Informes


La cosecha mal habida
Trabajo infantil y obstáculos a la libertad sindical en las plantaciones bananeras de Ecuador






I. RESUMEN Y RECOMENDACIONES

II. ANTECEDENTES

III. TRABAJO INFANTIL

IV. LIBERTAD SINDICAL

V. EMPRESAS EXPORTADORAS DE BANANOS

VI. EXPORTACIÓN DE BANANOS Y REGÍMENES DE COMERCIO

VII. CONCLUSIÓN


(New York: Human Rights Watch, 2002)

III. TRABAJO INFANTIL

Human Rights Watch cree que, sin datos gubernamentales fiables sobre el alcance y la magnitud del trabajo infantil en el sector bananero, resulta difícil para el gobierno y otras instituciones diseñar programas y asignar los recursos necesarios para remediar las violaciones a los derechos humanos de los niños que trabajan en el sector. Sin embargo, Human Rights Watch no pudo conseguir una estimación fiable del número de niños empleados en el sector bananero de Ecuador. El gobierno ecuatoriano no mantiene ese tipo de estadísticas. A pesar del acuerdo firmado en junio de 2001 entre el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) y el Programa de Información Estadística y de Seguimiento en Materia de Trabajo Infantil (conocido por sus siglas en inglés, SIMPOC), de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para llevar a cabo una encuesta sobre el trabajo infantil a partir de agosto de 2001, la encuesta no arrojará datos desglosados por ocupación.44 Pero otros datos disponibles proporcionan algunos parámetros para calcular el alcance del trabajo infantil en el sector bananero. En 1994, según cálculos gubernamentales, trabajaba el 38 por ciento de los niños de Ecuador de edades comprendidas entre los diez y los diecisiete años, unos 808.000 niños, 419.000 de los cuales, aproximadamente, tenían entre diez y catorce años.45 En el sector rural, trabajaba el 59 por ciento de los niños de entre diez y diecisiete años, unos 568.000 niños.46 En 1998, otra encuesta gubernamental mostró que el porcentaje de niños trabajadores de entre diez y diecisiete años de edad había ascendido hasta el 45 por ciento.47 Sin embargo, no existe desglose de estas cifras por industria. Basándose en estos datos estadísticos sobre el trabajo infantil en Ecuador; las entrevistas que Human Rights Watch mantuvo con setenta trabajadores o ex trabajadores bananeros, niños y adultos, la mayoría de los cuales afirmaron trabajar en plantaciones junto con otros niños; y la facilidad con la que pueden encontrarse niños trabajadores del banano en las localidades próximas a las fincas, Human Rights Watch considera que el trabajo infantil en las plantaciones bananeras en Ecuador está muy extendido.

Los cuarenta y cinco niños-menores de dieciocho años-trabajadores bananeros entrevistados por Human Rights Watch describieron las condiciones laborales en las que trabajaban y las tareas que desempeñaban, muchas de las cuales hacen que su trabajo pueda considerarse, de acuerdo con la legislación internacional, entre las "peores formas de trabajo infantil." Explicaron su exposición a sustancias químicas tóxicas-manejaban plásticos tratados con insecticidas, trabajaban bajo fumigaciones aéreas con fungicidas sobre las plantaciones y fumigaban con bomba pesticidas poscosecha en las empacadoras. También describieron el uso de herramientas afiladas, incluso chuchillos, curvos y machetes, y la falta de agua potable e instalaciones sanitarias. Cuatro muchachos explicaron que jalaban garrucha, acarreaban pesadas cargas de bananos desde los campos hasta las plantas empacadoras, y tres niñas preadolescentes describieron episodios de acoso sexual.

Cuando se les preguntó por qué trabajaban, la gran mayoría respondió que lo hacía con el fin de proporcionar dinero a sus padres para la compra de ropa y alimentos. Un muchacho de catorce años, que desde que tenía doce años había trabajado en la plantación Balao Chico, en el cantón de Balao, a unas setenta millas al sur de Guayaquil, en la provincia sureña de Guayas, resumió las respuestas de la mayoría de los niños entrevistados cuando dijo, "Hay que trabajar. No hay plata."48

La media de edad a la que estos niños comenzaron a trabajar en las plantaciones bananeras se sitúa en los once años. Sólo cuatro de ellos comenzaron a trabajar a los catorce años o más. Los otros cuarenta y uno se convirtieron en trabajadores del banano entre los ocho y los trece años, sin autorización previa de los tribunales de menores, violando así la legislación ecuatoriana y el Convenio de la OIT sobre la Edad Mínima. Aunque dos de los niños indicaron que trabajaban durante unas cinco horas diarias, la mayoría afirmó trabajar entre nueve y trece horas por jornada, con una media de once horas, violando también la legislación ecuatoriana y el Convenio de la OIT sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación (Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil), cuya Recomendación califica como unas de las peores formas de trabajo infantil "los trabajos que implican condiciones especialmente difíciles, como los horarios prolongados."49

El trabajo infantil en la legislación internacional

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) establece que "[t]odo niño tiene derecho . . . a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado."50 La Convención de los Derechos del Niño estipula que el niño-"todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad"- tiene derecho "a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social."51 Se requiere a todos los estados partes de la convención para que adopten "todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente Convención."52 El Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil detalla la prohibición de trabajos dañinos y peligrosos y exige la desaparición de las "peores formas de trabajo infantil," entre las que se incluye "el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños."53 En virtud del Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, cada estado parte debe adoptar "las medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia."54

