[{"command":"settings","settings":{"pluralDelimiter":"\u0003","suppressDeprecationErrors":true,"ajaxPageState":{"libraries":"eJxLzSvJLKmMT81NSk3RT04sKMnMz9Mpy0wtL9YHk3qJWYkVKAK5-SmlOakAd1UWCw","theme":"hrw_design","theme_token":null},"ajaxTrustedUrl":[],"views":{"ajax_path":"\/es\/views\/ajax","ajaxViews":{"views_dom_id:blog_live_feed__blog_body_block__305672__es":{"view_name":"blog_live_feed","view_display_id":"blog_body_block","view_args":"305672","view_path":"\/blog\/content\/305672","view_base_path":null,"view_dom_id":"blog_live_feed__blog_body_block__305672__es","pager_element":0}}},"csp":{"nonce":"ojOPxz49se44GRuzwUueYg"},"user":{"uid":0,"permissionsHash":"bc8921424f39d39c64af84232b603fadae46f840a8176c1b2436a5ee00791ac5"}},"merge":true},{"command":"add_css","data":[{"rel":"stylesheet","media":"all","href":"\/sites\/default\/files\/css\/css_0NYPiYAC1am61VpH598-R8NRPCwyE7t5uytOQHLDaVE.css?delta=0\u0026language=es\u0026theme=hrw_design\u0026include=eJxLzi9K1U8pKi1IzNFLzEqs0EnNK8ksqYxPzU1KTdFPTiwoyczP0ynLTC0v1geTern5KaU5qQBrXRXg"}]},{"command":"add_js","selector":"body","data":[{"src":"\/sites\/default\/files\/js\/js_i4w8GfNaqHy59KMPJkZK4Hm6K6n3DWeJWKI88DfR6gQ.js?scope=footer\u0026delta=0\u0026language=es\u0026theme=hrw_design\u0026include=eJwry0wtL9YvA5F6iVmJFQA22wZe"}]},{"command":"insert","method":"replaceWith","selector":".js-view-dom-id-blog_live_feed__blog_body_block__305672__es","data":"\u003Cdiv class=\u0022js-view-dom-id-blog_live_feed__blog_body_block__305672__es\u0022\u003E\n \n \n \n\n \n \n \n\n \u003Cdiv\u003E\n\u003Cdiv\u003E\n \u003Cdiv class=\u0022blog-block__content__description rich-text pt-6 mb:pt-10 mx-auto\u0022\u003E\n \u003Cp\u003EDesde 2014, la cantidad de venezolanos que inmigr\u00f3 legalmente a la Argentina se ha duplicado cada a\u00f1o, y alcanz\u00f3 un total de 35.600 personas en mayo de 2017, seg\u00fan informaron autoridades inmigratorias argentinas a Human Rights Watch.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EEn 2014, 2.600 venezolanos obtuvieron autorizaci\u00f3n para permanecer en Argentina. En 2015, la cifra fue de 5.800 personas; en 2016, de 12.800; y entre enero y mayo de 2017, de 14.400. Las autoridades inmigratorias indicaron a Human Rights Watch que hab\u00eda m\u00e1s venezolanos en el pa\u00eds, incluyendo a aquellas personas que todav\u00eda no han presentado su documentaci\u00f3n y otras que ya han iniciado el proceso pero no cuentan con todos los documentos necesarios para solicitar sus permisos de residencia legal. Varios venezolanos dijeron a Human Rights Watch que se ha tornado sumamente dif\u00edcil lograr que la Canciller\u00eda de su pa\u00eds legalice (mediante apostilla) documentos venezolanos, un requisito que exigen las autoridades argentinas.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EA continuaci\u00f3n se presentan algunos testimonios recogidos por Human Rights Watch de ciudadanos venezolanos que huyeron de la crisis venezolana y ahora viven en Buenos Aires:\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\n\n\n \n\n\n\u003C\/p\u003E\u003Cdiv class=\u0022embed align-right embedded-entity embedded-entity-type-media embedded-entity-bundle-image embedded-entity-viewmode-embeddable embed--right\u0022 xmlns:xlink=\u0022http:\/\/www.w3.org\/1999\/xlink\u0022\u003E\n \n\n\u003Cdiv\u003E\n \n \n\n\n\n\u003Cfigure class=\u0022figure figure--expand text-center info \u0022\u003E\n \u003Cdiv class=\u0022figure__media relative inline-block mx-auto\u0022\u003E\n \u003Ca href=\u0022\/es\/modal\/32435\u0022 rel=\u0022modal:open\u0022 class=\u0022figure__link\u0022\u003E\n \u003Cimg loading=\u0022lazy\u0022 