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Se apresur\u00f3 a llegar a los tel\u00e9fonos gratuitos para comunicarse con su esposa \u201cMar\u00eda\u201d y recibir noticias de sus cuatro hijos, nacidos en Estados Unidos.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\u201cAhora tengo la cabeza vac\u00eda, despu\u00e9s de haber pasado tanto tiempo detenido\u201d, dijo, parpadeando bajo las luces fluorescentes del centro de recepci\u00f3n. \u201cPero veremos qu\u00e9 ocurre. Estoy muy feliz de estar afuera\u201d.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ESergio viaj\u00f3 a Estados Unidos por primera vez cuando ten\u00eda 14 a\u00f1os, y llev\u00f3 consigo a su hermano, que en aquel momento ten\u00eda 12. Su padre trabajaba en las maquiladoras de Matamoros, M\u00e9xico, y quer\u00eda un futuro mejor para sus cinco hijos. Para los hermanos, eso significaba vivir con un t\u00edo en una peque\u00f1a localidad del valle de R\u00edo Grande.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ESergio disfrutaba de ver los partidos del equipo de f\u00fatbol de la escuela secundaria local, aunque tuvo algunas dificultades con sus estudios y le falt\u00f3 un semestre para poder graduarse. Pero su mayor pasi\u00f3n era trabajar con alimentos, y ya ten\u00eda un buen trabajo en un restaurante, donde vest\u00eda el elegante uniforme blanco y negro de los camareros y recib\u00eda generosas propinas. Mar\u00eda, su futura esposa, otra inmigrante indocumentada, trabajaba all\u00ed como camarera.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cdiv class=\u0022embed\u0022 data-type=\u0022image\u0022\u003E\n\n\n \n\n\n\u003Cdiv class=\u0022embed align-right embedded-entity embedded-entity-type-media embedded-entity-bundle-image embedded-entity-viewmode-embeddable embed--right\u0022 xmlns:xlink=\u0022http:\/\/www.w3.org\/1999\/xlink\u0022\u003E\n \n\n\u003Cdiv\u003E\n \n \n\n\n\n\u003Cfigure class=\u0022figure figure--expand text-center info \u0022\u003E\n \u003Cdiv class=\u0022figure__media relative inline-block mx-auto\u0022\u003E\n \u003Ca href=\u0022\/es\/modal\/33082\u0022 rel=\u0022modal:open\u0022 class=\u0022figure__link\u0022\u003E\n \u003Cimg loading=\u0022lazy\u0022 srcset=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/480w\/public\/multimedia_images_2017\/201708us_sergio_photo.jpg?itok=3nk0cJ7Y 480w, \/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201708us_sergio_photo.jpg?itok=5ei1IahJ 946w\u0022 sizes=\u0022(max-width: 524px) 100px, 500px\u0022 width=\u0022946\u0022 height=\u00221261\u0022 data-responsive-image-style=\u0022embedded_images\u0022 src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201708us_sergio_photo.jpg?itok=5ei1IahJ\u0022 alt=\u0022Sergio photo deported\u0022\u003E\n\n\n\n \u003Cdiv class=\u0022figure__expand absolute block bottom-0 right-0 w-8 h-8 bg-white text-gray-700\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022sr-only\u0022\u003EClick to expand Image\u003C\/span\u003E\n \n\n\n\u003Cdiv class=\u0022icon fill-current w-full inline-block\u0022\u003E\n \u003Csvg viewBox=\u00220 0 20 20\u0022 fill=\u0022currentColor\u0022 role=\u0022img\u0022 focusable=\u0022false\u0022 aria-hidden=\u0022true\u0022\u003E\n \u003Cuse xlink:href=\u0022\/themes\/custom\/hrw_design\/dist\/app-drupal\/assets\/spritemap.svg?cacheBuster=250315#sprite-expand\u0022 \/\u003E\n \u003C\/svg\u003E\n\u003C\/div\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003C\/a\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022figure__info text-left font-serif text-xs md:text-sm lg:text-base mx-auto text-gray-700 mt-1\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022figure__caption\u0022\u003E\u201cSergio C.