Según el Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, los estados partes deberán determinar qué trabajos son los trabajos peligrosos que prohíbe el Convenio en consultas con las organizaciones trabajadores y empleadores, "tomando en consideración las normas internacionales en la materia . . . en particular, la Recomendación sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil."55 La Recomendación estipula que para determinar la peligrosidad de un trabajo se tomen en consideración los siguientes aspectos:

a) los trabajos en que el niño queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o sexual;

b) los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados;

c) los trabajos que se realizan con maquinaria, equipos y herramientas peligrosos, o que conllevan la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas;

d) los trabajos realizados en un medio insalubre en el que los niños estén expuestos, por ejemplo, a sustancias, agentes o procesos peligrosos, o bien a temperaturas o niveles de ruido o de vibraciones que sean perjudiciales para la salud; y

e) los trabajos que implican condiciones especialmente difíciles, como los horarios prolongados o nocturnos, o los trabajos que retienen injustificadamente al niño en los locales del empleador.56

Además de establecer los umbrales mínimos sobre las condiciones de trabajo apropiadas para los niños, la OIT establece también una edad mínima para entrar en el mercado laboral. El Convenio de la OIT sobre la Edad Mínima establece que la edad mínima "no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar, o en todo caso, a quince años."57 El Convenio estipula que, como excepción a la edad mínima de quince años, aquel estado "cuya economía y medios de educación estén insuficientemente desarrollados podrá, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas, si tales organizaciones existen, especificar inicialmente una edad mínima de catorce años."58

Exposición a sustancias peligrosas

Me metí bajo de la empacadora hasta que se fue el avión, menos de una hora. Me intoxiqué. Tenía los ojos rojos. Tenía nausea. Estaba mareado. Tenía dolor de cabeza; vomité.

-Marcos Santos describió lo que le sucedió cuando tenía once años y trabajaba en la plantación Guabital, en el cantón de Balao.59

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (U.S. EPA, por sus siglas en inglés) reconoce que, por diversas razones, los niños corren más riesgos frente a los pesticidas; sus órganos internos todavía se están desarrollando y madurando y sus sistemas enzimáticos, metabólicos e inmunes pueden proporcionarles una protección menor que los de los adultos.60 Del mismo modo, el Concilio de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés), una organización no-gubernamental (ONG) medioambiental internacional, afirma que hay bastantes pruebas que demuestran que la salud de los niños se ve amenazada de forma extraordinaria por peligros medioambientales.61 En concreto, el NRDC ha descubierto que, en presencia de pesticidas, los niños están proporcionalmente más expuestos a sus efectos adversos porque, entre otras cosas, su ritmo respiratorio en reposo es bastante más alto que el de los adultos, el área cutánea por unidad de peso corporal es mayor que la de los adultos y, por la inmadurez de sus riñones, expulsan peor las toxinas.62

A pesar del elevado riesgo que supone para los menores estar expuestos a sustancias tóxicas, la mayoría de los niños trabajadores a los que entrevistó Human Rights Watch estuvieron en contacto con pesticidas en una o varias de las fases del proceso de producción de bananos. A la mayor parte de ellos sus patronos nunca les habían explicado el peligro que supone para su salud esa exposición ni qué medidas tomar para no contaminarse. En muchos casos, el uso de los pesticidas, a menudo tóxicos, estaba aprobado por las empresas exportadoras que se abastecían de las plantaciones en las que trabajaban los niños, lo que en opinión de Human Rights Watch, hace que las exportadoras tengan un alto nivel de complicidad con la violación al derecho de esos niños a la salud.

Plásticos tratados con insecticidas

En el proceso de producción bananera se emplean plásticos tratados con pesticidas que se colocan en los racimos para proteger el fruto, durante su crecimiento, de insectos dañinos. Lo más frecuente es que los insecticidas se apliquen tanto a las fundas, bolsas de plástico que cubren todo el racimo de arriba abajo, como a las corbatas, las tiras que se atan alrededor de los tallos en los extremos de las fundas. Los niños declararon haber participado en la puesta de los plásticos en las plantas, en la retirada de esos plásticos una vez cosechado el racimo, en la recogida del plástico del suelo de la empacadora y en su posterior eliminación.

De las listas de pesticidas autorizados por Chiquita, Dole y Noboa, según la documentación que los representantes en Ecuador de esas empresas presentaron a Human Rights Watch indicando los pesticidas que autorizaban a utilizar en sus plantaciones, Human Rights Watch dedujo que los pesticidas que más se usan en ese país para tratar plásticos son diazinón y cloropirifos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula el riesgo agudo para la salud humana-el riesgo que supone una exposición al pesticida por un corto periodo de tiempo-y considera ambos pesticidas "moderadamente peligrosos," categoría II. Este cálculo se hace a partir de la toxicidad de contacto y la toxicidad oral en ratas.63 La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) señala que todos los pesticidas "moderadamente peligrosos" deberían llevar una etiqueta amarilla y la advertencia, "peligro."64

