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China: Es necesario combatir el racismo contra los negros en las redes sociales

Las autoridades y las plataformas deben abordar urgentemente el odio en Internet

Collage of news headlines on anti-Black racism in China. © 2023 Human Rights Watch

(Nueva York) – El Gobierno chino debería reconocer y condenar el racismo contra los negros que prevalece en Internet y adoptar medidas para promover la tolerancia y la lucha contra los prejuicios, señaló hoy Human Rights Watch. Las plataformas chinas de redes sociales, que se apresuran a eliminar contenidos críticos con el Gobierno chino, deberían eliminar los contenidos racistas que infrinjan sus normas comunitarias sobre incitación al odio o puedan incitar a la discriminación o la violencia racial.

Los contenidos racistas en la Internet china dirigidos a la población negra dentro y fuera de China se han vuelto comunes en los últimos años, a menudo creados por los internautas con el fin de atraer tráfico y generar ganancias. El análisis de cientos de videos y publicaciones desde finales de 2021, realizado por Human Rights Watch, reveló que las principales plataformas chinas de redes sociales –incluidas Bilibili, Douyin, Kuaishou, Weibo y Xiaohongshu— no abordan habitualmente los contenidos racistas, a pesar de su responsabilidad de respetar los derechos humanos en virtud de los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

“Al Gobierno chino le gusta pregonar la solidaridad y la unidad anticolonial China-África, pero al mismo tiempo ignora el discurso de odio generalizado contra la población negra en Internet”, señaló Yaqiu Wang, investigadora principal sobre China de Human Rights Watch. “Pekín debería reconocer que realizar inversiones en África y abrazar la amistad China-África no anulará el daño causado por un racismo no resuelto”.

Muchos de los vídeos y mensajes que examinó Human Right Watch retratan a la población negra a través de estereotipos raciales ofensivos. A menos que haya una razón de peso para hacerlo, Human Rights Watch no repite ni reproduce insultos raciales u otro lenguaje e imágenes ofensivos, ni publica enlaces a ellos, para no promover su uso ni perpetuar el daño que causan.

Un tipo de vídeo muy compartido, creado por personas influyentes en las redes sociales chinas con sede en África, presenta a los africanos como pobres y dependientes, mientras que los chinos –a menudo los propios creadores de contenidos— aparecen como ricos salvadores que les proporcionan trabajo, vivienda, comida y dinero.

Otro tipo común de contenido racista revisado denigra las relaciones interraciales. A los negros casados con chinos se les acusa de “contaminar” y amenazar a la raza china. Se desacreditan especialmente las relaciones entre hombres negros y mujeres chinas.

Algunas mujeres chinas que publican fotos con sus parejas masculinas negras en las redes sociales chinas se han convertido en blanco de acoso en línea, incluidas amenazas de muerte, amenazas de violación y doxing (publicación de información personal identificable sin el consentimiento de la persona).

Human Rights Watch también encontró muchas cuentas que suplantan la identidad de personas negras, difundiendo información falsa y hostil. Los hombres negros que codician mujeres chinas son un tema común. Fotos del cantante estadounidense de raza negra Ricardo Valdez Valentine Jr., conocido como “6lack”, fueron utilizadas por una cuenta de suplantación de identidad en la plataforma de redes sociales Xiaohongshu. Las fotos de Instagram de un modelo negro afincado en Estados Unidos fueron utilizadas por otra cuenta de suplantación en Xiaohongshu.

Algunos internautas instaron a las autoridades chinas a prohibirles a las personas negras la residencia permanente en China o el matrimonio con chinos. Algunos también adoptaron símbolos racistas y lenguaje de uso frecuente en Estados Unidos en sus mensajes online, atacando a los negros. Algunos llegaron a hacer llamamientos a matar a negros.

Los internautas también atacaron a otros chinos que denunciaban el racismo o apoyaban a sus víctimas. En abril de 2021, internautas racistas atacaron a China House, una organización no gubernamental de desarrollo sostenible, por su programa de ayuda a los africanos que viven en la ciudad china de Guangzhou. Entre los comentarios cabe destacar: “Voluntarios, han trabajado muy duro, espero que todos se mueran”; “Han traidor”; y “Ustedes, la banda que ayuda a los negros a integrarse en la sociedad china, ¿quién los financia? ¿Quién está detrás de esto?”.

