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El respeto al derecho internacional humanitario es prioritario para alcanzar la paz
(Bogotá, 8 de octubre de 1998) — En un informe publicado hoy, Human Rights Watch concluye que todas las partes en conflicto en Colombia violan sistemáticamente el derecho internacional humanitario, lo que provoca bajas civiles generalizadas que podrían ser evitadas. El informe marca un hito, al ser la primera vez que una organización internacional de derechos humanos dedica todo un libro al estudio de dichas violaciones en Colombia.

Se están produciendo algunas iniciativas alentadoras hacia la paz en Colombia, pero es imposible construir la paz en medio de estas violaciones masivas y sistemáticas del derecho internacional humanitario.

José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de
Human Rights Watch


José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch, señaló que la investidura de un nuevo Presidente en agosto ha sembrado nuevas esperanzas de un cese de la violencia en las mentes de muchos colombianos. Además, se está desarrollando cada vez más un movimiento por la paz con amplia base social.

"Se están produciendo algunas iniciativas alentadoras hacia la paz en Colombia," dijo el Dr. Vivanco, "pero es imposible construir la paz en medio de estas violaciones masivas y sistemáticas del derecho internacional humanitario. Todas las partes deben abandonar las tácticas que ponen en peligro las vidas de civiles y sus hogares," agregó el Dr. Vivanco.

Vivanco señaló que 1.250 personas murieron en combate en 1997, pero que también fueron asesinados 2.183 civiles por motivos políticos ese mismo año.

El informe de Human Rights Watch, titulado "Guerra sin cuartel: Colombia y el derecho internacional humanitario" (225 pp.), es el resultado de dos años de investigación en profundidad. En él también se documenta cómo todas las partes en conflicto han reclutado a niños menores de 15 años como soldados. Además, las partes beligerantes son responsables del desplazamiento de alrededor de un millón de personas, muchas de ellas civiles. Colombia cuenta ahora con la cuarta población más numerosa de desplazados internos en el mundo, después de países como Sudán, Angola y Afganistán.

Los investigadores de Human Rights Watch se desplazaron a áreas de conflicto para entrevistar a testigos, víctimas, funcionarios del Gobierno y personal de las fuerzas de seguridad; y recopilaron considerables pruebas documentales. Los representantes de Human Rights Watch se reunieron con líderes de todas las partes en conflicto; entre ellos el entonces Presidente Ernesto Samper; el ex Comandante General de las Fuerzas Militares, General Manuel Bonett; Carlos Castaño, líder del grupo paramilitar conocido como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC); y varios líderes guerrilleros. La organización también entregó a cada una de las partes listas con las violaciones atribuidas a sus fuerzas, con el fin de recibir sus comentarios.

En el informe, Human Rights Watch concluye que los grupos paramilitares, que suelen operar en coordinación con el Ejército Colombiano, son los principales violadores del derecho internacional humanitario. En el informe se ofrecen pruebas detalladas de la tolerancia del Ejército y en ocasiones de su apoyo directo a los grupos paramilitares en sus campañas de terror contra sus enemigos políticos. El Ejército suministra información de inteligencia y apoyo logístico a algunos grupos paramilitares para que puedan llevar a cabo sus operaciones, y promueve activamente y se coordina con otros, en algunos casos realizando maniobras conjuntas.

Human Rights Watch apeló al Gobierno de Colombia para que adopte medidas inmediatas y de largo alcance para poner freno a los grupos paramilitares y detener a sus líderes. Para hacer la guerra, estos grupos paramilitares dependen de la violación clara, deliberada y sistemática del derecho internacional humanitario; que incluye masacres, ejecución de civiles y de combatientes fuera de combate, tortura, mutilación de cadáveres, amenazas de muerte, desplazamiento forzado, toma de rehenes y pillaje.

La guerrilla, como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), también ha violado frecuentemente el derecho internacional humanitario. Han asesinado a civiles; ejecutados a soldados y a agentes de policía heridos; destruido hogares, comercios y vehículos de civiles; y secuestrados a víctimas indefensas. "La guerrilla ha adoptado el lenguaje del derecho internacional humanitario," señaló el Dr. Vivanco, "pero no son más que palabras. Ellos también son culpables de violaciones sistemáticas."

En el informe se menciona un manual de la guerrilla que aconseja abiertamente el empleo de tácticas que violan el derecho internacional humanitario, entre ellas los ataques a civiles que no aportan una ventaja militar directa para las fuerzas guerrilleras. Entre las ilustraciones que acompañan el texto se encuentra un dibujo elaborado por el UC-ELN en el que aparece un ratón humano colgado de una horca, una advertencia siniestra para los civiles sospechosos de colaborar con sus enemigos.


INFORME 1998 — GUERRA SIN CUARTEL
INFORME 2000 — LOS LAZOS QUE UNEN
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