado sus colchones11.

En este sentido uno de los trabajadores de Cruz Roja Española señaló:

[n]o es un centro de internamiento. No tienen derecho a ver un abogado, a recibir visitas o llamadas telefónicas, no hay lugares abiertos o habitaciones donde puedan jugar a juegos. Ellos viven y duermen en la misma habitación; nunca pueden salir. Nunca hay aire fresco o la posibilidad de ir fuera. Ellos obtienen todo de Cruz Roja, incluidos los cuidados médicos, porque el gobierno no proporciona asistencia médica o sanitaria . . . . Tendría que haber un trabajador social, un médico y un intérprete pero no lo hay. El único teléfono es para la policía. Las visitas no están permitidas; la familia sólo puede dejar cigarrillos o algo12.

Cruz Roja Española afirma que el área asignada a los varones para dormir y vivir tiene unas medidas adecuadas para albergar únicamente a cincuenta detenidos13 y, aunque el número de inmigrantes retenidos en las instalaciones varía dependiendo del número de llegadas, los inmigrantes con los que se entrevistó Human Rights Watch consideran que habitualmente son más de 300 los hombres que se encuentran detenidos en las instalaciones de Fuerteventura. Representantes de las oficinas centrales de Cruz Roja Española en Canarias declararon a Human Rights Watch que durante el momento de nuestra visita a las islas, a finales de octubre, el número de detenidos era cercano a 40014.

Informes posteriores de Cruz Roja Española indican que desde el mes de noviembre del año pasado el número de inmigrantes llegando a las Canarias se ha incrementado considerablemente, elevando en algunos casos el número de detenidos en las instalaciones de Fuerteventura a más de 500 en una semana.15 Esta tendencia al incremento en el número de llegadas no muestra signos de agotamiento. Por el contrario, informes de enero del 2002 indican que el número de inmigrantes llegado a las Islas Canarias durante el otoño del año 2001 es tres veces mayor que la cifra de inmigrantes que habían llegado a la isla en el otoño del 200016. Sólo en los primeros diez días del año 2002 al menos 150 inmigrantes fueron interceptados tratando de llegar a las costas canarias17. Otros 300 inmigrantes llegaron en la quincena subsiguiente18.

En el Foro para la Inmigración de Gran Canaria, llamado a formarse por el gobierno regional de las Islas Canarias en diciembre del 200119, Cruz Roja Española y los médicos voluntarios de las instalaciones de Fuerteventura denunciaron públicamente las condiciones de la terminal del antiguo aeropuerto y además mostraron su preocupación con respecto a la posibilidad de que se produzcan peligrosas epidemias sanitarias20. A comienzos de enero del 2002 los cuatro médicos y las dos enfermeras que voluntariamente prestaban asistencia en las instalaciones de Fuerteventura anunciaron la decisión de acabar con la prestación de estos servicios. Las razones esgrimidas para tal decisión se han basado en su percepción de que el gobierno ha fracasado en su intento de realizar cualquier mejora significativa en las condiciones de estas instalaciones durante el tiempo en que ellos han estado prestando ayuda médica voluntaria, y ésta era una condición fundamental sobre la que se basó el acuerdo original de prestación de sus servicios21. Tanto el gobierno regional como los diversos actores políticos están demandando de forma cada vez más notoria al gobierno nacional que ataje la crisis de la inmigración en las isles22.

Salud y condiciones generales
Los inmigrantes detenidos en las antiguas terminales del aeropuerto de Fuerteventura y Lanzarote viven en unas instalaciones cerradas donde la única luz natural existente se filtra a través de pequeñas ventanas en el techo. No tienen permitido salir de este recinto y tampoco pueden realizar ninguna forma de ejercicio si se tiene en cuenta que la habitación en la que deben vivir y dormir se encuentra atestada de otros inmigrantes, cintas de equipaje y colchones y literas alineadas con las paredes. Tampoco tienen acceso al aire fresco ni existe en las instalaciones un sistema apropiado de ventilación23. Los inmigrantes se quejan, sobre todo, de esta imposibilidad de ver el sol o salir fuera:

    Llegué al campo de Fuerteventura el 12 de septiembre del 2001. . . . Es una prisión. Nosotros ni siquiera vemos el sol. Durante veinte días yo no vi el sol24.

