Colombia

Respuesta a Tradición y Acción
(Nueva York, 11 de diciembre de 2002) — En un extenso aviso pagado publicado recientemente en el periódico El Tiempo, la organización Tradición y Acción acusó a Human Rights Watch de mantener silencio frente a los crímenes cometidos por la guerrilla colombiana. Nada puede estar más lejos de la verdad. Lo cierto es que en innumerables oportunidades Human Rights Watch ha condenado en términos inequívocos los abusos cometidos por la guerrilla, cuestión que resulta evidente para cualquier colombiano que lea la prensa. Desde hace más de una década nuestra organización ha criticado públicamente los abusos de la guerrilla con la misma energía con que condena las violaciones cometidas por las fuerzas militares y paramilitares en Colombia.

En innumerables oportunidades Human Rights Watch ha condenado en términos inequívocos los abusos cometidos por la guerrilla.

José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch


Desde su fundación, hace 25 años, Human Rights Watch mantiene los más estrictos niveles de rigurosidad e imparcialidad en su metodología de investigación y evaluación de violaciones a los derechos humanos y al DIH en el mundo entero. Condenamos la politización del tratamiento de los derechos humanos y recurrimos a principios universales de derecho internacional para examinar la conducta de gobiernos de todas las tendencias políticas, desde Cuba a Estados Unidos; Israel a Irak; China, India y Sudan.

En lo que va de este año, Human Rights Watch ha criticado los abusos cometidos por la guerrilla colombiana en audiencia ante el Senado de los Estados Unidos; en una extensa carta abierta en la que documentamos detalladamente el empleo de bombas de cilindros de gas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); en una carta similar en la que se documentaba el uso de secuestros políticos por parte de este grupo y en un capítulo de nuestro informe anual sobre los abusos contra los derechos humanos en todo el mundo.

Por ejemplo, en mi comparecencia ante el Senado de los Estados Unidos en abril de este año, Human Rights Watch denunció tajantemente que las FARC "aterrorizan a civiles". Condenamos especialmente "los secuestros y asesinatos de candidatos y líderes políticos", y señalamos que los miembros de las FARC "asesinan por dinero y por poder".

Nuestras graves acusaciones están basadas en minuciosas y extensas investigaciones realizadas directamente por Human Rights Watch. El año pasado, Human Rights Watch publicó un informe global sobre las violaciones al DIH cometidas por las FARC. En el informe, basado en una amplia investigación en el terreno en Colombia, se describía toda una gama de violaciones que incluían asesinatos, secuestros, maltrato físico a soldados y policías capturados, el uso de niños soldados y el desplazamiento forzado de civiles.

Curiosamente, a diferencia de Tradición y Acción, las FARC parecen estar perfectamente enteradas de las condenas de Human Rights Watch: cada vez que les denunciamos reaccionan agresivamente, cuestión que consta en la prensa colombiana. Entonces, lo que cabe preguntarse es ¿Por qué Tradición y Acción se empeña en su miopía? Es claro que quién debe dar explicaciones por distorsionar los hechos y manipular el sufrimiento de las víctimas de la guerrilla no es Human Rights Watch. Los hechos hablan por si mismos. Que los lectores de El Tiempo saquen sus propias conclusiones.

Dr. José Miguel Vivanco
Director Ejecutivo


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