srcset=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/480w\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_betancourt.jpg?itok=jVFJsZIW 480w, \/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_betancourt.jpg?itok=FzfNe7aW 946w\u0022 sizes=\u0022(max-width: 524px) 100px, 500px\u0022 width=\u0022946\u0022 height=\u00221261\u0022 data-responsive-image-style=\u0022embedded_images\u0022 src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_betancourt.jpg?itok=FzfNe7aW\u0022 alt=\u0022Gabriel Betancourt, a 23-year-old recent law graduate and activist with the opposition party Popular Will.\u0022\u003E\n\n\n\n \u003Cdiv class=\u0022figure__expand absolute block bottom-0 right-0 w-8 h-8 bg-white text-gray-700\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022sr-only\u0022\u003EClick to expand Image\u003C\/span\u003E\n \n\n\n\u003Cdiv class=\u0022icon fill-current w-full inline-block\u0022\u003E\n \u003Csvg viewBox=\u00220 0 20 20\u0022 fill=\u0022currentColor\u0022 role=\u0022img\u0022 focusable=\u0022false\u0022 aria-hidden=\u0022true\u0022\u003E\n \u003Cuse xlink:href=\u0022\/themes\/custom\/hrw_design\/dist\/app-drupal\/assets\/spritemap.svg?cacheBuster=250315#sprite-expand\u0022 \/\u003E\n \u003C\/svg\u003E\n\u003C\/div\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003C\/a\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022figure__info text-left font-serif text-xs md:text-sm lg:text-base mx-auto text-gray-700 mt-1\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022figure__caption\u0022\u003EGabriel Betancourt\n\u003C\/span\u003E\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \u003C\/div\u003E\n\n\n\n\n\n\n\u003Cp\u003EGabriel Betancourt, de 23 a\u00f1os, se gradu\u00f3 hace poco de abogado y es activista del partido opositor Voluntad Popular. En Venezuela, se desempe\u00f1aba como coordinador de redes populares en Caracas, distribu\u00eda medicamentos a personas que los necesitaban, y colaboraba en la organizaci\u00f3n de manifestaciones contra el gobierno. En mayo de 2016, por primera vez, otra activista le agradeci\u00f3 p\u00fablicamente por su labor. Hasta ese momento, Betancourt hab\u00eda mantenido un perfil muy bajo. Betancourt dijo que, a partir de entonces, comenz\u00f3 a recibir mensajes de texto con amenazas, advirti\u00e9ndole que \u201ctuviese cuidado\u201d.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EAl mes siguiente, cuando estaba en una manifestaci\u00f3n contra el gobierno cerca de su domicilio, intent\u00f3 evitar que miembros de la Guardia Nacional detuvieran a un conocido. En ese momento, los agentes lo esposaron y lo subieron a empujones a un veh\u00edculo oficial. Le apuntaron a la cabeza con un arma mientras lo amenazaron de muerte, intentaron ahorcarlo y le atravesaron un dedo con un clavo. Los agentes le dijeron \u201cya vas a ver lo que es bueno\u201d, afirm\u00f3 Betancourt. Luego Betancourt fue llevado hasta una zona donde la mayor\u00eda de los residentes apoyan al gobierno, y una vez all\u00ed, seg\u00fan dijo, el veh\u00edculo se detuvo frente a un supermercado y escuch\u00f3 que quienes estaban presente gritaban: \u201c\u00a1Que lo maten!\u201d.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EBetancourt fue trasladado a una antigua dependencia policial desde donde, seg\u00fan manifest\u00f3, operaban miembros de un grupo armado partidario del gobierno. Al llegar, miembros de la Guardia Nacional lo hicieron bajar del veh\u00edculo de una patada en la espalda y lo obligaron a entrar en una habitaci\u00f3n donde, en lo que parec\u00eda ser una jaula, hab\u00eda otros tres hombres encerrados, afirm\u00f3. Los oficiales preguntaron a los tres hombres si eran chavistas, y luego les dijeron, \u201c\u00a1Aqu\u00ed les traemos un escu\u00e1lido!