Entre mayo y julio de 2001, la U.S. EPA consideró el cloropirifos un producto de uso restringido, y, en mayo de 2001, el diazinón también apareció en la lista de productos de uso restringido.65 En junio de 2000, alegando riesgos para la salud infantil, la U.S. EPA alcanzó un acuerdo con los registradores de pesticidas para eliminar ciertos usos de cloropirifos, prohibiendo en primer lugar "los usos que suponen un riesgo más inminente para los niños" y su uso en las escuelas, parques y lugares en los que "los niños pueden estar expuestos."66 En diciembre de 2000, la U.S. EPA anunció también el acuerdo que había alcanzado para eliminar el uso de diazinón porque esa sustancia "está entre los productos químicos . . . que atacan al sistema nervioso y se cree que son una amenaza, sobre todo para los niños, incluso en dosis bajas."67

Diazinón y cloropirifos son dos organofosfatados, sintetizados inicialmente durante la Segunda Guerra Mundial como armas químicas, que afectan al sistema nervioso.68 Los organofosfatados interfieren la acción de la colinesterasa -un enzima que rompe un neurotransmisor cerebral crítico-lo que provoca una sobreestimulación nerviosa y "varios síntomas tóxicos agudos."69 Entre los síntomas de envenenamiento están: dolores de cabeza, náuseas, mareos, salivación, sudoración, dificultad respiratoria, tos, rigidez en el pecho, visión borrosa y, en casos más graves, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dificultad para hablar. Si se alcanzan niveles muy tóxicos se pueden producir convulsiones, coma e incluso la muerte.70 Entre los efectos crónicos están: "dificultad para concentrarse y memorizar, desorientación, depresión grave, irritabilidad, confusión, dolor de cabeza, dificultad para hablar, reacción lenta a los estímulos, pesadillas, sonambulismo, y somnolencia o insomnio."71 También existen:

pruebas de estudios realizados con animales, de que la exposición crónica a niveles bajos de organofosfatados afecta tanto al desarrollo como al funcionamiento neurológicos de animales en crecimiento. Con estas pruebas es posible defender que la exposición permanente a niveles bajos de organofosfatados afecta de forma adversa al desarrollo del sistema nervioso infantil, y puede tener como consecuencias la disminución de la capacidad cognitiva, trastornos del comportamiento y otros déficit neurológicos.72

Como los organofosfatados se absorben a través de la piel, "hay que evitar el contacto cutáneo con ellos."73 El contacto cutáneo "puede, localmente, causar sudor y contracciones musculares involuntarias" y puede llevar a otros efectos sistémicos de los descritos anteriormente.74

Estos organofosfatados son dos de los insecticidas más usados en Ecuador para tratar los plásticos que se emplean en la producción bananera. Sin embargo, Human Rights Watch no pudo determinar si esos compuestos organofosfatados fueron empleados o no en las veinticinco plantaciones en las que trabajaban los cuarenta y cinco niños entrevistados. A pesar de ello, dado que diecisiete de los cuarenta y cinco niños dijeron haber estado en contacto con plásticos tratados con insecticidas durante alguna de las fases de la producción de bananos, que varios relataron de forma anecdótica los síntomas de envenenamiento que habían sentido después de haber estado expuestos, y que al menos una exportadora de las cinco de las que se ocupa este informe ha aprobado el uso de uno o ambos pesticidas, creemos que es un asunto que merece la pena seguir investigando.

Guillermo Guerrero, un chico de catorce años, contó que desde que tenía trece años trabajaba en Balao Chico "poniendo corbatas," las tiras de plástico tratado que se atan en los racimos.75 Guerrero describió cómo se subía a una escalera, ataba las dos cintas, bajaba y llevaba la escalera a la planta siguiente para repetir el proceso.76 De forma parecida, Carlos Ortiz, de trece años, dijo que desde los doce años había trabajado en tres plantaciones del cantón de Balao-Santa Carla, Guabital y Balao Chico-colocando corbatas de similar manera.77

Varios de los niños con los que habló Human Rights Watch describieron los efectos de manejar plásticos tratados con insecticidas. Daniel Ríos, un muchacho de diecisiete años que dijo trabajar desde los trece en la hacienda Balao Chico atando tiras tratadas con insecticidas a los racimos, explicó, "Se intoxica con los químicos. Se enrancha y se hace vomitar. Esto me pasó a mí cuando tenía quince años. . . . Tenía dolor de cabeza. Me enranchó el cuerpo."78 Gregorio Bonilla, de catorce años de edad, trabajador de la plantación Predio Rústico La Rural, C.A., conocida como "Pileta," en el cantón de Balao, aseguró, "Me enfermé trabajando en el campo poniendo corbatín en el racimo. . . . No usaba equipo protectivo. . . . Tenía dolor de cabeza. Estaba mareado. . . . Fui a casa. . . . No fui al medico."79 Otro niño, Carlos Ortiz, indicó, "Empecé a sentir mal. . . . Me dolía la cabeza. . . . Fui a casa." Esto le ocurrió cuando tenía once años y ataba tiras tratadas con insecticida en la plantación Guabital.80

Muchos de los niños con los que habló Human Rights Watch, incluido Carlos Ortiz, dijeron que mientras manejaban los plásticos tratados no usaban ningún equipo de protección, ni siquiera guantes. Otros explicaron que utilizaban guantes, pero que los compraban ellos porque los patronos no se los proporcionaban. Marta Mendoza, una niña de doce años que desde los once había trabajado en las cuatro plantaciones de Las Fincas en el cantón de Balao-San Alejandro, San Fernando, San Gabriel y San José-declaró a Human Rights Watch que llevaba guantes de protección, pero añadió, "Me los compré de mi plata. Ellos no te dan nada de equipo."81