En las instalaciones no hay suficientes retretes ni duchas, y las que hay sólo tienen agua fría. En la actualidad Fuerteventura está equipada con cuatro retretes y tres duchas (uno de cada fue recientemente añadido) para más de 300 personas y últimamente para más de 500. En otras palabras, en el mejor de los casos hay un retrete disponible por cada setenta hombres y en algunas semanas uno por cada 120. No sorprende, por tanto, que los últimos informes indicaran que la zona de baños está frecuentemente inundada: "el agua se escapa por debajo de las puertas y moja los colchones cercanos poniendo en peligro la salud de aquellos que duermen allí"25.

En esta misma línea, tampoco existe ningún tipo de servicio de limpieza para ningún área de las instalaciones del aeropuerto. Se espera, por el contrario, que los inmigrantes se organicen entre sí para limpiar los baños utilizando los productos que en base a consideraciones humanitarias les brinda Cruz Roja Española. No hay tampoco agua caliente y aunque los inmigrantes pueden en teoría lavar a mano su propia ropa no existe ningún tendedero o espacio donde secarla ni zonas donde lavar artículos más difíciles como vaqueros, jerséis o sábanas26. Además la pobre ventilación y la falta de aire fresco o luz del sol convierte en enormemente difícil la tarea de secar la ropa mojada. Por consiguiente los inmigrantes "abandonan. [Las instalaciones] huelen a transpiración, pies y mal aliento"27.

Dado que a Human Rights Watch le fue denegado el acceso a las instalaciones nuestros investigadores no fueron capaces de verificar personalmente las condiciones de detención en estas instalaciones, pero los sólidos testimonios sobre las malas condiciones en las que cientos de inmigrantes son detenidos por períodos de hasta cuarenta días levantan serias preocupaciones acerca de los riesgos para la higiene y la salud a los que éstos se enfrentan.

Hasta hace poco tiempo, algunos médicos y una enfermera voluntaria de Cruz Roja visitaban a las instalaciones de Fuerteventura una o dos veces por semana durante algunas horas28. Cruz Roja Española confeccionaba una lista de pacientes por orden de prioridades (en base a la seriedad de sus dolencias) mientras que para tratamientos críticos o cuidados de emergencia la policía tiene el compromiso de trasladar a los inmigrantes al hospital29.

Los médicos voluntarios en las instalaciones de Fuerteventura consideran que las condiciones generales de detención son problemáticas y no alcanzan un nivel mínimo aceptable. Confirman el hecho de que muchos inmigrantes duermen sobre colchones en el suelo así como que las sábanas no se limpian con regularidad, y mientras que tienen agua y comida30 no tienen prácticamente nada más. El doctor Juan Letang, jefe de cirugía del hospital de Fuerteventura declaró a Human Rights Watch:

    [e]n general tienen muy buena salud. Sólo tienen pequeños problemas médicos, la mayor parte de los cuales se derivan del cambio en el tipo de comida. Los otros problemas son dolores de cabeza y espalda que tienen porque no se mueven y no acceden a la luz del sol o a la ventilación. Todos los problemas de salud que tienen son por las malas condiciones del centro31.

Poco después de la realización de nuestras entrevistas, el número de inmigrantes detenidos en las insuficientes habitaciones sin ventilación alcanzó a más de 500, por lo que el doctor Letang y otros médicos voluntarios que brindaban asistencia se unieron a Cruz Roja en su condena de las condiciones de las instalaciones de detención. Expresaron su preocupación sobre la posibilidad de que las nefastas condiciones unidas a la falta de un control médico rutinario a los detenidos pudiera generar epidemias, en particular de VIH/SIDA y tuberculosis, que son enfermedades endémicas en la mayor parte de los países de origen de estos inmigrantes32.

El doctor Letang comentó a Human Rights Watch que otra de las preocupaciones de los doctores que brindan atención voluntaria en el aeropuerto de Fuerteventura es la relativa a la organización de la "clínica de salud" en las instalaciones:

    No hay espacio para el médico. Sólo hay una pequeña mampara instalada en medio de la habitación de las mujeres. Incluso antes no había ni tan siquiera una cama; lo que si alguien tenía un problema de estómago no podíamos ni siquiera examinarlo. Ahora hay una vieja cama que cedió Cruz Roja y una mesa pequeña y sucia que se supone que tenemos que usar para todo.

    Incluso tenemos que trasladar el botiquín desde la oficina de la policía y hacer todo allí porque la policía tiene tanto miedo a las epidemias que no nos quieren en sus oficinas con pacientes. Nosotros tenemos que hacer todo en la habitación de mujeres. No tenemos los instrumentos que necesitamos. No hay ningún control.

