Miles de niños están sirviendo como soldados en conflictos armados en todo el mundo o están detenidos actualmente como amenazas a la seguridad nacional, a menudo por presunta asociación con los llamados grupos “terroristas” o extremistas violentos. Estos niños y niñas, algunos de tan solo ocho años, sirven en las fuerzas gubernamentales y en grupos armados de oposición. Pueden luchar en el frente, participar en misiones suicidas y actuar como espías, mensajeros o vigías. Las niñas pueden ser forzadas a la esclavitud sexual. Muchas son secuestradas o reclutadas por la fuerza, mientras que otras se unen por desesperación, creyendo que los grupos armados ofrecen su mejor oportunidad de supervivencia. Desde Human Rights Watch trabajamos para impedir la utilización de niños soldados y para exigir la rendición de cuentas de quienes envían a niños y niñas a combatir.

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