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(Ginebra) – Siria debería inmediatamente dejar de usar armas incendiarias, dijo hoy Human Rights Watch en un informe que documenta al menos 56 ataques llevados a cabo con estas armas desde noviembre de 2012. Human Rights Watch hará una exposición de sus preocupaciones durante la reunión anual de la Convención sobre Armas Convencionales en Ginebra esta semana.

El memorando de 20 páginas sobre el uso de armas incendiarias en Siria se redactó a partir de la investigación de campo y otra documentación. Incluye un video y un mapa de los lugares que fueron atacados. Las armas incendiarias producen calor y fuego mediante la reacción química de una sustancia inflamable. Estas armas causan quemaduras extremadamente dolorosas que son difíciles de tratar, y también desatan incendios que destruyen objetos e infraestructura.

“Siria ha utilizado armas incendiarias para infligir un daño terrible a los civiles, incluidos muchos niños”, dijo Bonnie Docherty, investigadora principal de la división de Armas de Human Rights Watch. “Sin embargo, ¿dónde está la indignación internacional? Otros países deberían condenar el uso de Siria de armas incendiarias al igual que han hecho con las armas químicas y las bombas de racimo”.

Todos los gobiernos deberían instar a Siria a que de inmediato ponga fin al uso de armas incendiarias, y deberían aplicar el derecho internacional para eliminar o reducir al mínimo su uso, recomendó Human Rights Watch.

Los resultados de la investigación de campo, las declaraciones de testigos, así como fotos y videos examinados por Human Rights Watch indican que la Fuerza Aérea Siria llevó a cabo al menos 56 ataques con armas incendiarias entre noviembre de 2012 y septiembre de 2013. Human Rights Watch y el Centro de Documentación de Violaciones de Siria han documentado en detalle cuatro ataques independientes con armas incendiarias que resultaron en la muerte de al menos 41 civiles y causaron otros 71 heridos. Dos de los ataques fueron contra dos escuelas en barrios residenciales.

Dr. Saleyha Ahsan, una médico de emergencias británica, era voluntaria en un hospital de la gobernación de Aleppo el 26 de agosto de 2013, cuando comenzaron a llegar decenas de víctimas después de un ataque con armas incendiarias contra una escuela llena de adolescentes que estudiaban para sus exámenes. La doctora habló sobre el incidente con  Human Rights Watch: “Un paciente llegó al hospital y el 90 por ciento de su cuerpo presentaba quemaduras de tercer grado. La ropa se había quemado. Fue la lesión más horrible que he visto en un paciente vivo. Sólo movía los ojos”.

La víctima estaba a punto de ser evacuada a Turquía para recibir tratamiento especializado cuando murió a consecuencia de sus heridas.

Siria no es parte de la Convención de 1980 sobre Ciertas Armas Convencionales (CCW, por sus siglas en inglés), ni de su Protocolo III, que prohíbe el uso de armas incendiarias lanzadas desde el aire en áreas con una alta “concentración de población civil”. Hasta el 25 de octubre, un total de 107 países –incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas— eran parte del protocolo.

“El derecho internacional vigente que restringe el uso de armas incendiarias podría ser reforzado de muchas maneras”, señaló Docherty. “Pero los atroces ataques incendiarios de Siria sugieren que una prohibición global sería la mejor solución”.

Los ataques aéreos de Siria con armas incendiarias, en o cerca de centros de población civil, violan el derecho internacional humanitario, y las leyes de guerra, porque son inherentemente indiscriminadas, dijo Human Rights Watch. Los ataques indiscriminados deliberados o temerarios constituyen crímenes de guerra.

La mayor parte de las pruebas en video y los testimonios recopilados por Human Rights Watch indica que se están utilizando aviones de ala fija y helicópteros operados por la Fuerza Aérea Siria para lanzar las armas incendiarias. Human Rights Watch identificó al menos tres tipos de armas incendiarias lanzadas desde el aire utilizadas por las fuerzas del gobierno sirio: todas eran bombas incendiarias de aviones fabricados por la Unión Soviética.

No se dispone de información sobre cómo o cuándo Siria adquirió estas armas incendiarias, ni sobre el tamaño de su arsenal.

Docherty y otros representantes de Human Rights Watch hablarán sobre el uso de armas incendiarias por parte de Siria en una sesión informativa en la Sala XXIV en las Naciones Unidas en Ginebra, el 12 de noviembre a las 1:15 pm.

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