Noticias

México — Investigar el asesinato de abogada de derechos humanos
(Nueva York, 22 de octubre de 2001)— Human Rights Watch apeló hoy a las autoridades de México para que realicen una investigación independiente y exhaustiva del asesinato de la destacada defensora de los derechos humanos mexicana, Digna Ochoa.

Se trata de una gran pérdida para la comunidad de derechos humanos. Digna Ochoa era una abogada valiente que contribuyó a abrir nuevos caminos dentro del sistema judicial mexicano para promover los derechos humanos.

José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch


Ochoa fue hallada muerta en su oficina de la capital el viernes por la tarde, con disparos en la cabeza y la pierna. En una nota que dejaron al lado del cuerpo se advertía a los miembros del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, donde trabajó Ochoa hasta el año pasado, que lo mismo podría pasarle a ellos.

"Se trata de una gran pérdida para la comunidad de derechos humanos," dijo José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch. "Digna Ochoa era una abogada valiente que contribuyó a abrir nuevos caminos dentro del sistema judicial mexicano para promover los derechos humanos."

Ochoa había representado a presuntos guerrilleros encarcelados durante la década de los noventa y a los ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera García, detenidos ilegalmente en 1999 y condenados por dudosos cargos de posesión de drogas y armas.

Ochoa se había visto sometida a repetidas amenazas en el pasado debido a su trabajo y, en dos ocasiones, atacantes desconocidos la habían retenido e interrogado. El gobierno del Presidente Ernesto Zedillo no realizó investigaciones exhaustivas de estos actos de hostigamiento. En 1999 la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al gobierno mexicano la adopción de medidas cautelares para proteger las vidas de Ochoa y sus colegas. Ochoa recibió protección policial hasta que salió del país el año pasado para trabajar en Estados Unidos, pero la protección cesó después de su regreso a México este año.

"El hecho de que el gobierno anterior no investigara las amenazas contra Ochoa contribuyó a crear un ambiente en el que los abogados de derechos humanos eran más vulnerables a este tipo de crímenes," dijo Vivanco. "Con una investigación seria de este brutal asesinato, el gobierno actual puede empezar a remediar este problema y demostrar que se toma en serio la promesa de que México sea un lugar seguro para los defensores de los derechos humanos."


PRESIDENTE FOX DEBE CUMPLIR CON LA COMISION (21 de agosto de 2001)
INFORME ANUAL 2001 (capítulo sobre México)
OTRO INFORME: ABUSO Y DESAMPARO(enero de 1999)
REGRESAR