    No hay privacidad. Si le preguntamos a un hombre en inglés acerca de su problema, todas las mujeres pueden oírlo y también la policía. Incluso pueden ver. Sólo en el momento en que alguien tiene que quitarse los pantalones es cuando la policía tiene la decencia de darse la vuelta. No hay cortinas; sólo hay mamparas que dividen y en este momento una de las mamparas se usa como mesa33.

Las condiciones de "la clínica de salud" de las instalaciones del aeropuerto de Fuerteventura restringen las posibilidades de los médicos de proporcionar una asistencia adecuada a los detenidos. La falta de privacidad y la imposibilidad que se les presenta de dirigirse a los doctores con confidencialidad levanta serias dudas acerca de la posibilidad real de los inmigrantes de acceder a una atención sanitaria sujeta a unos niveles mínimos de calidad34.

Human Rights Watch también recibió informes acerca de los problemas relacionados con la distribución de la medicación a los detenidos. Un trabajador de Cruz Roja señaló que los inmigrantes se quejan frecuentemente de no haber recibido su medicación. Sólo después de investigar un poco Cruz Roja es capaz de saber si un médico ha escrito una receta que no ha sido registrada o tomada en consideración35. El doctor Letang confirmó que los pacientes se quejan de no recibir su medicación y agregó que el problema es que "la policía no tiene por qué dársela ya que no es su función. Pero no hay ningún médico para hacerlo. Cruz Roja les da una tarjeta diciendo lo que necesitan y la policía tiene una lista para cuestiones menores sobre lo que necesita la gente para cosas concretas (por ejemplo, paracetamol para dolores de cabeza); si ellos quieren la dan"36. Para los detenidos que están recibiendo medicación también existen problemas con la continuidad del tratamiento una vez que son trasladados de las instalaciones. Básicamente su medicación no se continúa y tampoco se les informa acerca de la medicación que han estado tomando para así poderla continuar en cualquier otro lado.

En el gobierno recae la responsabilidad de asegurar la existencia de un sistema que mantenga las condiciones de salud básicas de los detenidos bajo su custodia, incluyendo la administración de la medicación necesaria entre los períodos de visita semanales o bisemanales de los médicos voluntarios.

En síntesis, los testimonios provenientes de los inmigrantes, las organizaciones de inmigrantes, Cruz Roja y médicos independientes indican que las instalaciones del aeropuerto de Fuerteventura presentan serias limitaciones con respecto a sus condiciones de higiene y sanidad. La pobreza de retretes, duchas y facilidades de lavado así como la escasez de luz natural, aire fresco y ventilación junto con el fracaso de las autoridades españolas en responsabilizarse de la limpieza rutinaria de las instalaciones viola los derechos humanos básicos de los detenidos. Actualmente la organización de la clínica de salud recae únicamente en médicos voluntarios que se ven obligados a trabajar en muy malas condiciones y no incluye revisiones médicas periódicas para prevenir epidemias ni organiza un sistema fiable para la administración de la medicación a los inmigrantes.

Comunicación
Todos los inmigrantes con los que Human Rights Watch mantuvo entrevistas y que estuvieron detenidos en algunas de las instalaciones de los antiguos aeropuertos coinciden en que ellos y los otros detenidos estuvieron imposibilitados para mantener contactos con el mundo exterior. Ekow M.37, un hombre nigeriano de veinticinco años, narró sus experiencias en las instalaciones de Fuerteventura:

    Había un teléfono pero nosotros no teníamos acceso a él. No sé porqué. Nosotros ni siquiera podíamos recibir llamadas. Muchas veces pedimos un número de teléfono y no nos lo daban. No, no teníamos acceso a las visitas; es más o menos como una pequeña prisión. No tienes acceso a nada. Tu estás ahí sólo para dormir, levantarte y hacer cualquier cosa. Recién cuando obtienes tu libertad es cuando tienes la posibilidad de empezar a buscar un abogado, sólo cuando llegas a Las Palmas38.

No hay teléfonos disponibles para los inmigrantes en las instalaciones de Fuerteventura y tampoco pueden recibir llamadas telefónicas, visitas o correo39. Los representantes del gobierno y los agentes de la Unidad de Intervención Policial que custodian las instalaciones de Fuerteventura confirmaron estas informaciones en entrevistas mantenidas con ellos por Human Rights Watch40.

