La organización Human Rights Watch (HRW) informó que una fosa común cavada por los terroristas del Estado Islámico, la cual fue encontrada en las cercanías de Mosul, podría tener en su interior más de un millar de cadáveres.
Cabe recordar que los militares de Irak encontraron la fosa común a mediados del mes de febrero, localizada exactamente en la zona de Jafsa, a tan solo ocho kilómetros de Mosul. De entre las decenas de fosas que se han encontrado en el país obra del Estado Islámico, ésta podría ser la de mayor envergadura al contener más de mil cuerpos.
De acuerdo con las autoridades de Irak, la fosa común todavía no puede ser explorada al cien por ciento, debido a que se encuentra en una zona minada por los extremistas. Según los habitantes de la zona, los yihadistas llevaron a cabo miles de ejecuciones en Jafsa, utilizando esta excavación para deshacerse de los cuerpos.
En días anteriores, los explosivos que fueron dejados por el Estado Islámico en la zona causaron la muerte de tres policías y una reportera de la televisión kurda Rudaw, Shifa Gardi, el pasado 25 de febrero. Los primeros reportes señalan que la fosa tendría hasta 35 metros de diámetro, albergando a todos los asesinados entre mediados del 2014 y 2015 en la región.
El pasado 11 de marzo, el Gobierno de Irak informó que se había encontrado una fosa común en Baduch, con cerca de 500 cadáveres. El informe de HRW señala también que todavía existe demasiada incertidumbre sobre estas tumbas comunitarias, sin que se hayan revelado hasta el momento los métodos usados para calcular su capacidad.
