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Estefania es ciudadana estadounidense y entr\u00f3 sin inconvenientes. Pero Jos\u00e9 Luis qued\u00f3 detenido y, cinco meses despu\u00e9s, deportado a Nuevo Laredo, M\u00e9xico.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EEn ese momento, no ten\u00eda idea de cu\u00e1l era el motivo. Aunque naci\u00f3 en M\u00e9xico, Jos\u00e9 Luis hab\u00eda estado viviendo en Houston desde los tres a\u00f1os, ten\u00eda una tarjeta de residencia (\u003Cem\u003Egreen card\u003C\/em\u003E) vigente y pocos meses antes hab\u00eda viajado a M\u00e9xico y regresado sin ning\u00fan problema. Lo que no sab\u00eda es que dos roces que tuvo con la ley cuando era joven hab\u00edan quedado en su prontuario, y se convirtieron en bombas de tiempo, a la espera de que se diera la combinaci\u00f3n justa de circunstancias para detonarse.\u0026nbsp;\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cdiv class=\u0022embed\u0022 data-type=\u0022photo_essay\u0022\u003E\n\t\u003Cdiv class=\u0022embed\u0022 data-type=\u0022photo_essay\u0022\u003E\n\n\n \n\n\n\u003Cdiv class=\u0022embed align-right embedded-entity embedded-entity-type-node embedded-entity-bundle-image-gallery embedded-entity-viewmode-embeddable embed--right\u0022\u003E\n \n\n \n\n\n\n\n\n\u003Cdiv class=\u0022container-large max-w-lg mx-auto px-6 sm:px-8 md:pr-14 md:pl-24 x2l:px-0 x2l:mx-32 x3l:mx-auto px-6 lg:px-8\u0022\u003E\n \n\u003Cdiv class=\u0022image-gallery\u0022\u003E\n \u003Cdiv class=\u0022image-gallery__slider pt-10 pb-6\u0022\u003E\n \u003Cfigure class=\u0022image-gallery__slide\u0022\u003E\n \n \u003Cimg src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/image_gallery\/public\/multimedia_images_2017\/201706us_mexico_joseluispark.png?itok=AXswNJRu\u0022 alt=\u0022Jos\u00e9 Luis O. con su esposa y sus dos hijastras en una fotograf\u00eda reciente. \u0022 loading=\u0022lazy\u0022 class=\u0022image-gallery__slide-image mx-auto unloaded\u0022\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022image-gallery__slide-caption text-gray-700 text-center text-sm pt-8 md:pt-10\u0022\u003EJos\u00e9 Luis O. con su esposa y sus dos hijastras en una fotograf\u00eda reciente. \u00a9 Privado\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n \u003Cfigure class=\u0022image-gallery__slide\u0022\u003E\n \n \u003Cimg src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/image_gallery\/public\/multimedia_images_2017\/201706us_mexico_joseluischristmas.png?itok=5Rn_CoXh\u0022 alt=\u0022Jos\u00e9 Luis O. con su esposa y sus dos hijastras en una fotograf\u00eda reciente.\u0022 loading=\u0022lazy\u0022 class=\u0022image-gallery__slide-image mx-auto unloaded\u0022\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022image-gallery__slide-caption text-gray-700 text-center text-sm pt-8 md:pt-10\u0022\u003EJos\u00e9 Luis O. con su esposa y sus dos hijastras en una fotograf\u00eda reciente.\u0026nbsp;\u00a9 Privado\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n \u003Cfigure class=\u0022image-gallery__slide\u0022\u003E\n \n \u003Cimg src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/image_gallery\/public\/multimedia_images_2017\/201706us_mexico_joseluistexas.png?itok=70PMTUgI\u0022 alt=\u0022Jos\u00e9 Luis O. con su esposa y sus dos hijastras en Texas en una fotograf\u00eda reciente.\u0022 loading=\u0022lazy\u0022 class=\u0022image-gallery__slide-image mx-auto unloaded\u0022\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022image-gallery__slide-caption text-gray-700 text-center text-sm pt-8 md:pt-10\u0022\u003EJos\u00e9 Luis O. con su esposa y sus dos hijastras en Texas en una fotograf\u00eda reciente.\u0026nbsp;\u00a9 Privado\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n \u003Cfigure class=\u0022image-gallery__slide\u0022\u003E\n \n \u003Cimg src=\u0022\/sites\/default\/files\/styles\/image_gallery\/public\/multimedia_images_2017\/201706us_mexico_joseluisinstituto.jpg?itok=ecW_jMst\u0022 alt=\u0022Jos\u00e9 Luis O. habla con investigadores de Human Rights Watch en el Instituto Tamaulipeco en Nuevo Laredo, M\u00e9xico.