Las organizaciones humanitarias y de inmigrantes también mencionaron que los miembros de las familias marroquíes no pueden acceder a información acerca de sus familiares que sospechan puedan estar detenidos en comisaría o en las instalaciones del aeropuerto de Fuerteventura esperando a ser deportados41. La ley española exige que las autoridades informen a las familias de los detenidos sobre su situación si éstos así lo requieren42. Human Rights Watch no posee información sobre si los detenidos son informados acerca de su derecho de comunicar a su familia su condición de detenido.

Detención de menores
Aunque generalmente los menores no son detenidos en las instalaciones del aeropuerto, Human Rights Watch ha recibido informes de que en ciertas ocasiones niños pequeños sí han sido detenidos. El 23 de enero del 2002, de hecho, la prensa publicó informaciones acerca de la detención de menores en Fuerteventura y Lanzarote, uno incluso de apenas nueve meses43. El 8 de diciembre del 2001 un niño de seis años procedente de Senegal que llegó a Fuerteventura con su padre estuvo detenido durante diez días en las instalaciones del aeropuerto separado de su progenitor. Éste último fue detenido en el área reservada a los hombres mientras que el niño fue llevado a la habitación más pequeña destinada a las mujeres detenidas. Cruz Roja Española informó a Human Rights Watch de que el niño lloró y se orinó en la cama constantemente debido al miedo que tenía44. El 18 de diciembre el niño y su padre fueron trasladados al albergue de Cruz Roja45.

Representantes de CEAR46 en Fuerteventura, organización que ayuda a inmigrantes y solicitantes de asilo en Fuerteventura y que gestiona un centro de menores en Puerto del Rosario, también relataron otro caso en el que un menor fue llevado a un centro de menores y consecuentemente separado de sus padres ya que éstos permanecieron detenidos en las instalaciones del antiguo aeropuerto. El niño, que era marroquí y de aproximadamente once años, fue llevado al centro de menores que gestiona CEAR en Puerto del Rosario mientras que su madre se encontraba detenida en el aeropuerto de Fuerteventura. El niño y su madre no tuvieron contacto durante aproximadamente una semana, tiempo tras el cual la Policía Nacional se llevó al niño del centro de CEAR. Aunque el niño ya había abandonado el centro en el momento de la visita de Human Rights Watch, otros niños en el centro así como una de las maestras confirmaron su presencia reciente y comentaron que pasaba gran parte del tiempo llorando por su madre47. CEAR cree que el niño y su madre fueron deportados conjuntamente a Marruecos48. La falta de cooperación por parte de la Policía Nacional en Fuerteventura hicieron imposible obtener más información o algún tipo de comentario oficial a este respecto.

La obligación de España con respecto a los menores inmigrantes, según los preceptos de la ley internacional, es particularmente alta. No sólo los niños no deben ser separados de sus padres en contra de su voluntad y en contra de su propio beneficio sino que no deben ser detenidos con adultos con los que no mantienen ninguna relación o en instalaciones que no están preparadas para asegurar su seguridad física y psicológica y su bienestar. (Ver la sección Criterios europeos e internacionales (Detención de menores).)

Posición oficial
Human Rights Watch mantuvo contactos con personal de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales de Canarias así como con el Subdirector de Inmigración y el Director de la Oficina para Extranjería y Documentación de la Policía Nacional en Madrid, éstos dos últimos pertenecientes al Ministerio del Interior.

El Subdirector de Inmigración, Carlos Guervós, declaró que "por supuesto que la administración española no está satisfecha con las instalaciones que tenemos en los aeropuertos. . . . Después de la visita del Secretario de Estado para la Inmigración, Enrique Fernández Miranda, estábamos seguros de que teníamos que hacer algo"49. Marcial Morales, Consejero de Empleo y Asuntos Sociales de Canarias, quien visitó las instalaciones de Fuerteventura las describió como un lugar donde "sólo se puede trabajar durante un corto período de tiempo porque no hay privacidad, aire fresco, luz del sol"50. Él también señaló que "[e]s sólo para emergencias pero se ha mantenido así por meses. Nosotros y las ONGs estamos demandando nuevas instalaciones desde hace ya mucho tiempo"51.

En una entrevista con Human Rights Watch, el Jefe de la Oficina para Documentación y Extranjería (Policía Nacional española, Ministerio del Interior), Manuel Prieto, señaló que:

    La situación en las islas está siempre en los medios. . . . Estamos trabajando para solucionarla. Tienen que pensar que es temporal. Las habitaciones [instalaciones del aeropuerto] incluso pertenecen al aeropuerto, no a nosotros. Nosotros no queremos inmigrantes en las calles. Quiero insistir en que no es que la administración no se ocupe de este fenómeno, pero es que es realmente nuevo. Cuando las situaciones son nuevas es difícil encontrar soluciones. . . . Nosotros no podemos sentir satisfacción viendo esto. . . . Es un procedimiento de emergencia52.

