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El abuso y la ilegalidad continúan en Chechenia
(Nueva York, 28 de febrero de 2002) — Las fuerzas rusas en Chechenia detienen arbitrariamente, torturan y matan a civiles en un clima de ilegalidad, dijo hoy Human Rights Watch. En un informe de 51 páginas, Human Rights Watch expone en detalle una serie de operaciones militares de rastreo durante las cuales concluye que cientos de hombres fueron detenidos arbitrariamente, docenas torturados y al menos seis fueron ejecutados extrajudicialmente.

Sin una implicación continuada de la comunidad internacional, Rusia podrá continuar emitiendo promesas de justicia vacías.

Elizabeth Andersen, directora ejecutiva de la División de Europa y Asia Central de Human Rights Watch


"Las autoridades rusas ya llevan un año alegando que la situación en Chechenia está retornando a la normalidad," dijo Elizabeth Andersen, directora ejecutiva de la División de Europa y Asia Central de Human Rights Watch. "Pero el hecho es que los civiles se enfrentan a la amenaza diaria de que los detengan arbitrariamente, torturen o los hagan simplemente desaparecer durante la custodia. Esto se aleja bastante de lo 'normal.'"

El informe, titulado "Swept Under: Torture, Forced Disappearances, and Extrajudicial Killings During Sweep Operations in Chechnya" ("Ocultación: Tortura, desapariciones forzadas y asesinatos extrajudiciales durante operaciones de rastreo en Chechenia"), documenta abusos durante las operaciones de rastreo que tuvieron lugar en junio y julio de 2001 en las aldeas de Alkhan-Kala, Sernovodsk y Assinovskaia. En una operación de rastreo de respuesta a las hostilidades de los rebeldes chechenos, las tropas rusas sellan habitualmente la aldea, comprueban la identidad de los residentes y los registran. Las operaciones de mediados de 2001 se produjeron sobre el telón de fondo de las promesas del gobierno ruso de retirar a sus tropas y regresar a las personas internamente desplazadas a la seguridad de sus casas, a pesar de que continuaban los enfrentamientos entre las fuerzas rusas y los rebeldes chechenios. Desde julio de 2001, las tropas rusas han realizado docenas de operaciones de rastreo en toda Chechenia, cometiendo muchos abusos similares a los que se describen en el informe.

Entre los casos que se explican está el de "Magomed Asunukaev" (no su verdadero nombre) a quien las tropas rusas detuvieron en el rastreo de Sernovodsk, el 2 de julio. Lo arrojaron a un camión sin explicación alguna, lo metieron en una fosa de concreto y lo torturan con electrochoques para extraerle información sobre los combatientes rebeldes. Fue liberado posteriormente, pero otro no tuvieron la misma suerte. Zelimkham Umkhanov y Apti Isigov desaparecieron después de las tropas rusas los detuvieron; los familiares no han podido obtener hasta ahora información de las fuerzas rusas sobre su paradero. El 21 de junio, las tropas rusas aprehendieron a Rustam Razhepov, de 35 años, y Daud Vitaev, de 27, durante la operación de Alkhan-Kala; sus cuerpos fueron hallados en una tumba sin marcar el 22 de junio.

Andersen señaló que en una misión de seguimiento de Human Rights Watch a la región en diciembre se descubrió que la situación de los derechos humanos se había deteriorado aún más. "Durante los últimos seis meses, han desaparecido civiles en Chechenia a un ritmo de más de uno por semana," dijo. El grupo ruso de derechos humanos Memorial documentó más de 20 desapariciones tan solo en diciembre de 2001.

Andersen dijo que, mientras tanto, Chechenia se ha caído del mapa dentro del ambiente de la política exterior posterior al 11 de septiembre. "Los gobiernos no tienen la voluntad política de que la verdadera rendición de cuentas por crímenes contra civiles se convierta en un punto clave de su política con respecto a Rusia," dijo Andersen. "Y este mensaje no ha caído en saco roto en el Kremlin. La carta blanca para la violencia contra civiles está acabando con cualquiera que fuera la confianza que los chechenios habían tenido en Moscú, torpedeando las iniciativas de paz y minando en definitiva el papel de Rusia como socio creíble en la guerra internacional contra el terrorismo."

El clima actual de ilegalidad en Chechenia viene precedido del hecho de que durante mucho tiempo las autoridades rusas no llevaran a las tropas abusivas frente a la justicia. Muchos funcionarios chechenios que cooperan con Moscú amenazaron con dejar sus puestos después de las operaciones de rastreo del pasado verano, lo que hizo que Moscú reconociera los abusos y prometiera investigarlos. En el informe de Human Rights Watch se indica que están en curso las investigaciones, principalmente de los daños a la propiedad, sobre la operación de Sernovodsk. Hasta la fecha, no se ha emprendido ninguna investigación exhaustiva en relación con el rastreo en Alkhan-Kala.

Respondiendo a las críticas sobre las operaciones de rastreo de este invierno, Vladimir Kalamanov, representante especial sobre los derechos humanos en Chechenia del Presidente Putin, dijo el 31 de enero que estaba "complacido con el ritmo de las investigaciones" de los delitos contra civiles cometidos por soldados, y prometió que "ningún crimen quedaría sin castigo."

"Sin una implicación continuada de la comunidad internacional, Rusia podrá continuar emitiendo promesas de justicia vacías."

Human Rights Watch solicitó a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que se reunirá en marzo, que adopte una resolución condenando las continuas violaciones en Chechenia y pidió a Rusia que permita a los relatores especiales de la ONU sobre la tortura y las ejecuciones extrajudiciales que realicen investigaciones en Chechenia. Human Rights Watch apeló además al gobierno de Bush para que plantee el asunto al gobierno ruso. Bush tiene previsto viajar a Moscú en mayo.


LEÁ EL INFORME (en inglés)
CAMPAÑA ANTI-TERRORISTA (16 de enero de 2002)
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