\u0022 loading=\u0022lazy\u0022 class=\u0022image-gallery__slide-image mx-auto unloaded\u0022\u003E\n \u003Cfigcaption class=\u0022image-gallery__slide-caption text-gray-700 text-center text-sm pt-8 md:pt-10\u0022\u003EJos\u00e9 Luis O. habla con investigadores de Human Rights Watch en el Instituto Tamaulipeco en Nuevo Laredo, M\u00e9xico. \u00a9 2017 Human Rights Watch\n \u003C\/figcaption\u003E\n \u003C\/figure\u003E\n \u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n \u003C\/div\u003E\n\n \u003C\/div\u003E\n\n\n\n\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n\u003Cp\u003EEl prontuario de Jos\u00e9 Luis inclu\u00eda una condena por robo con ingreso en morada a los 17 a\u00f1os, impuesta luego de llevarse algunas prendas de vestir de una casa; cuando un amigo fue detenido, Jos\u00e9 Luis se entreg\u00f3 voluntariamente. M\u00e1s tarde, a los 26 a\u00f1os, la polic\u00eda detuvo a Jos\u00e9 Luis mientras esperaba fuera del departamento de un amigo, y cumpli\u00f3 una pena de 15 d\u00edas de c\u00e1rcel por contravenci\u00f3n menor a la propiedad. Jos\u00e9 Luis no fue deportado en ninguna de estas oportunidades.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EPosteriormente, mantuvo un buen comportamiento, obtuvo un Certificado de equivalencia de educaci\u00f3n secundaria (GED), tom\u00f3 clases en una instituci\u00f3n terciaria comunitaria, trabaj\u00f3 como vendedor de autom\u00f3viles y conductor de Uber, y ayud\u00f3 a criar a sus dos hijastros y dos hijos propios, todos ellos ciudadanos estadounidenses. Su tarjeta de residencia (\u003Cem\u003Egreen card\u003C\/em\u003E) le permitir\u00eda realizar viajes a M\u00e9xico y regresar a EE. UU. f\u00e1cilmente, hasta diciembre pasado.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003EEntonces se enter\u00f3 de que las tarjetas de residencia \u2014visas de residencia permanente\u2014 no tienen necesariamente car\u00e1cter permanente, y pueden ser revocadas, incluso por delitos menores ocurridos mucho tiempo antes. Jos\u00e9 Luis pas\u00f3 cinco meses en detenci\u00f3n inmigratoria, e hizo todo lo posible por conservar su tarjeta de residencia y regresar con su familia en Houston, sin ning\u00fan \u00e9xito.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ECuando habla sobre sus hijastras Christina, de 9 a\u00f1os, y Violet, que el mes pr\u00f3ximo cumplir\u00e1 4, se le ilumina la mirada y se r\u00ede. \u201cViolet me llama \u2018cari\u00f1o\u2019\u201d, dice mientras esboza una sonrisa durante una entrevista en Nuevo Laredo, \u201cporque ella escucha que as\u00ed es como me llama siempre su madre\u201d. Extra\u00f1a a todos sus hijos, incluidos dos nacidos de relaciones anteriores, un muchacho de 18 a\u00f1os y una ni\u00f1a de 7, que tambi\u00e9n viven en Houston.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ELe preocupa el modo en que su ausencia los est\u00e1 afectando. Su hijo lo visit\u00f3 una vez mientras estuvo detenido, pero empez\u00f3 a llorar y tuvo que irse de la sala. Sin embargo, lo que m\u00e1s le preocupa es c\u00f3mo se las arreglar\u00e1 su madre, que est\u00e1 sola desde que falleci\u00f3 el padrastro de Jos\u00e9 Luis. Aunque recibe beneficios de la seguridad social, Jos\u00e9 Luis siempre la ayudaba con todo lo que necesitaba. Jos\u00e9 Luis le explic\u00f3 al juez de inmigraci\u00f3n cu\u00e1nto lo necesitaba su madre. \u201cEvidentemente eso no import\u00f3\u201d, comenta. Jos\u00e9 Luis podr\u00eda haber reunido los requisitos para un beneficio discrecional, que le habr\u00eda permitido al juez cancelar su deportaci\u00f3n, pero por una escasa diferencia qued\u00f3 fuera de la fecha de corte, que exig\u00eda que hubiera tenido la tarjeta de residencia siete a\u00f1os antes de la primera condena.\u003C\/p\u003E\n\n\u003Cp\u003ECuando nos reunimos con Jos\u00e9 Luis, iba camino a Acapulco, donde se quedar\u00eda con su padre, a quien apenas conoce, y evaluar\u00eda qu\u00e9 opciones tiene para regresar con su familia en Houston.\u0026nbsp;\u003C\/p\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\u003C\/div\u003E\n\n \n\n \n \n\n \n \n\u003C\/div\u003E\n","settings":null},{"command":"insert","method":"prepend","selector":".js-view-dom-id-blog_live_feed__blog_body_block__305278__es","data":"","settings":null}]