\u201d habla con investigadores de Human Rights Watch en el Instituto Tamaulipeco en Nuevo Laredo, M\u00e9xico.\n\u003C\/span\u003E\n \u003Cspan class=\u0022figure__credit\u0022\u003E \u00a9 2017 Human Rights Watch\u003C\/span\u003E\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \u003C\/div\u003E\n\n\n\n\n\u003C\/div\u003E\n\n\u003Cp\u003EEl estilo de vida que impone un restaurante le sentaba bien a la pareja. Como beneficio adicional, en su trabajo pod\u00edan comer mariscos y bistecs, y esto les permit\u00eda ahorrar en comida. Cuando comenzaron a tener hijos, pudieron complementarse: en general, \u00e9l trabajaba por la noche y ella durante el d\u00eda, pero a veces cambiaban los turnos para alivianar la carga del otro.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ELos problemas de Sergio comenzaron en 2010, cuando le encontraron marihuana y se declar\u00f3 culpable de tenencia de esa sustancia. Cumpli\u00f3 una pena de seis meses de prisi\u00f3n por ese delito, y luego pas\u00f3 un per\u00edodo en el Centro de Detenci\u00f3n de San Antonio antes de ser deportado. Desde aquel momento, se\u00f1ala, no ha tenido contacto con ninguna sustancia il\u00edcita. En reiteradas oportunidades, trat\u00f3 de reunirse nuevamente con su familia, pero fue detenido en cada uno de estos intentos.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\u201cAhora, me detienen solo porque me conocen\u201d, dijo en referencia a la polic\u00eda local de su ciudad y dem\u00e1s puntos de la frontera. \u201cMe llevan al salir de mi casa o cuando estoy en una tienda, o en cualquier lugar\u201d, manifest\u00f3. Seg\u00fan se\u00f1al\u00f3, lo detienen porque la polic\u00eda sabe que no tiene documentos. \u201cFirmo la deportaci\u00f3n y listo\u201d.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ESergio dice que no tiene miedo de ahogarse en el r\u00edo ni de morir en el desierto. \u201cPero todo se va sumando\u201d, dijo, \u201ca\u00f1o tras a\u00f1o, solo por ingresar en Estados Unidos\u201d. Ha sido procesado varias veces por ingreso ilegal reincidente, y las condenas son cada vez m\u00e1s severas.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ELas veces en que Sergio es detenido, Mar\u00eda lo visita con regularidad. Env\u00eda a sus cuatro hijos a que visiten a su padre en M\u00e9xico mientras espera el momento de poder cruzar. El mayor est\u00e1 a punto de empezar la escuela secundaria y el m\u00e1s peque\u00f1o pronto comenzar\u00e1 la primaria. Pero Mar\u00eda no puede visitar a Sergio en M\u00e9xico, ya que ella tampoco tiene documentos.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\u201cMi esposa es valiente, es m\u00e1s valiente que yo\u201d, dijo Sergio. No obstante, Sergio afirm\u00f3 que Mar\u00eda no quiere que \u00e9l vuelva a cruzar, porque no quisiera que vuelvan a encarcelarlo.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ESergio tiene previsto, por el momento, ir al pueblo mexicano de China, en el estado de Nuevo Le\u00f3n, a trabajar para una cu\u00f1ada en una empresa de andamios.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\u201cVeremos c\u00f3mo salen las cosas\u201d, dijo, mientras recog\u00eda la bolsa pl\u00e1stica con sus pertenencias para dirigirse a tomar el primer autob\u00fas del trayecto hasta a China.\u0026nbsp;\u003C\/p\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \n\n \n \n\n \n \n\u003C\/div\u003E\n","settings":null},{"command":"insert","method":"prepend","selector":".js-view-dom-id-blog_live_feed__blog_body_block__308263__es","data":"","settings":null}]