Aplicación de pesticidas en las empacadoras

Los niños también estuvieron expuestos a pesticidas al aplicar directamente fungicidas a bananos preparados para enviar fuera de la planta empacadora. Sujetaron bombas, pequeños tanques llenos de fungicida, con las que fumigaron los bananos mediante mangueras. De las listas de fungicidas aprobados por Chiquita, Dole y Noboa para usar en sus plantaciones en Ecuador, Human Rights Watch dedujo que los pesticidas de aplicación más frecuente en este punto de la producción son tiabendazol e imazalil. Este último, igual que los organofosfatados, está considerado "moderadamente peligroso," categoría II.82 Se sabe que causa descoordinación muscular, reducción de la tensión arterial, temblor y vómitos.83 El Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas, integrado por la OMS, la OIT y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente,84 señala, respecto al imazalil, que al aplicarlo en forma de spray, se puede alcanzar rápidamente una cantidad peligrosa de partículas en el aire y que una exposición prolongada o repetida puede tener consecuencias negativas para el hígado, incluso provocar la disminución de sus funciones y daño tisular.85 La etiqueta comercial del imazalil indica que el producto puede causar daño ocular y advierte que no debe aplicarse sobre los ojos o la ropa y que es necesario el empleo de gafas protectoras durante su uso.86 Por otro lado, la OMS clasifica el tiabendazol como producto que "no reviste peligro en condiciones de uso normal."87 A pesar de la clasificación de la OMS, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos dice que el tiabendazol puede causar "irritación del tracto respiratorio superior" y, en caso de exposición prolongada, causar mareos, náuseas, vómitos, dolores de cabeza, debilidad, somnolencia y pérdida de apetito.88 Otros síntomas que pueden aparecer, aunque con menor frecuencia, son: picores, erupciones cutáneas y escalofríos.89 Según indica la etiqueta de varios de los productos comerciales cuyo ingrediente activo es el tiabendazol, también produce una leve irritación ocular y puede ser nocivo si se inhala o se absorbe a través de la piel. Además indican que durante su uso debe llevarse ropa de protección y guantes de goma.90

Aunque tiabendazol e imazalil son los dos pesticidas aplicados con más frecuencia en Ecuador a los bananos ya cosechados, Human Rights Watch no pudo comprobar su utilización en las plantaciones donde trabajaban los cuarenta y cinco niños que entrevistamos. Sin embargo, catorce de esos niños declararon que habían aplicado pesticidas en las empacadoras. Una niña de nueve años comentó a Human Rights Watch que había comenzado a rociar los bananos con pesticidas cuando tenía ocho años y trabajaba en San Alejandro y San Gabriel, ambas del grupo Las Fincas.91

Varios de los muchachos dijeron no llevar ningún equipo de protección mientras aplicaban los productos: ni guantes, ni máscara, ni gafas, ni delantal. Humberto Rojas, un joven de catorce años que comenzó a trabajar en el banano a los trece, explicó, "A veces fumigo con la bombita en la empacadora. Tiene manguera. No [llevo] equipo. No guantes, no máscara." Continuó, "Ninguna orientación. Te enseñan cómo usar la bombita, [pero] sólo cómo usar la bomba. Nada de protección."92 Armando Heredia, que contaba once años de edad, también explicó cómo rociaba los bananos con fungicidas en la empacadora de la plantación San Miguel, en el cantón de Naranjal, a unas cincuenta millas al sur de Guayaquil, en la provincia sureña de Guayas: "No te dan mascarillas. . . . Después [se] me dañaron los guantes y empecé a fumigar con las manos. Mi papi me compró los guantes. Allí no te dan."93

Algunos de los niños dijeron haberse sentido enfermos después de estar directamente expuestos a los productos químicos aplicados a los bananos en las empacadoras. Ricardo Leiva, de doce años, describió así su experiencia cuando, a los once años, trabajaba en una plantación que él llamaba "Paladines," en el cantón de Balao: "Me enfermé. . . . Tenía dolor de cabeza, fiebre [y] tos. Estaba fumigando en la empacadora. La fumigación me cayó en la cara. No le dije nada al jefe. Seguí trabajando."94 Después añadió, "Nunca llevo guante. No llevo nada. No te dan equipo."95 Teresa Rivera, una joven de diecisiete años, que durante un período corto de tiempo había estado trabajando con los fungicidas en una empacadora de Balao Chico con delantal, guantes y máscara, señaló, "Cuando fumigaba me dolía la cabeza. Por eso salí de allí."96 Marcos Santos explicó que a los once años se enfermó por estar cerca del lugar en el que se aplicaban los productos químicos: "Me enfermé dos veces. . . . Vomité. Tenía dolor de cabeza. Fui a la casa las dos veces. La primera vez, le dije al jefe. . . . Me dijo, `Lávate la cara. Lávate las manos. Véte a casa.' [El jefe] no estaba la segunda vez. Me fui a casa."97

