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Colombia: HRW condena recientes ejecuciones y secuestros
(Washington, D.C., 23 de septiembre de 2004) — Human Rights Watch expresa su profunda preocupación y condena enérgicamente una serie de graves hechos ocurridos en los últimos días en Colombia: el asesinato en Barranquilla del sociólogo y catedrático Alfredo Correa de Andreis, la masacre de cuatro campesinos en una zona rural de Antioquia, el secuestro de dieciséis campesinos en el sur de Bolívar, el de seis personas en una zona rural del Valle del Cauca, y el secuestro de dos personas y el asesinato de un campesino en una carretera de Antioquia.

Alfredo Correa murió junto a su escolta el 17 de septiembre en Barranquilla, luego de que dos sicarios les dispararan repetidamente. Las informaciones que hemos recibido indican que su muerte podría haber sido consecuencia de graves acusaciones en su contra, que lo señalaban de ser un supuesto "ideólogo de las FARC." Basándose en esas acusaciones, provenientes de un reinsertado, la Fiscalía ordenó su encarcelamiento el pasado 17 de junio. Sin embargo, a finales del mes de julio la Fiscalía revocó la detención preventiva y ordenó su libertad, al desestimar tales imputaciones.

La muerte violenta del profesor Correa de Andreis ha sido rechazada por importantes medios de comunicación y por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, quienes han exigido investigaciones oportunas y eficaces para evitar que este asesinato se sume a la cadena de hechos impunes que se originan en el conflicto interno colombiano.

En Antioquia, un segundo grave hecho ocurrió el 19 de septiembre en el corregimiento Santa Rita, municipio de San Carlos. Cuatro campesinos fueron asesinados en una acción violenta que ha sido atribuida a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). De acuerdo con informes de las autoridades, las víctimas retornaban a sus hogares luego de haber permanecido por algunas horas en un mercado dominical en una zona urbana del municipio de San Carlos. Cuando el camión en que se desplazaban transitaba por la zona de Santa Rita, ingresó a un campo minado al parecer por un grupo de rebeldes. Aparentemente los rebeldes habrían disparado contra los ocupantes del vehículo, produciendo la muerte de cuatro campesinos y dejando gravemente heridos a otros 17.

Human Rights Watch también condena fuertemente los recientes secuestros en los departamentos de Bolívar, Antioquia y Valle del Cauca, y el asesinato de un campesino en una carretera de Antioquia. Según informes de prensa, dieciséis campesinos habrían sido secuestrados el pasado martes 21 de septiembre cuando viajaban camino al poblado de Nechí (Antioquia) para comprar víveres y alimentos. Ocho de los secuestrados habrían sido liberados posteriormente. Los secuestradores al parecer portarían brazaletes del grupo armado Ejército de Liberación Nacional (ELN); sin embargo, aún no se conoce con certeza su identidad ya que según fuentes confiables grupos paramilitares también operan en esa zona. Esa misma noche, otro secuestro ocurrió en una carretera de Antioquia: un grupo armado, al parecer de las FARC, habría abordado un autobús y secuestrado al conductor y a un comerciante. Más tarde, al parecer los mismos rebeldes asesinaron a un campesino. Finalmente, seis personas fueron secuestradas el viernes 17 de septiembre en una zona rural de Florida (Valle del Cauca). Tres de los secuestrados habrían sido liberados; aún no se conoce la identidad de los secuestradores.

Human Rights Watch insta al gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez a que implemente medidas concretas que permitan apartar y proteger a los civiles de las acciones de los grupos irregulares armados. Human Rights Watch también insta a las autoridades judiciales para que con la mayor brevedad posible adelanten las acciones pertinentes que permitan investigar los hechos, juzgar y castigar a los responsables del asesinato del Profesor Correa de Andreis y de su escolta, así como de la masacre de los campesinos en Santa Rita, los recientes secuestros en Bolívar y Valle del Cauca, y el secuestro y asesinato en Antioquia.


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