El Ministerio del Interior indicó que el gobierno español planifica construir nuevos centros de detención pero no está claro cuando comenzarán estas construcciones. Human Rights Watch no pudo confirmar ningún plan concreto a este respecto a pesar de la urgencia de la situación en Fuerteventura53. Además, ni el Departamento de Inmigración del Ministerio del Interior ni la Policía Nacional parecen creer que las medidas provisionales como el acceso a las llamadas telefónicas, las visitas o el ejercicio sean viables54.

Human Rights Watch reconoce la difícil posición del gobierno español debido al rápido crecimiento de la inmigración en España en los últimos años. De todas formas las nefastas condiciones de detención para los inmigrantes en las Islas Canarias se han mantenido y han empeorado en los últimos años hasta el punto de llegar a la situación actual que en particular en Fuerteventura ha adquirido proporciones de emergencia. El gobierno español simplemente no puede esperar la construcción de nuevas instalaciones de detención para abordar la sistemática violación de los derechos humanos de los inmigrantes que se está produciendo.


CAPÍTULO III

4 Por "Saharauis" Human Rights Watch entiende las personas nacidas en el territorio bajo disputa del Sáhara Occidental. Esta región es calificada por la comunidad internacional como territorio no autónomo. La mayor parte del territorio se encuentra actualmente bajo el control de facto de Marruecos.

5 Esta lista fue elaborada en base a las nacionalidades de los inmigrantes con los que Human Rights Watch mantuvo entrevistas.

6 Entrevista de Human Rights Watch, doctor Juan Letang, Jefe de Cirugía en el Hospital de Fuerteventura, Puerto del Rosario, 1 de noviembre 2001, describiendo las instalaciones del aeropuerto de Fuerteventura.

7 La mayor parte de la información acerca de las condiciones de detención obtenida por nuestros investigadores a finales del mes de octubre y de noviembre del 2001 pertenecen a las instalaciones de Fuerteventura. Además, Human Rights Watch también entrevistó a siete inmigrantes que habían estado recientemente detenidos en las instalaciones del aeropuerto de Lanzarote en su llegada a Canarias así como a organizaciones humanitarias y de inmigrantes que proporcionan servicios a los inmigrantes en Lanzarote. Estas organizaciones humanitarias y de inmigrantes consideran que los inmigrantes en Lanzarote, al igual que los de Fuerteventura, son detenidos en un espacio masificado e inapropiado donde la luz natural es limitada y carece de ventilación o aire fresco. Los inmigrantes no tienen acceso a ningún tipo de ejercicio ni pueden comunicarse con el mundo exterior o recibir visitas. A todas las organizaciones, a excepción de Cruz Roja, se le deniega el acceso para ver o hablar con los inmigrantes. Entrevistas de Human Rights Watch con inmigrantes, Las Palmas, 3 de noviembre 2001; Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Lanzarote Acoge, 31 de octubre 2001; Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002. En este caso no se proporcionan nombres de los trabajadores de Cruz Roja debido a que algunos de ellos solicitaron permanecer en el anonimato.
Está claro que aunque algunos de los aspectos observados en Lanzarote no son tan nefastos como el caso de Fuerteventura (por ejemplo la extrema masificación y precariedad de los baños), las condiciones se presentan, sin embargo, por debajo de unos mínimos aceptables y requieren las mismas inmediatas medidas provisionales propuestas en la sección de Síntesis y Recomendaciones de este mismo informe. Esto último es particularmente cierto teniendo en cuenta que la razón principal por la que Lanzarote es considerado "mejor" que Fuerteventura se basa simplemente en el hecho de que menor cantidad de inmigrantes se encuentran detenidos allí porque en menor número llegan a la isla, reduciendo por tanto la masificación en unas condiciones con una base negativas. En este momento es importante destacar que a pesar de que se producen menor número de llegadas a Lanzarote que a Fuerteventura (menos del 20 por ciento de los inmigrantes que llegan a Canarias lo hacen a Lanzarote) informes recientes indican que las rutas de pateras están modificándose para dirigirse a Lanzarote. Tomás Bárbulo, "Las pateras que zarpan del Sahara cambian su ruta y colapsan las instalaciones de Lanzarote", El País, 19 de octubre 2001. Estadísticas de enero del 2002 indican que el número de inmigrantes que llegaron a Lanzarote durante ese mes representa aproximadamente el 25 por ciento del total del año anterior. Ver "La llegada de menores inmigrantes se ha incrementado un 97% en Fuerteventura", La Provincia, 31 de enero 2002.