Trabajo durante la fumigación aérea

Además, los niños empleados en las plantaciones de bananos estuvieron expuestos a pesticidas tóxicos cuando trabajaban en los campos o en las empacadoras mientras los aviones fumigaban fungicidas sobre ellos. Según la información que proporcionaron a Human Rights Watch los representantes de Chiquita, Dole y Noboa, en Ecuador se emplean varios tipos de fungicidas para fumigar los campos de bananos. De esta información, Human Rights Watch dedujo que entre los más comunes están tridemorf, propiconazole, benomil, mancozeb, azoxistrobina y bitertanol. La OMS clasifica a los dos primeros como "moderadamente peligrosos," categoría II, y del resto considera que "no reviste peligro en condiciones de uso normal."98 A pesar de ello, la U.S. EPA ha establecido, para todos los pesticidas aplicados mediante aviones, un mínimo de cuatro horas de Intervalo de Entrada Restringida (IER), el período de tiempo inmediatamente posterior a la aplicación del producto en el que está prohibida o limitada la entrada a la zona tratada. Durante ese tiempo no debe permitirse bajo ningún motivo que un trabajador entre en la zona.99

Aunque esos fungicidas están entre los que "no revisten peligro en condiciones de uso normal," por lo menos tres de ellos causan pequeños problemas de salud. Por ejemplo, la U.S. EPA estableció un IER de veinticuatro horas para el mancozeb, que produce una irritación moderada de la piel y de las vías respiratorias y que causa picor, sequedad de la garganta, estornudo, tos e inflamación de la nariz o la garganta.100 El mismo organismo estableció un IER de veinticuatro horas para el benomil y de doce horas para la azoxistrobina,101 causantes ambos de irritaciones y reacciones cutáneas.102 La misma agencia estadounidense clasifica al benomil como posible carcinógeno humano.103 Además, en Estados Unidos están pendientes de resolución más de un centenar de demandas presentadas desde todo el mundo contra el fabricante del producto con benomil, que se usa en las bananeras de Ecuador. Entre otras cosas, los demandantes alegan que el producto es responsable de los graves defectos con los que nacieron niños cuyos padres estuvieron expuestos al producto. Entre los defectos congénitos estaban la ausencia de ojos y la fisura del paladar.104 El 19 de abril de 2001, la empresa anunció que dejaría de vender el producto el 31 de diciembre de 2001, aunque señaló estar completamente segura de la ausencia de riesgo si se utiliza siguiendo las indicaciones.105 Bitertanol no está registrado en Estados Unidos por lo que la EPA no ha establecido un IER ni ha estudiado con detalle su toxicidad en humanos.106

Los dos fungicidas considerados "moderadamente peligrosos" de entre los que se fumigan con avionetas sobre los cultivos de bananos-tridemorf y propiconazole-pueden causar varios síntomas desagradables. La Agencia del Medio Ambiente de Alemania ha clasificado cada uno de ellos como "posible disruptor endocrino,"107 porque pueden interferir con el funcionamiento adecuado del andrógeno, los estrógenos y las hormonas tiroideas, cuyas consecuencias pueden ser reducción de la fertilidad, esterilidad o desórdenes metabólicos.108 También causan irritación ocular y cutánea,109 y la U.S. EPA ha clasificado el propiconazole como "posible carcinógeno humano."110 La etiqueta comercial del propiconazole indica que el IER establecido para él por la U.S. EPA es de veinticuatro horas. Tridemorf no está registrado en la U.S. EPA por lo que no se puede usar en Estados Unidos.111

Aunque estos seis fungicidas están entre los que más se utilizan en fumigaciones aéreas sobre bananos en Ecuador, Human Rights Watch no pudo constatar su uso en las plantaciones en las que trabajaban los niños entrevistados. Sin embargo, Human Rights Watch habló con cuarenta niños de las medidas que se tomaban en las plantaciones respecto a las fumigaciones con avioneta. De ellos, treinta y ocho indicaron que seguían trabajando en las fincas mientras los aviones aplicaban los productos sobre los bananales. Diego Rosales, un muchacho de catorce años que desde los trece trabajaba en la plantación Guabital, explicó, "Cuando pasa el avión, se sigue trabajando. Cuando el agua te cae, se nota en la piel. Se sigue trabajando."112

Quince de los niños que continuaron trabajando mientras las avionetas de fumigación les sobrevolaban relataron a Human Rights Watch los problemas de salud que tuvieron después. Entre los síntomas que describieron figuraban dolor de cabeza, fiebre, mareos, enrojecimiento de los ojos, dolor de estómago, náuseas, vómitos, temblores, picores, ardores en la mucosa nasal, fatiga y dolor de las articulaciones. Aunque estos síntomas de envenenamiento por pesticidas también podrían deberse a otras enfermedades, merece la pena estudiar más profundamente la relación entre ellos y los seis fungicidas mencionados anteriormente, cada uno de los cuales fue aprobado por al menos dos de las empresas exportadoras que forman parte de esta investigación.

Fabiola Cardozo señaló que se enfermó en dos ocasiones después de fumigaciones áreas, cuando con doce años trabajaba en la empacadora de San Alejandro, del grupo Las Fincas. Respecto a la primera vez describió, "Tenía fiebre. . . . Le dije al jefe que sentía enferma y no me creía, [pero] me dijo que fuera a mi casa. Fui a casa, y mi mami me llevó al doctor. . . . [La segunda vez,] me llené de cosas rojas. Me picaron. Tenía tos. Me dolían los huesos. Le dije al jefe. Él me mandó a casa. No fui al médico."113 Carolina Chamorro relató a Human Rights Watch de forma parecida su malestar tras las fumigaciones aéreas: "Me sentí enferma dos veces. Tenía diez años. . . . Me cogí a temblar." La niña dijo haber creído que se iba a desmayar y habérselo dicho a su jefe, que la envió a casa. Su madre la llevó al médico.114 Susana Gómez, que a los dieciséis años ya había trabajado más de dos en Santa Carla, en el cantón de Balao, explicó, "La nariz me arde. El líquido me viene a la nariz con el viento y me empiezan a picar las manos."115 Cristóbal Álvarez, de doce años, señaló, "Ese veneno a veces le enferma a uno. Sigo trabajando, claro. No me tapo. Una vez me enfermé. Vomité [y] tenía dolor de cabeza . . . después de la fumigación. Tenía once años. . . . Les dije a los jefes. Me dieron dos días para que me curara. Fui a casa. Los jefes no me llevaron al doctor; mi mamá me llevó."116