\u201d, empleando un t\u00e9rmino peyorativo con que se alude a miembros de la oposici\u00f3n. Miembros de la Guardia Nacional arrebataron a Betancourt sus pertenencias, incluyendo su reloj y su billetera, lo obligaron a arrodillarse sobre la orina y los excrementos que cubr\u00edan el piso y le propinaron reiterados golpes. Miembros del grupo armado partidario del gobierno presenciaron los abusos y lo amenazaron con sus armas, se\u00f1al\u00f3 Betancourt.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EBetancourt fue nuevamente obligado a subir a un veh\u00edculo oficial, donde un agente sigui\u00f3 golpe\u00e1ndolo con un palo. Integrantes de la Guardia Nacional lo condujeron nuevamente hasta el lugar donde se hab\u00eda llevado a cabo la manifestaci\u00f3n y lo soltaron. Betancourt dijo que se dirigi\u00f3 a su casa lo m\u00e1s r\u00e1pido que pudo y luego acudi\u00f3 a consultar a un m\u00e9dico. Dos informes m\u00e9dicos a los cuales tuvo acceso Human Rights Watch, incluido un documento oficial del Ministerio P\u00fablico de Venezuela, confirmaron que presentaba lesiones en el cuello, los brazos, las mu\u00f1ecas y el tobillo derecho. El informe m\u00e9dico oficial tambi\u00e9n menciona una lesi\u00f3n en un dedo.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EEse mismo d\u00eda, Betancourt present\u00f3 una denuncia en la cual solicit\u00f3 que el Ministerio P\u00fablico investigara el incidente, seg\u00fan consta en documentaci\u00f3n consultada por Human Rights Watch. En Buenos Aires, varios meses despu\u00e9s, Betancourt dijo a Human Rights Watch que no sab\u00eda qu\u00e9 hab\u00eda ocurrido con la investigaci\u00f3n y no se animaba a que alguien preguntara en qu\u00e9 estado se encontraba.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EBetancourt cont\u00f3 que se escondi\u00f3 durante un tiempo y luego decidi\u00f3 irse del pa\u00eds, tras un incidente en el cual sinti\u00f3 que lo estaban siguiendo y despu\u00e9s de que su madre recibiera amenazas de muerte. Lleg\u00f3 a Buenos Aires en agosto, gracias a una amiga que pag\u00f3 su pasaje y le ofreci\u00f3 un lugar donde quedarse.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EBetancourt vive con su novia, Giovanna Battista, de 23 a\u00f1os, que se gradu\u00f3 recientemente en relaciones internacionales y se mud\u00f3 a Buenos Aires en diciembre en busca de trabajo en su \u00e1rea de experticia.\u0026nbsp;\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\n\n\n \n\n\n\u003C\/p\u003E\u003Cdiv class=\u0022embed align-right embedded-entity embedded-entity-type-media embedded-entity-bundle-image embedded-entity-viewmode-embeddable embed--right\u0022 xmlns:xlink=\u0022http:\/\/www.w3.org\/1999\/xlink\u0022\u003E\n \n\n\u003Cdiv\u003E\n \n \n\n\n\n\u003Cfigure class=\u0022figure figure--expand text-center info \u0022\u003E\n \u003Cdiv class=\u0022figure__media relative inline-block mx-auto\u0022\u003E\n \u003Ca href=\u0022\/es\/modal\/32433\u0022 rel=\u0022modal:open\u0022 class=\u0022figure__link\u0022\u003E\n \u003Cimg loading=\u0022lazy\u0022 srcset=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/480w\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_alfaro.jpg?itok=2lMkLhjs 480w, \/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_alfaro.jpg?itok=ornFspmr 946w\u0022 sizes=\u0022(max-width: 524px) 100px, 500px\u0022 width=\u0022946\u0022 height=\u0022710\u0022 data-responsive-image-style=\u0022embedded_images\u0022 src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_alfaro.jpg?itok=ornFspmr\u0022 alt=\u0022Anacelis Alfaro, a 51-year-old activist from the opposition party Popular Will who earned her living organizing events for a private university in Lara State.