Andrea (seudónimo) se realizó un aborto clandestino a los 19 años. Compró pastillas en una farmacia clandestina y tuvo tanto dolor que fue al hospital.

Andrea (seudónimo) se realizó un aborto clandestino a los 19 años. Compró pastillas en una farmacia clandestina y tuvo tanto dolor que fue al hospital. La médica que la atendió le dijo a Andrea que sabía que había tenido un aborto, y le administró anestesia local antes del procedimiento para retirarle el tejido del útero. Pero la anestesia no hizo efecto. Andrea se refirió a esto como “el peor dolor de mi vida”.  

© 2019 Amy Braunschweiger para Human Rights Watch