Los muchachos relataron a Human Rights Watch los métodos que utilizaban para protegerse del líquido tóxico: meterse debajo de las hojas del banano, agachar la cabeza, cubrirse la cara con la camisa, cubrirse la nariz y la boca con las manos y ponerse cartones por encima. Enrique Gallana, que con catorce años trabajaba en la plantación San Carlos, en el cantón de Balao, lo explicaba así: "Cuando pasan los aviones, nos cubrimos con la camisa. . . . Seguimos trabajando. . . . Podemos oler los pesticidas."117 Tres niños que trabajaban en empacadoras y dos que trabajaban en los campos también señalaron que sus jefes les dieron máscaras cuando comenzó la fumigación aérea pero esperaban de ellos que continuaran trabajando.118 Eduardo Martínez, trabajador de Balao Chico desde los trece años y que en el momento de entrevistarle contaba catorce años de edad, indicó, sin embargo, que ni él ni nadie se ponía la máscara que le daba el jefe.119

Muchos de los trabajadores de las empacadoras dijeron estar protegidos del producto fumigado por el tejado de la planta. No obstante, las empacadoras son estructuras abiertas con suelo de cemento o tierra, un tejado apoyado en postes y sin paredes. Varios niños comentaron-y no se equivocaban-que aún estando ellos bajo techo, el fungicida podía ser transportado por el aire al interior de las plantas. Armando Heredia, un trabajador de once años de la plantación San Miguel, en el cantón de Naranjal, explicó, "El avión sólo pasa por la bananera, [pero] nos llega [el líquido] con el viento. Nos tapamos con [la] camisa cuando llega el líquido."120 La U.S. EPA denomina a este efecto spray drift e indica que "cuando las soluciones de pesticidas se pulverizan . . . con aviones, se producen gotas. . . . Muchas de esas gotas pueden ser tan pequeñas que quedan suspendidas en el aire y las corrientes las transportan."121

Trabajo con herramientas peligrosas

Cortas la piola con el curvo. . . . Pones la piola en una bolsa colgada de una garrucha. . . . Ponen la garrucha en el cable. . . . Me cayó la garrucha en la cabeza. . . . Estaba floja y salió. Salió sangre y me dieron puntos. . . . Tenía diez años.

-Fabiola Cardozo, describiendo su trabajo en 1999 en San Alejandro, del grupo de plantaciones Las Fincas.122

Los niños relataron el uso de cuchillos afilados, machetes y curvos, herramientas de hoja corta y ancha en forma de media luna y mango de madera. Quince niños aseguraron manejar curvos, cinco machetes, y uno dijo usar un cuchillo afilado para cortar de las plantas las hojas amarillas. Los niños enumeraron los usos de los curvos: cortar piola, el plástico grueso que se utiliza para estabilizar las plantas de banano atando unas a otras; desmanar, es decir, desprender las manos de los racimos; formar grupos pequeños de bananos; cortar la cinta de código de color que rodea las plantas para señalar el grado de desarrollo de los bananos; cortar las fundas de plástico que cubren las plantas; y cortar los protectores, el plástico entretejido entre los bananos para evitar que se dañen entre sí. También explicaron que con los machetes rozaban el monte y cortaban piola y las hojas amarillentas de las plantas de banano.

Doce de los muchachos aseguraron a Human Rights Watch haberse cortado alguna vez con estas herramientas. Cristóbal Álvarez declaró que en 2001, a los doce años, trabajaba en Frutos Bellos, C.A., conocida como "La María," en el cantón de Balao, y que "una vez me corté. Lo aguanté. No le dije nada a nadie. Le puse jugo de guineo, y ya no había sangre."123 Leonardo Chamorro, un muchacho de trece años, se explicó de forma similar, "Me he cortado dos veces en San José [del grupo Las Fincas]. Tenía doce años. Le dije al jefe que me corté, y me mandó a casa. Había mucha sangre. Mi mamá me curó."124 Pedro Sandoval también describió un corte cuando tenía trece años: "Me corté con un curvo en el Porvenir. Estaba ayudando a desmanar." Agregó, "Me quedó así," y mostró a Human Rights Watch una herida mal cicatrizada. 125 Carla Chamorro, de once años, aseguró también, "Me corté aprendiendo a desmanar. . . . Tenía diez años. . . . Estaba trabajando en Las Fincas."126