8 La Policía Nacional española añadió duchas y retretes adicionales en el segundo semestre del año 2001 generando el número que existe en la actualidad. Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.

9 Los diferentes informes acerca de las medidas de las instalaciones de Fuerteventura son contradictorios. Cruz Roja Española, quien tiene acceso cotidiano a estas instalaciones, informó a Human Rights Watch de que la zona del antiguo aeropuerto utilizada para la detención de inmigrante mide aproximadamente treinta metros por treinta y que el área donde viven y duermen los hombres tiene una medida aproximada de veinte por veinte metros. Durante el mes de enero del 2002 Cruz Roja Española verificó estas medidas tras una entrevista telefónica. Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001; Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), 17 de diciembre 2002. Sin embargo mirar Tomás Bárbulo, "Un aeropuerto convertido en infierno para inmigrantes", El País, 17 de diciembre 2002.

10 Cruz Roja Española no conoce el número exacto de literas y colchones disponibles pero está al tanto de que algunas de las camas se encuentran rotas. Estima que hay suficientes camas para unas 200 o 250 hombres detenidos, con colchones suplementarios en el suelo. Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001. Recientes informes de prensa indican que 31 de enero 2002 el ejército español añadió nuevas camas a las instalaciones de Fuerteventura. Ver Juan Manuel Pardellas, "Un centenar de inmigrantes, detenidos en Fuerteventura, Lanzarote y Algeciras", El País, 1 de febrero 2002.

11 Entrevistas de Human Rights Watch con inmigrantes, Las Palmas, 31 de octubre y 1 de noviembre 2001; Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.

12 Entrevista de Human Rights Watch, Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.

13 Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), 17 de diciembre 2001.

14 Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Las Palmas), Las Palmas, 30 de octubre 2001.
Aunque las condiciones en Lanzarote son mejores a las referidas para el aeropuerto de Fuerteventura en relación a la masificación, se encuentran habitualmente detenidos en Lanzarote cien inmigrantes, a veces 200, en habitaciones de dimensiones similares a las de Fuerteventura. Por el momento hay suficientes camas para todos los detenidos pero el reciente traslado de cuarenta y cinco inmigrantes desde el aeropuerto de Fuerteventura a las instalaciones de Lanzarote levanta serias sospechas de que el gobierno español (o las autoridades regionales) planean desarrollar una estrategia a corto plazo consistente en realojar a los detenidos en instalaciones con las mismas condiciones nefastas aunque menos masificadas en lugar de apuntar a la profunda inadecuación de las actuales instalaciones provisionales de las Islas Canarias. Cruz Roja Española expresó su preocupación respecto a que el traslado de inmigrantes de Fuerteventura a Lanzarote sólo pueda aliviar la masificación de Fuerteventura en un grado muy pequeño, mientras que el aumento del número de detenidos en Lanzarote pudiera empeorar significativamente las ya inadecuadas condiciones de las instalaciones. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002. Ver también Juan Manuel Pardellas, "Canarias exige competencias en inmigración y control de fronteras", El País, 22 de diciembre 2001.

15 Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), 17 de diciembre 2001. Ver también Pardellas, "Canarias exige competencias . . . ", El País.

16 Ver Tomás Bárbulo, "Las pateras se desplazan de Andalucía a Canarias tras el 11 de septiembre", El País, 10 de enero 2002. Algunos expertos defienden la hipótesis de que el aumento en las llegadas a Canarias durante el otoño del 2001 se debe al aumento de control de las rutas que cruzan el Estrecho de Gibraltar hacia las costas de Andalucía después del los ataques del 11 de septiembre del 2001. Idem.

17 Ver Tomás Bárbulo y Juan Manuel Pardellas, "El PSOE pide un plan de urgencia para la inmigración en Canarias", El País, 11 de enero 2002.

18 "En busca de un lugar mejor", La Provincia, 27 de enero 2002.

19 El foro fue creado por el gobierno regional de las Islas Canarias con el propósito de discutir las políticas de inmigración entre los representantes del gobierno central, regional y local y las organizaciones humanitarias y no gubernamentales que trabajan en ámbitos de la inmigración. La sesión del 11 de diciembre 2001 apuntó entre otras cuestiones las condiciones de las instalaciones del aeropuerto así como debatió la idea de la construcción de nuevas instalaciones de detención.

