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México: Debe cumplir con la comisión de la verdad
(Washington, D.C., 21 de agosto de 2001) — Human Rights Watch solicitó al Presidente Vicente Fox que establezca una comisión de la verdad para investigar abusos del pasado en México. En una carta enviada hoy, la organización respondió a los opositores de la comisión de la verdad, explicando porqué es necesaria dicha comisión.

Ya llegó la hora para que el Presidente Fox cumpla con lo prometido: una comisión de la verdad para México. Sería una tragedia si su gobierno dejara pasar esta oportunidad.

José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch


"Ya llegó la hora para que el Presidente Fox cumpla con lo prometido: una comisión de la verdad para México," dijo José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch. "Sería una tragedia si su gobierno dejara pasar esta oportunidad."

El Presidente Fox prometió establecer una comisión de la verdad en su discurso inaugural del pasado diciembre. Desde entonces, sin embargo, miembros del su gobierno han dado señales contradictorias al respecto. Algunos han apoyado la formación de dicha comisión mientras que otros la han criticado argumentando que podría socavar las instituciones de administración de justicia existentes en México.

"Los que se oponen a la comisión han sembrado la impresión de que México tiene que elegir entre verdad y justicia," dijo Vivanco. "Pero esto es un sofisma. Los mexicanos tienen derecho a la verdad y a la justicia. Y el gobierno mexicano tiene la obligación de proveer ambas."

En virtud del derecho internacional, los Estados tienen la obligación no solo de prevenir los abusos, sino también de castigar a los responsables de perpetrarlos. Este deber refleja la convicción según la cual para prevenir futuros abusos es crucial terminar con la impunidad por abusos del pasado. Un primer paso en este proceso es la investigación imparcial y rigorosa de los abusos del pasado.

"La búsqueda de la verdad en torno a los abusos ocurridos durante gobiernos anteriores no es una cuestión de venganza política o cacería de brujas," señala la carta de Human Rights Watch. "Es una obligación fundamental que pesa sobre su gobierno, independientemente de quienes estuvieron en el poder cuando se cometieron los abusos."

La historia ha demostrado que las comisiones de la verdad no socavan los mecanismos judiciales existentes, sino que por el contrario, los fortalecen. Por ejemplo, en Argentina, Chile, y Guatemala, las comisiones de la verdad han desempeñado un papel crucial en la mejora de la capacidad del Poder Judicial para ocuparse de casos de derechos humanos. No sólo han identificado nuevas pruebas necesarias para el procesamiento de los responsables sino que también han ayudado a estas sociedades a conocer y corregir las falencias de las instituciones de la administración de justicia que permitieron que estos crímenes quedaran sin castigo. Las comisiones de Chile y de Argentina dedicaron capítulos enteros de sus informes finales a describir las circunstancias en que sus sistemas judiciales no se habían ocupado debidamente de casos de abusos.

La carta recalcó el hecho de que cualquier comisión de la verdad que se establezca ha de ser constituida apropiadamente, financiarse adecuadamente y ser dotada de la autoridad legal necesaria. Tiene que ser por lo tanto un organismo independiente del poder político y ha de estar integrado por personas de reconocida calidad moral. La comisión debe disponer también de los recursos necesarios para realizar investigaciones exhaustivas e imparciales. Finalmente, tiene que contar con la autoridad legal para requerir documentos y la cooperación por parte de otros organismos del estado.

"El Presidente Fox tiene una oportunidad histórica de poner fin a años de impunidad en México," dijo. "Una comisión de la verdad no solo ayudaría a México a tratar los abusos del pasado, sino que también le ayudaría a identificar los problemas endémicos del Poder Judicial que han permitido que dichos abusos queden sin castigo."


CARTA AL PRESIDENTE FOX (21 de agosto de 2001)
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