\u0022\u003E\n\n\n\n \u003Cdiv class=\u0022figure__expand absolute block bottom-0 right-0 w-8 h-8 bg-white text-gray-700\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022sr-only\u0022\u003EClick to expand Image\u003C\/span\u003E\n \n\n\n\u003Cdiv class=\u0022icon fill-current w-full inline-block\u0022\u003E\n \u003Csvg viewBox=\u00220 0 20 20\u0022 fill=\u0022currentColor\u0022 role=\u0022img\u0022 focusable=\u0022false\u0022 aria-hidden=\u0022true\u0022\u003E\n \u003Cuse xlink:href=\u0022\/themes\/custom\/hrw_design\/dist\/app-drupal\/assets\/spritemap.svg?cacheBuster=250315#sprite-expand\u0022 \/\u003E\n \u003C\/svg\u003E\n\u003C\/div\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003C\/a\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022figure__info text-left font-serif text-xs md:text-sm lg:text-base mx-auto text-gray-700 mt-1\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022figure__caption\u0022\u003EAnacelis Alfaro\n\u003C\/span\u003E\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \u003C\/div\u003E\n\n\n\n\n\n\n\u003Cp\u003EAnacelis Alfaro, de 51 a\u00f1os, es activista del partido opositor Voluntad Popular y en Venezuela se dedicaba a la organizaci\u00f3n de eventos para una universidad privada en el estado de Lara. En diciembre de 2016, Alfaro pronunci\u00f3 un discurso en el cual destac\u00f3 el rol de la mujer en la pol\u00edtica, mencion\u00f3 el encarcelamiento del pol\u00edtico opositor Leopoldo L\u00f3pez e inst\u00f3 a mantener la esperanza en per\u00edodos dif\u00edciles. Pocos d\u00edas despu\u00e9s, mientras se encontraba fuera de la ciudad, se presentaron polic\u00edas en su vivienda exhibiendo una orden para buscar \u201ccarteles y pancartas\u201d y \u201ccualquier otra evidencia de inter\u00e9s criminal\u00edstico\u201d. La orden no especificaba cu\u00e1l era el delito que se habr\u00eda cometido. Una vecina le avis\u00f3 que esto hab\u00eda sucedido, un amigo fue a buscar su pasaporte a su casa y, despu\u00e9s de pasar una semana escondi\u00e9ndose, Alfaro pudo viajar en avi\u00f3n a Buenos Aires. All\u00ed, tras algunos meses dedicados a regularizar su situaci\u00f3n migratoria y buscar empleo, ahora trabaja en la cocina de un restor\u00e1n de comida r\u00e1pida. \u201cMe sent\u00ed una cobarde\u201d, dijo Alfaro, sin poder evitar que se le llenaran los ojos de l\u00e1grimas al recordar su exilio. Pero a\u00f1adi\u00f3, \u201cno quer\u00eda estar presa, porque presa no servir\u00eda de nada\u201d.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003E\n\n\n \n\n\n\u003C\/p\u003E\u003Cdiv class=\u0022embed align-right embedded-entity embedded-entity-type-media embedded-entity-bundle-image embedded-entity-viewmode-embeddable embed--right\u0022 xmlns:xlink=\u0022http:\/\/www.w3.org\/1999\/xlink\u0022\u003E\n \n\n\u003Cdiv\u003E\n \n \n\n\n\n\u003Cfigure class=\u0022figure figure--expand text-center info \u0022\u003E\n \u003Cdiv class=\u0022figure__media relative inline-block mx-auto\u0022\u003E\n \u003Ca href=\u0022\/es\/modal\/32434\u0022 rel=\u0022modal:open\u0022 class=\u0022figure__link\u0022\u003E\n \u003Cimg loading=\u0022lazy\u0022 srcset=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/480w\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_lazardi.jpg?itok=FuNw_wcl 480w, \/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_lazardi.jpg?itok=ehHeTT9- 946w\u0022 sizes=\u0022(max-width: 524px) 100px, 500px\u0022 width=\u0022946\u0022 height=\u00221201\u0022 data-responsive-image-style=\u0022embedded_images\u0022 src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/embed_xxl\/public\/multimedia_images_2017\/201706americas_venezuela_lazardi.jpg?itok=ehHeTT9-\u0022 alt=\u0022Napole\u00f3n Lazardi, a 27-year old economist and opposition activist.