20 Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), 17 de diciembre 2001.

21 Ver Juan Manuel Pardellas, "Los inmigrantes hacinados en Fuerteventura dejan de recibir atención médica" El País, 10 de enero 2002.

22 Ver Juan Manuel Pardellas, "Canarias exige competencias en inmigración y control de fronteras", El País, Bárbulo y Pardellas, "El PSOE pide un plan de urgencia . . .", El País.

23 Entrevistas de Human Rights Watch con inmigrantes, Las Palmas, del 29 de octubre al 3 de noviembre 2001; Entrevista de Human Rights Watch a una trabajadora social que previamente trabajó para Cruz Roja Española distribuyendo kits médicos en las instalaciones de Fuerteventura, Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.
En Lanzarote la ventilación es igual de pobre. Según Cruz Roja Española ninguna de las ventanas del techo puede abrirse y nunca entra aire fresco. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002.

24 Entrevista de Human Rights Watch, hombre de cuarenta años de Guinea-Bisseau, Las Palmas, 3 de noviembre 2001.

25 Tomás Bárbulo, "Un aeropuerto convertido en infierno . . .", El País.

26 En Lanzarote hay entre tres y cuatro retretes. Sin embargo, en base a las entrevistas con inmigrantes llevadas a cabo por Human Rights Watch, se puede asegurar que no existen duchas a las cuales los detenidos tengan un acceso libre. La policía los debe escoltar en grupos a unas instalaciones fuera del edificio cuando éstos solicitan ducharse. Entrevista de Human Rights Watch con siete inmigrantes que estuvieron detenidos en las instalaciones del aeropuerto de Lanzarote, Las Palmas, 3 de noviembre 2001. Cruz Roja Española confirmó estos datos en una entrevista posterior. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002.

Un trabajador social que previamente trabajó en las instalaciones del aeropuerto de Fuerteventura declaró a Human Rights Watch:

    No hay suficientes camas. Tienen colchones de espuma para dormir. La idea era que pudiesen cambiar las sábanas cada semana pero en la práctica utilizan las mismas sábanas y mantas durante cuarenta días.

Entrevista de Human Rights Watch, Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.

27 Tomás Bárbulo, "Un aeropuerto convertido en infierno . . ." El País, citando a Els van Leemput, trabajador de Cruz Roja Española.

28 Estos voluntarios han suspendido su trabajo en las instalaciones como protesta ante las condiciones de las instalaciones. Ver el debate anterior (la sección de Masificación).

29 La atención médica ofrecida por los médicos voluntarios de Cruz Roja a los detenidos en Lanzarote es comparable a la descrita para el caso de Fuerteventura. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002.

30 En las instalaciones de ambos aeropuertos los inmigrantes tienen tres comidas al día. En Fuerteventura la comida de la mañana consiste en un bocadillo de pan con queso o carne, leche y zumo. La comida de la tarde, la más importante del día, la proporciona el servicio de catering de las compañías aéreas (similares a aquellas que se dan a los pasajeros) y un postre. Y la comida de la noche consiste en otro bocadillo. Tienen agua durante todo el día. Aunque los inmigrantes se quejan de que no les gusta la comida y de que ésta no es fresca, los doctores con los que Human Rights Watch mantuvo entrevistas no consideran que la comida sea de mala calidad. Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001; Entrevista telefónica de Human Rights Watch, doctor Pedro Media, 1 de noviembre 2001; Entrevista de Human Rights Watch, doctor Juan Letang, Puerto del Rosario, 1 de noviembre 2001. De todas formas un representante de Cruz Roja Española que trabaja en las instalaciones de Fuerteventura recientemente declaró que la comida es inadecuada y que con frecuencia es distribuida en horarios erráticos. Tomás Bárbulo, "Un aeropuerto convertido en infierno para inmigrantes", El País; Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 17 de diciembre 2002.

31 Entrevista de Human Rights Watch, doctor Juan Letang, Puerto del Rosario, 1 de noviembre 2001

32 Tomás Bárbulo, "Un aeropuerto convertido en infierno . . .", El País.

33 Entrevista de Human Rights Watch, doctor Juan Letang, Puerto del Rosario, 1 de noviembre 2001.

34 Cruz Roja Española comentó a Human Rights Watch que los médicos en Lanzarote presentan la misma disconformidad con respecto a las zonas donde deben llevar a cabo las revisiones físicas de los detenidos. La habitación para revisiones es un lugar pequeño (generalmente ocupado por la policía) donde si bien la falta de privacidad debe ser menos seria que en el caso de Fuerteventura, el nivel de higiene no es el apropiado para una clínica médica y también es causa de preocupación. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002.