Las plataformas chinas de redes sociales Bilibili, Douyin, Kuaishou, y Weibo han publicado normas y directrices comunitarias que prohíben los contenidos que promuevan el odio racial o étnico, así como la discriminación. Xiaohongshu  prohíbe la suplantación de identidad, pide a los usuarios que “respeten los derechos de los demás” y les disuade de hacer o compartir comentarios basados en la apariencia de las personas.

Bilibili, Kuaishou, Weibo y Xiaohongshu no respondieron a las cartas de Human Rights Watch de junio de 2023 sobre sus políticas y su respuesta al racismo contra los negros en sus plataformas. ByteDance, propietaria de Douyin, retiró uno de los vídeos señalados por Human Rights Watch, pero no tomó ninguna medida contra varios otros relacionados con un niño negro, afirmando que las representaciones problemáticas del niño “no estaban necesariamente asociadas con ningún grupo o raza determinados”.

Douyin dijo que se basa en “una combinación de personas y tecnología” para hacer cumplir las directrices de moderación de contenidos, y que la plataforma “regularmente toma medidas sobre más de 300 vídeos y comentarios al día que incluyen contenido violento dirigido a personas negras”. La empresa no respondió a las preguntas sobre si la plataforma colabora con grupos de la sociedad civil en la elaboración de políticas contra la incitación al odio, ni dio detalles sobre los resultados de la moderación de contenidos.

El gobierno chino mantiene uno de los regímenes de censura de Internet más sofisticados del mundo, conocido coloquialmente como el Gran Cortafuegos. Numerosas palabras están prohibidas en la red china, que está en gran medida aislada de la red global. Las principales plataformas chinas de redes sociales cuentan con miles de moderadores de contenidos para eliminar o restringir los contenidos considerados políticamente sensibles. La cantidad y la gravedad de los contenidos racistas en Internet en China sugieren que las plataformas o bien no cumplen sus propias normas de prohibición de contenidos racistas, o bien sus políticas son inadecuadas a la hora de abordar los contenidos racistas, en ambos casos en contra de sus responsabilidades en materia de derechos humanos.

En ocasiones, las autoridades chinas han condenado el racismo en línea cuando desencadena una reacción violenta, especialmente en África, cuyos países son socios económicos y diplomáticos clave de China. En 2022, la BBC publicó un documental en el que denunciaba la industria de las felicitaciones personalizadas en las redes sociales chinas, que vendía vídeos en los que aparecían niños africanos entrenados para repetir frases denigrantes en mandarín. Los vídeos fueron ampliamente condenados por racismo y explotación económica de los niños. En respuesta al clamor internacional, las autoridades chinas dijeron que “condenaban el racismo en cualquiera de sus formas” y se comprometieron a tomar medidas enérgicas contra los “actos ilegales en Internet”.

Las respuestas de las plataformas al documental de la BBC fueron rígidas, arbitrarias y opacas, según un estudio de la Universidad de Witwatersrand. Bloquearon las búsquedas de vídeos que contuvieran el término “África”, incluso los educativos.

Personas de raza negra que habían vivido recientemente en China contaron a Human Rights Watch que habían denunciado contenidos racistas a empresas de redes sociales, pero que solo habían recibido respuestas automáticas de que el contenido no infringía las directrices. “Para mí, es chocante que contenidos [racistas] como esos no sean censurados o prohibidos, teniendo en cuenta lo rápido que funciona el Gran Cortafuegos a la hora de prohibir”, dijo un hombre de África Occidental residente en Shanghai.

Runako Celina, que estudió y vivió en China y es la productora principal del documental sobre la industria de las felicitaciones personalizadas, dijo que conocía a algunos académicos chinos especializados en estudios africanos y que había intentado ponerse en contacto con las principales empresas de redes sociales, pero que su respuesta le había parecido inadecuada: “A veces daba lugar a una conversación. Puede ser que [las plataformas] silenciasen un poco las cosas, que censurasen algunos vídeos aquí y allá. Pero nada perduraba”.

Un hombre negro de Estados Unidos que tiene un número considerable de seguidores en TikTok, donde hace vídeos sobre su vida en China, dijo a Human Rights Watch en mayo que no publicaría el mismo contenido en Douyin debido a la prevalencia del racismo. “Es muy duro ver estos comentarios y pensar que cualquiera que esté en la calle caminando a mi lado podría estar diciendo esas cosas en línea, y teniendo ese tipo de pensamientos”, dijo el hombre. “Es desconcertante estar tan cerca de alguien que te odia tanto por existir”.

