Golfo Pérsico Las cargas sin detonar de las bombas-racimo de los EE.UU. son una amenaza Advertencia sobre el uso de bombas-racimo en Irak (Washington, DC, 18 de marzo de 2003) Peligrosas cargas explosivas sin detonar de las bombas-racimo que usaron las fuerzas aliadas en la guerra del Golfo Pérsico de 1991 aún están siendo encontradas y destruidas en Kuwait a la sorprendente proporción de 200 por mes, según documentos oficiales obtenidos por Human Rights Watch.
Human Rights Watch publicó hoy un documento informativo advirtiendo sobre el uso de bombas-racimo en Irak. Documentos del Ministerio de Defensa Kuwaití demuestran que 2,400 cargas explosivas sin detonar de municiones de bombas-racimo fueron encontradas y destruidas en Kuwait en el 2002 y una cantidad similar el año anterior. "El uso de municiones racimo en Irak pondrá en peligro a la población civil durante muchos años", dijo Mark Hiznay, investigador senior de Human Rights Watch y autor del nuevo documento informativo. "Las bombas-racimo también amenazan a los soldados de los EE.UU. y a sus aliados durante el combate." Human Rights Watch ha emitido análisis sobre el uso de bombas-racimo por los EE.UU. en el Golfo Pérsico, en Kósovo y en Afganistán. Durante la guerra de 1991 en el Golfo, los Estados Unidos y la coalición de aliados lanzaron bombas con alrededor de veinte millones de submuniciones, y también presuntamente dispararon proyectiles de artillería que contenían más de treinta millones de submuniciones. Esto resultó en millones de peligrosas cargas sin detonar, cada una funcionando como una mina antipersonal indiscriminada. Por lo menos ochenta muertes de soldados de los EE.UU. se atribuyeron a cargas sin detonar de municiones racimo. Más de 4,000 civiles han muerto o han sido heridos por cargas de municiones racimo desde que terminó la guerra. Human Rights Watch llamó la atención sobre cuatro tipos de bombas-racimo en particular que han tenido una alta proporción de fracaso en combate o en pruebas:
Los Estados Unidos tiene municiones racimo que contienen más de mil millones de submuniciones en sus depósitos actuales, incluyendo más de 434 millones de submuniciones de artillería DPICM de 155 milímetros y más de 309 millones de submuniciones de cohetes MRLS. Human Rights Watch ha hecho un llamado para que se establezca una moratoria global sobre el uso de municiones racimo hasta que se atiendan los problemas humanitarios que causan. De no establecerse ese compromiso, Human Rights Watch solicita urgentemente que los Estados Unidos, el Reino Unido y los otros países que puedan utilizar las municiones racimo en Irak, sigan los siguientes pasos:
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