35 Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001

36 Entrevista de Human Rights Watch, doctor Juan Letang, Puerto del Rosario, 1 de noviembre 2001.

37 Nombre ficticio.

38 Entrevista de Human Rights Watch, Las Palmas, 30 de octubre 2001.

39 Entrevista de Human Rights Watch con inmigrantes, Las Palmas, 30 de octubre-1 de noviembre 2001. Las instalaciones de Lanzarote son igual de restrictivas. No hay teléfonos públicos y los inmigrantes no pueden recibir visitas o correo. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española, 4 de enero 2002. Un abogado de Lanzarote Acoge, la organización no gubernamental más importante que trabaja con inmigrantes en Lanzarote, comentó a Human Rights Watch que, al igual que en Fuerteventura, los abogados y las organizaciones no gubernamentales no pueden visitar las instalaciones del aeropuerto de Lanzarote. Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Carmen Steinert, abogada, Lanzarote Acoge, 19 de diciembre 2001.

40 Entrevista de Human Rights Watch, Carlos Guervós, Subdirector de Inmigración, Ministerio del Interior, Madrid, 12 de noviembre 2001; Entrevista de Human Rights Watch, oficial de la Unidad de Intervención Policial (fuerzas especiales de la policía), Fuerteventura, 1 de noviembre 2001.

41 Entrevista de Human Rights Watch, CEAR (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001; Entrevista de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.

42 Ver ley 8/2000 (Sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social) en combinación con la Sección 2ª (Centros de Internamiento para Extranjeros), Artículo 127(4) del Reglamento de Ejecución de la Ley de Extranjería.

43 Juan Manuel Pardellas, "Interior devuelve a Marruecos a 200 'sin papeles' retenidos en Fuerteventura", El País, 23 de enero 2002, señalando que el mismo 23 de enero la Guardia Civil había detenido a cien inmigrantes para trasladarlos posteriormente a las instalaciones de Fuerteventura y Lanzarote, incluyendo a un bebé de nueve meses y a otros seis menores en Fuerteventura y cuatro en Lanzarote.

44 Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Cruz Roja Española (Fuerteventura), 17 de diciembre 2001.

45 Tomás Bárbulo, "El Gobierno canario rechaza el centro de inmigrantes en un antiguo cuartel de la Legión en Fuerteventura", El País, 19 de diciembre 2001.

46 La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) es una de las principales organizaciones de ayuda al refugiados y asilados en España. Tiene siete oficinas repartidas por el territorio, incluyendo una en Las Palmas y otra en Fuerteventura.

47 Entrevista de Human Rights Watch, CEAR (Fuerteventura) centro de menores, Puerto del Rosario, 1 de noviembre 2001. En relación a la cuestión de la separación del niño de su madre, Human Rights Watch notó durante su visita al centro que éste es un edificio abierto cerca del puerto de Puerto del Rosario donde los niños de todas las edades están mezclados y pueden entrar y salir libremente sin ninguna supervisión relevante.

48 Entrevista de Human Rights Watch, Pedro Santana, Coordinador, CEAR (Fuerteventura), Puerto del Rosario, 31 de octubre 2001.

49 Entrevista de Human Rights Watch, Carlos Guervós, Subdirector de Inmigración, Ministerio del Interior, 12 de noviembre 2001. El Secretario del Estado para la Inmigración (Ministerio del Interior), Enrique Fernández Miranda, fue nombrado en su cargo el 3 de mayo del año 2000. Su función principal es formular políticas en relación a los derechos de los inmigrantes y asilados así como coordinar y promover las actividades relacionadas con este ámbito.

50 Entrevista telefónica de Human Rights Watch, Madrid, 5 de noviembre 2001.

51 Idem.

52 Entrevista de Human Rights Watch, Madrid, 14 de noviembre 2001.

53 Entrevista de Human Rights Watch, Carlos Guervós, Subdirector de Inmigración, Ministerio del Interior, 12 de noviembre 2001; Entrevista de Human Rights Watch, Manuel Prieto, Director de la Oficina de Extranjeros y Documentación, José García Santalla, Jefe de la Unidad Central para Extranjería (Oficina de Extranjeros y Documentación) y José Ramón Pérez García, Jefe de Estadísticas, Policía Nacional (en el Ministerio del Interior), 14 de noviembre 2001. Ver también la nota 2 de este informe.

54 Idem.


CAPÍTULO III
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