\u0022\u003E\n\n\n\n \u003Cdiv class=\u0022figure__expand absolute block bottom-0 right-0 w-8 h-8 bg-white text-gray-700\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022sr-only\u0022\u003EClick to expand Image\u003C\/span\u003E\n \n\n\n\u003Cdiv class=\u0022icon fill-current w-full inline-block\u0022\u003E\n \u003Csvg viewBox=\u00220 0 20 20\u0022 fill=\u0022currentColor\u0022 role=\u0022img\u0022 focusable=\u0022false\u0022 aria-hidden=\u0022true\u0022\u003E\n \u003Cuse xlink:href=\u0022\/themes\/custom\/hrw_design\/dist\/app-drupal\/assets\/spritemap.svg?cacheBuster=250315#sprite-expand\u0022 \/\u003E\n \u003C\/svg\u003E\n\u003C\/div\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003C\/a\u003E\n \u003C\/div\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022figure__info text-left font-serif text-xs md:text-sm lg:text-base mx-auto text-gray-700 mt-1\u0022\u003E\n \u003Cspan class=\u0022figure__caption\u0022\u003ENapole\u00f3n Lazardi\n\u003C\/span\u003E\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \u003C\/div\u003E\n\n\n\n\n\n\n\u003Cp\u003ENapole\u00f3n Lazardi, un economista de 27 a\u00f1os que es adem\u00e1s activista de oposici\u00f3n, dijo que se fue de Caracas en mayo de 2017, cuando comenz\u00f3 a recibir amenazas de muerte despu\u00e9s de haber publicado cartas abiertas al Secretario General de la OEA Luis Almagro y a la Fuerza Armada de Venezuela, en las cuales expres\u00f3 cr\u00edticas sobre la situaci\u00f3n en el pa\u00eds. Lazardi indic\u00f3 que fue incluido en una lista gubernamental de opositores a quienes se prohib\u00eda comprar pasajes de la l\u00ednea a\u00e9rea Conviasa, de propiedad del gobierno. Lazardi sali\u00f3 de su pa\u00eds con USD 100, y viaj\u00f3 en autob\u00fas durante nueve d\u00edas para llegar a Buenos Aires, donde vive actualmente gracias a la hospitalidad de algunos amigos, mientras busca trabajo.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EJorge P\u00e9rez (seud\u00f3nimo), un profesor universitario retirado que hab\u00eda tambi\u00e9n trabajado en el Consejo Nacional Electoral, se mud\u00f3 a Buenos Aires en octubre de 2016, para acompa\u00f1ar a su hija de 20 a\u00f1os que decidi\u00f3 huir de la inseguridad y de la perspectiva de no poder ganar dinero suficiente para cubrir sus gastos una vez que terminara sus estudios universitarios. P\u00e9rez dijo que, en Venezuela, ten\u00eda que pasar horas haciendo cola para comprar alimentos, que no siempre consegu\u00eda, y que debi\u00f3 cambiar la dosis de sus medicamentos para la hipertensi\u00f3n, pues a menudo no encontraba el que necesitaba. P\u00e9rez, su esposa y su hija han obtenido su residencia en Argentina, a pesar de las demoras sufridas por la dificultad de que el gobierno de Venezuela proporcione toda la documentaci\u00f3n necesaria. En la actualidad, P\u00e9rez dicta clases en Buenos Aires, y su hija est\u00e1 estudiando ciencias de la comunicaci\u00f3n en una universidad y trabajando en un sal\u00f3n de belleza.\u0026nbsp;\u003C\/p\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \n\n \n \n\n \n \n\u003C\/div\u003E\n","settings":null},{"command":"insert","method":"prepend","selector":".js-view-dom-id-blog_live_feed__blog_body_block__305672__es","data":"","settings":null}]