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Irak — EE.UU. está usando municiones racimo en Irak
(Washington, DC, 1 de abril de 2003) — Las fuerzas terrestres de los Estados Unidos están usando municiones racimo con una muy alta proporción de fracaso, creando peligros inmediatos y a largo plazo para los civiles y los soldados amigos, informó hoy Human Rights Watch.

Los Estados Unidos no deben estar usando estas armas. Los civiles iraquíes van a pagar con sus vidas y sus extremidades durante muchos años.

Steve Goose, Director Ejecutivo de la División de Armas de Human Rights Watch.


Mientras que el uso de dichas armas aún no ha sido confirmado por fuentes oficiales militares estadounidenses, es evidente por las imágenes de televisión y las historias de los reporteros asignados a unidades de los EE.UU. que dichas tropas están usando proyectiles y cohetes de artillería que contienen grandes cantidades de submuniciones, o municiones racimo. Cuando estas submuniciones no estallan al impactar como se supone, se convierten en peligrosos explosivos sin detonar que funcionan como minas antipersonal volátiles e indiscriminadas.

Dos marines estadounidenses murieron en incidentes separados el 27 y 28 de marzo al pisar municiones racimo sin estallar lanzadas por la artillería en el sur de Irak.

"Los Estados Unidos no deben estar usando estas armas", dijo Steve Goose, Director Ejecutivo de la División de Armas de Human Rights Watch. "Los civiles iraquíes van a pagar con sus vidas y sus extremidades durante muchos años."

Human Rights Watch ha identificado película donde se ve el uso del Sistema de Lanzamiento de Cohetes Múltiples (MRLS) por unidades de artillería de la 3ra División de Infantería. Éste es un sistema que actualmente sólo usa cargas con submuniciones. El 1er Batallón del Regimiento 39 de Artillería de Campo de la división despliega por lo menos dieciocho unidades de lanzamiento MRLS.

La cabeza de misil M26 que se utiliza normalmente para el MRLS contiene 644 submuniciones individuales M77 (también conocidas como granadas de doble propósito). Según un informe del Departamento de Estado sometido al congreso de los EE.UU. en febrero del 2000, estas submuniciones tienen una proporción de fracaso de un 16%. Por lo tanto, la típica descarga de doce cohetes MLRS podría resultar en más de 1,200 submuniciones sin detonar desparramadas al azar en un área de impacto de 120,000 a 240,000 metros cuadrados.

El diario The Washington Post informó el 29 de marzo que los MRLS estadounidenses dispararon dieciocho Sistemas Tácticos de Misiles del Army (ATACMS) contra posiciones sospechadas de defensa aérea en apoyo a un ataque de los helicópteros de unidades de la 101a División Aérea el 29 de marzo. La descarga de un ATACMS es de 300 ó 950 submuniciones M74 con una proporción de fracaso reportada de un 2%.

Human Rights Watch también ha visto un vídeo de unidades de artillería de los Marines estadounidenses apoyando al 3er Batallón Armado de Reconocimiento utilizando proyectiles para disparar artillería de 155mm a las posiciones iraquíes; un reportero asignado a la unidad describió cómo vio "cientos de granadas" ser disparadas a los iraquíes. Éstos aparentemente fueron los proyectiles M483A1 y M864 cuyas submuniciones (granadas de doble propósito) tienen una proporción de fracaso de un 14%. El proyectil M483A1 contiene ochenta y ocho granadas de doble propósito, y el M864 contiene setenta y dos.

No está claro si las bombas-racimo lanzadas desde el aire han sido utilizadas en la campaña aérea. Oficiales iraquíes han alegado en repetidas ocasiones que los aviones de los EE.UU. y Gran Bretaña han lanzado bombas-racimo pero estos reportes no han sido confirmados. Las fuerzas aéreas estadounidenses han usado bombas-racimo, notablemente la munición CBU-87 de Efectos Combinados, empleada extensamente durante la primera Guerra del Golfo en 1991, en Yugoslavia/Kósovo en 1999 y en Afganistán en 2001 y 2002.

Por lo menos ochenta muertes de soldados de los EE.UU. durante la Guerra del Golfo de 1991 fueron atribuidas a municiones racimo sin detonar. Más de 4,000 civiles murieron o fueron heridos por municiones racimo sin detonar después de finalizar la guerra.

Human Rights Watch ha hecho un llamado para que se establezca una moratoria global sobre el uso de municiones racimo hasta que se atiendan los problemas humanitarios que causan. De no establecerse ese compromiso, Human Rights Watch solicita urgentemente que los Estados Unidos y otros países capaces de desplegar municiones racimo en Irak prohiban el uso de cualquier munición racimo en ataques en o cerca de áreas pobladas y que suspendan el uso de municiones racimo que en pruebas hayan demostrado producir altos porcentajes de cargas sin detonar. Si se usan municiones racimo, es crucial que los Estados Unidos registre, reporte, busque y marque las áreas en las que se sabe o se sospecha que se han lanzado municiones racimo y que se conserve esta información para que pueda ser diseminada rápidamente en los esfuerzos de limpieza.

"Estados Unidos debe proveer información extensa y advertencias a las poblaciones civiles para protegerlas de las municiones racimo sin detonar", dijo Goose. "Estados Unidos ahora tiene la responsabilidad especial de ayudar a limpiar estos mortíferos residuos de guerra tan pronto como sea posible."

Inmensas cantidades de municiones racimo sin detonar van a complicar la reconstrucción de Irak además de poner en peligro a los civiles y a las fuerzas de paz, dijo Goose.

Irak también ha usado minas antipersonal extensamente.


MÁS INFORMACIÓN SOBRE LAS MINAS EN IRAK (en inglés)
LAS CARGAS SIN DETONAR DE LAS BOMBAS-RACIMO DE LOS EE.UU. SON UNA AMENAZA (18 de marzo de 2003)
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