Hay un tipo peculiar de fanfarrón liberal en las redes sociales. Seguramente habrás visto a alguno en la red, despotricando contra las regulaciones como fuente de todos los males antiempresariales y económicos.
La próxima vez que te encuentres con uno en Internet, envíale este breve artículo de mi colega Sarah Sanbar.
En él, analiza una serie de tragedias ocurridas en Irak -el incendio de un salón de bodas en el que murieron 122 personas, dos incendios en hospitales en los que murieron 174 personas, el naufragio de un transbordador en el que murieron 128 personas, etc.- y encuentra un tema común en todas ellas. Todos ellos se deben al incumplimiento de la normativa.
Las investigaciones sobre los incendios descubrieron que las autoridades locales fueron negligentes en su obligación de cumplir las normas de seguridad y realizar inspecciones. Los contratistas utilizaron materiales de construcción baratos y altamente inflamables para abaratar costes. Las escaleras de incendios, los sistemas de rociadores y los planes de evacuación eran inexistentes o insuficientes. Y la corrupción contribuyó a que los infractores se libraran de hacer caso omiso de las regulaciones.
Las autoridades registraron casi 40.000 incendios en todo Iraq en 2022. Las dos causas principales fueron las fluctuaciones de tensión y los cables defectuosos, a menudo porque los contratistas tomaban atajos incumpliendo los códigos de construcción.
En el hundimiento del transbordador, la policía fluvial había advertido de que la corriente era demasiado fuerte ese día, de hecho, el doble del límite máximo para un desplazamiento seguro. Y el transbordador, con capacidad máxima para 80 personas, transportaba a 287.
En enero, un edificio en construcción se derrumbó, causando tres muertos y nueve heridos. La Dirección de Defensa Civil iraquí advirtió entonces de que más de 2.500 edificios en todo Irak estaban a punto de derrumbarse. Culparon a las autoridades de dar luz verde a edificios que no cumplían las normas.
Está muy bien encarcelar, despedir y multar a los responsables de este tipo de tragedias. De hecho, las autoridades iraquíes lo han hecho en muchos casos.
Pero es igual de importante -si no más- prevenir estas cosas desde el principio. Como todos los países, Irak tiene normativas sobre seguridad contra incendios, normas de construcción y transporte fiable. Pero sólo salvan vidas si se hacen cumplir y se obedecen.
Y a quienes en las redes sociales y en otros lugares piensan que tener y cumplir las normas es demasiado costoso, pregúnteles si realmente están dispuestos a pagar el precio de ignorarlas.
