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Irak — Las fosas comunes continúan sin protección
Localidades cerca de Basora están siendo alteradas

(Basora, 11 de mayo de 2003) — Las fuerzas de la coalición deben asegurar inmediatamente las localidades donde existen potenciales fosas comunes de modo que se pueda conservar la evidencia necesaria para identificar los restos e iniciar procesos criminales contra los violadores de los derechos humanos, reclamó hoy Human Rights Watch.

Sólo la acción inmediata de las fuerzas de la coalición puede preservar la evidencia para todas las familias y para cualquier procedimiento legal en el futuro.

Sam Zia-Zarifi, Investigador de Human Rights Watch


Durante las pasadas dos semanas, varias fosas comunes cerca de Basora han sido excavadas sin antes efectuarse análisis forenses, posiblemente haciendo más difícil o hasta casi imposible la identificación precisa de los restos, algo que permitiría comenzar las investigaciones criminales adecuadas. Human Rights Watch ha identificado de manera directa varias fosas comunes donde los cadáveres han sido removidos para ser vueltos a sepultar sin ningún análisis forense.

"La personas están excavando fosas comunes alrededor de Basora a un ritmo más acelerado", dijo Sam Zia-Zarifi, un investigador de Human Rights Watch. "Están desesperadas por obtener información acerca de sus familiares desaparecidos. Si las fuerzas de la coalición no aseguran las localidades y le demuestran a estas personas que se van a iniciar procesos para contestar sus preguntas, una enorme cantidad de evidencia sobre el pasado sangriento de Irak va a ser destruida."

El 20 de abril, Human Rights Watch solicitó ayuda de las fuerzas de la coalición para asegurar una de dichas localidades al oeste de al-Zubayr, cerca de Basora. A pesar de las promesas hechas por la Oficina de Reconstrucción y Asistencia Humanitaria (ORHA), que es responsable de ese tipo de actividad, a partir del 6 de mayo Human Rights Watch no ha visto señales de que el lugar esté siendo propiamente asegurado o preparado para una investigación.

La presunta localidad probablemente se originó durante la represión de la insurrección chiíta en marzo de 1999. Los investigadores de Human Rights Watch entrevistaron a Settar Khalaf, un pastor que vive cerca, quien relató que en la primavera de 1999 vio cómo una excavadora hizo tres zanjas en un área remota donde él regularmente llevaba su rebaño. La mañana siguiente vio varios autobuses y seis autos del partido Baas llegar al lugar. Escondido como a trescientos cincuenta metros de los vehículos, Khalaf vio a hombres con vestimenta militar salir de los autos y sacar de los autobuses a prisioneros vendados y esposados. De acuerdo a sus estimados, de 80 a 100 personas podrían haber estado en los autobuses. Los prisioneros fueron llevados en fila hasta las zanjas, donde fueron colocados uno a uno. Segundos más tarde, los hombres en uniforme les dispararon por varios minutos con ametralladoras y pistolas. Luego una excavadora cubrió las zanjas.

Una fosa común cerca de la estación de combustible al-Andules, al noroeste de Basora, fue desenterrada hace dos semanas por familiares que buscaban a sus parientes desaparecidos. De acuerdo a un testigo ocular que prefiere mantenerse anónimo, en 1991 diecisiete personas fueron llevadas en autobús al lugar, donde les dispararon y lanzaron sus cuerpos a las zanjas. Al menos una de las personas logró escapar y le informó a los familiares la ubicación de la fosa. Hace dos semanas los parientes fueron al lugar y removieron los restos.

Otra localidad, en el vecindario de al-Mishraq al-Jedid, cerca de la plaza Saad, podría contener entre 300 y 500 cuerpos, aparentemente enterrados después de la insurrección de 1991. Ahmad Quazem, un mecánico de 32 años que tiene un taller de reparaciones cerca de allí, le dijo a Human Rights Watch que en 1991 vio cómo hombres en uniforme enterraban cuerpos usando excavadoras. Hace cinco días, un grupo de civiles, entre los cuales Quazem dijo había extranjeros, hizo un intento por desenterrar la fosa pero no logró ubicar el lugar exacto.

"Dado el número de víctimas que se estima están enterradas en esa fosa, es crucial que el lugar se delinee, que se recojan datos antemortem de los familiares y que se sigan otros procedimientos para asegurar que las acciones apresuradas de unos pocos no comprometan la necesidad de verdad y justicia de todos", dijo Zia-Zarifi. "Sólo la acción inmediata de las fuerzas de la coalición puede preservar la evidencia para todas las familias y para cualquier procedimiento legal en el futuro."


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