Transporte de cargas pesadas

Cuatro muchachos declararon a Human Rights Watch que "jalaban garrucha," es decir, cargaban bananos-aproximadamente veinte racimos por viaje-desde los campos hasta la empacadora. Para jalar garrucha, el niño se ata un arnés al hombro y alrededor de la cintura y se engancha un cable que va desde su cintura hasta una polea de hierro colgada de un cable, desde donde cuelgan los racimos de bananos en ruedas de hierro. Este sistema de poleas le permite arrastrar los bananos tras de sí por el aire, a lo largo del cable, a medida que él avanza hacia la planta empacadora. Carlos Ortiz, de trece años, explicó que, cuando tenía doce, empezó a jalar garrucha en la plantación Guabital. Ortiz dijo tirar de veinte racimos de bananos cada vez y hacer ocho viajes al día, cuatro días por semana. "Pesa mucho," aseguró.127 Enrique Gallana, de catorce años, también describió que a la edad de diez empezó a jalar garrucha en la plantación Santa Clara, cargando también veinte racimos por vez, con cinco o seis trayectos diarios-de unos dos kilómetros de ida (1,25 millas)-desde los campos hasta la empacadora, y empleando en cada uno de los viajes aproximadamente una hora.128

Cuando Human Rights Watch le preguntó a Guillermo Salgueiro, funcionario del Departamento de Riesgos del Trabajo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, sobre los efectos de esta práctica en la salud y la seguridad, Salgueiro respondió que la forma adecuada de transportar bananos es utilizar un tractor mecanizado enganchado a los cables: "Lo adecuado es que lo hagan con tractor aéreo, no por piso, porque cuando esa persona lo jala . . . con el cuerpo, sufre problemas en la región lumbar."129 En consecuencia, transportar bananos mediante el procedimiento descrito por los cuatro muchachos, incluso si el mecanismo funciona con suavidad, puede provocar lesiones a los niños que acarrean la fruta. Cuando el mecanismo no funciona bien y se descuelgan cargas pesadas, se pueden producir otras lesiones graves.

Enrique Gallana relató a Human Rights Watch que, una vez, un racimo de bananos-que puede pesar entre cincuenta y cien libras-se desprendió del cable y le cayó encima, golpeándolo. Diego Rosales, un muchacho de catorce años, explicó que en tres ocasiones resultó golpeado: "Las cosas que usan para transportar los bananos, los hierros que se ponen en el cable, había uno que se cayó. Estaba mal colocado. No me di cuenta y me cayó en la cabeza. . . . Me hizo un corte y sangré."130 Carlos Ortiz describió una experiencia similar. Dijo que cuando tenía once años, una de las ruedas del cable le cayó en la cabeza: "Se me partió la cabeza; salía sangre. Fui a casa, [pero] no fui a ver al médico. Le avisé [a mi jefe], y me dio permiso para ir a casa."131


CAPÍTULO III (A CONTINUACIÓN)

44 Entrevista telefónica de Human Rights Watch con Ángela Mirtans Oliveira, estadística jefe, SIMPOC, Ginebra, 1 de octubre de 2001.

45 Mauricio García, El trabajo y la educación de los niños y de los adolescentes en el Ecuador (Quito: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 1997), pp. 30-31, citando al Servicio Ecuatoriano de Capacitación (SECAP), Encuesta de Condiciones de Vida, 1994.

46 Ibíd., pp. 10, 34

47 Instituto Nacional del Niño y la Familia; Sistema de Indicadores Sociales sobre los Niños, Niñas y Adolescentes; Secretaría de Estado de Desarrollo Humano; Instituto Nacional de Estadísticas y Censos; Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador, Los niños y las niñas del Ecuador (Quito: Ediciones Abya-Yala, 1999), p.41.

48 Entrevista de Human Rights Watch con Bobby Flores, Naranjal, 12 de mayo de 2001. Según numerosos trabajadores, Balao Chico produce principalmente para Dole. Un niño, Guillermo Guerrero, aseguró que en ocasiones vio la etiqueta de Reybanpac en los bananos producidos en Balao Chico; tres niños, Guerrero, Renato Bermúdez y Teresa Rivera, y una adulta, Nora Ramírez, mencionaron haber visto ocasionalmente la etiqueta de Del Monte; dos niños, Guerrero y Bermúdez, dijeron haber visto la etiqueta de marca de la empresa Noboa, Bonita; y Rivera dijo haber visto ocasionalmente la etiqueta de Chiquita en los bananos producidos en Balao Chico. Entrevista de Human Rights Watch con Julio Gutiérrez, Guayaquil, 10 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Guillermo Guerrero, Naranjal, 12 de mayo de 2000; entrevista de Human Rights Watch con Renato Bermúdez, Naranjal, 12 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Teresa Rivera, Naranjal, 20 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Nora Ramírez, Naranjal, 20 de mayo de 2001. Chiquita, sin embargo, negó haber comprado bananos a Balao Chico entre 1995 y finales de junio 2001. Carta de Jeffrey Zalla a Human Rights Watch, 28 de agosto de 2001.

49 Recomendación de la OIT sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación (Recomendación sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil) (OIT No. R190), 17 de junio de 1999, Artículo 3(e).

50 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, A.G. Res. 2200A (XXI), 21 O.N.U. GAOR Supp. (No. 16) en 52, O.N.U. Doc. A/6316, 999 U.N.T.S. 171, 16 de diciembre de 1966, Artículo 24(1). El PIDCP fue ratificado por Ecuador el 6 de marzo 1969.

51 Convención de los Derechos del Niño, Artículos 1, 32(1). Ecuador ratificó la Convención de los Derechos del Niño el 23 de marzo de 1990.

52 Ibíd., Artículo 4.

53 Convenio de la OIT sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación (OIT No. 182), 38 I.L.M. 1207, 17 de junio de 1999, Artículo 3(d). Ecuador ratificó el Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil el 19 de septiembre de 2000.