Celina dijo que le preocupaba la posibilidad de que el odio en Internet se convirtiera en violencia real: “He visto a personas [negras] que han utilizado Douyin como el resto de la población y han publicado mensajes a sus familias como ‘Feliz cumpleaños a mi hija’ o lo que sea. Entonces alguien decide publicar emojis [racistas] debajo de ellos y ‘vete de China’ y cosas así. Da mucho miedo. Creo que, si soy honesta, uno de mis mayores temores es que el extremismo en línea de cualquier tipo no tarde en salirse de las delimitaciones de lo digital”.

En 2019, se produjo una oleada de ataques sexistas y racistas en línea contra un programa de “compañeros de estudio” entre estudiantes extranjeros y nacionales en la Universidad de Shandong, en el este de China. Los internautas acusaron falsamente a la universidad de asignar “hermosas” estudiantes chinas a estudiantes extranjeros varones, en particular estudiantes negros. Las alumnas chinas que participaron en los programas también se convirtieron en blanco de comentarios. Al parecer, algunos internautas se presentaron en el campus para acosar e intimidar a las estudiantes.

En respuesta, la universidad declaró que el programa no emparejaba a alumnas chinas con alumnos extranjeros, pero no condenó el acoso en línea y fuera de Internet, lo que llevó a algunas alumnas a expresar su decepción.

Aunque el gobierno chino condena ostensiblemente el racismo, sus propios medios de comunicación estatales lo perpetúan. En la gala del Año Nuevo Lunar de 2018 de la emblemática televisión estatal China Central Television (CCTV), una parodia destinada a mostrar la inversión del gobierno chino en África presentaba a una actriz china con la cara pintada de negro, recitando frases como “China ha hecho tanto por África” y “¡Amo a los chinos! Amo a China”. La CCTV fue criticada por el racismo de aquella producción, pero el gobierno volvió a utilizar caras pintadas de negro en su gala de 2021. En una actuación titulada “Canción y danza africanas”, que supuestamente celebraba la cultura tradicional africana, aparecieron bailarines chinos con la piel oscurecida con maquillaje.

Un musical de 2022 titulado “Ironman en África”, producido por el gobierno provincial de Heilongjiang, ensalzaba las prospecciones petrolíferas de los trabajadores chinos en Sudán. El musical mostraba a actores chinos vestidos con lo que parecían pelucas oscuras y con faldas hechas de hierba, aparentemente como una caricatura de los residentes sudaneses.

La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD), de la que China es parte, obliga a los países a “condenar la discriminación racial” y a adoptar medidas encaminadas a “eliminar la discriminación racial en todas sus formas y a promover el entendimiento entre las razas”, al tiempo que se comprometen a “no fomentar, defender o apoyar la discriminación racial practicada por cualesquiera personas u organizaciones”.

El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial, que supervisa el cumplimiento de la ICERD por parte de los gobiernos, ha declarado en una recomendación general sobre la lucha contra la incitación al odio racista que “el rechazo oficial del discurso de odio por los altos funcionarios y la condena de las ideas de odio expresadas contribuyen de manera importante a la promoción de una cultura de tolerancia y respeto”. El Comité recomienda que los gobiernos emprendan “campañas de información y políticas educativas en que se llame la atención sobre el perjuicio causado por el discurso del odio racista”, y que la formación de la policía y de los sistemas jurídicos es “fundamental” para fomentar “la familiarización con las normas internacionales que protegen la libertad de opinión y de expresión y las normas que protegen contra el discurso de odio”.

El Gobierno chino debería contrarrestar la incitación al odio en Internet a través de medidas afirmativas o no punitivas, adaptando su respuesta al contexto específico, señaló Human Rights Watch. Esto podría incluir la educación pública, la promoción de la tolerancia, contrarrestar públicamente la desinformación incendiaria y reforzar la seguridad para proteger a las personas amenazadas.

“Las principales plataformas de redes sociales chinas no están cumpliendo sus propias directrices para abordar el contenido racista generalizado”, advirtió Wang. “Las autoridades chinas deberían dejar de facilitar este entorno tóxico”.

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