54 Ibíd., Artículo 1.

55 Ibíd., Artículo 4(1).

56 Recomendación sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, Artículo 3.

57 Convenio sobre la Edad Mínima (OIT No. 138), 26 de junio de 1973, Artículo 2(3). El Convenio sobre la Edad Mínima fue ratificado por Ecuador el 19 de septiembre de 2000.

58 Ibíd., Artículo 2(4).

59 Entrevista de Human Rights Watch con Marcos Santos, Naranjal, 12 de mayo de 2001.

60 U.S. EPA. (agosto de 1999). Protecting Children from Pesticides. [Online]. http://www.epa.gov/pesticides/citizens/kidpesticide.htrm [31 de julio de 2001].

61 NRDC, Our Children at Risk: The 5 Worst Environmental Threats to Their Health (Nueva York: NRDC, 1997), capítulo 2.

62 NRDC, Trouble on the Farm: Growing Up with Pesticides in Agricultural Communities (Nueva York: NRDC, 1998), capítulo 2.

63 OMS, Clasificación de Pesticidas Recomendada por la OMS según el Riesgo y Guía para la Clasificación 2000-02 (Ginebra: OMS, 2001), OMS/PCS/01.5, pp. 2, 21, 22, 53. En función de su formulación pueden ser, sin embargo, "ligeramente tóxicos." Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Diazinon. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [31 de julio de 2001]; Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Chlorpyrifos. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [31 de julio de 2001]. Las publicaciones de Extension Toxicology Network las produce el Pesticide Information Project of Cooperative Extension Offices de las universidades de Cornell, Michigan State, Oregon State y California en Davis. Muchos de los fondos provienen del USDA/Extension Service/National Agricultural Pesticide Impact Assessment Program.

64 FAO, Guía sobre la acumulación, el almacenamiento y la eliminación de pesticidas caducados. (Roma: FAO, 1999), capítulo 2.

65 U.S. EPA, Office of Pesticide Programs. (11 de julio de 2001). Restricted Use Products Report: Six Month Summary List. [Online]. http://www.epa.gov/oppmsd1/ RestProd/rup6mols.htm [31 de julio de 2001]. La clasificación de "uso restringido" supone que el producto o su uso queda restringido a los aplicadores de pesticidas certificados o al empleo bajo la directa supervisión de un aplicador certificado. U.S. EPA, Office of Pesticide Programs. (11 de julio de 2001). Restricted Use Products (RUP) Report. [Online]. http://www.epa.gov/RestProd/ [4 de septiembre de 2001].

66 U.S. EPA, Office of Pesticide Programas. (junio de 2000). Chlorpyrifos Revised Risk Assessment and Agreement with Registrants. [Online]. http://www.epa.gov/pesticdes [31 de julio de 2001]. El acuerdo también trataba de "mitigar los riesgos de los trabajadores," al requerir a los registradores de cloropirifos que recomendaran dosis de aplicación menores, frecuencias de tratamiento más bajas y períodos más amplios entre dos aplicaciones consecutivas.

67 CNN. (5 diciembre de 2000). EPA phasing out popular ant and roach poison. [Online]. http://www.cnn.com/200/NATURE/12/05 [August 4, 2001].

68 Helios Health. (13 de junio de 2000). Government Restricts Use of Popular Pesticide. [Online]. http://www.helioshealth.com/cgi-bin/news [4 de agosto de 2001]; CNN. (5 de diciembre de 2000). EPA phasing out popular ant and roach poison. [Online]; Andrew C. Revkin, "E.P.A. Sharply Curtails the Use of a Common Insecticide," New York Times, 9 de junio de 2000.

69 NRDC, Trouble on the Farm . . . , capítulo 1, glosario de términos; J. Routt Reigart, M.D. y James R. Roberts, M.D., M.P.H. (1999). Reconocimiento y manejo de los envenenamientos por pesticidas. [Online]. http://www.epa.gov/pesticides/safety/ healthcare [4 de agosto de 2001], p. 34.

70 NRDC, Trouble on the Farm . . . , capítulo 1; Reigart y Roberts, Reconocimiento y manejo de los envenenamientos por pesticidas. [Online]. . . . , p. 38; Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Diazinon. [Online].

71 Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Chlorpyrifos. [Online].

72 Center for Children's Health and the Environment. (2000). The Pesticide Chlorpyrifos: A Threat to Children. [Online]. http://www.childenvironment.org/factsheets/ chlorpyrifos.htm [17 de julio de 2001].

73 Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Chlorpyrifos. [Online].

74 Ibíd.

75 Entrevista de Human Rights Watch con Guillermo Guerrero.

76 Ibíd.

77 Entrevista de Human Rights Watch con Carlos Ortiz, Naranjal, 12 de mayo de 2000. Según dijo a Human Rights Watch Ortiz, empleado en Santa Carla en 2000, esta productora vendía de forma esporádica a Del Monte, Noboa y Chiquita. En una carta dirigida a Human Rights Watch, Chiquita aseguró, sin embargo, que sólo adquirió bananos de Santa Carla en 1999, y no en 2000. Carta de Jeffrey Zalla a Human Rights Watch, 28 de agosto de 2001. Un niño, Nicolas Bordón, declaró a Human Rights Watch que Guabital también vendía esporádicamente a Del Monte, Noboa y Chiquita, mientras que otro niño, Marcos Santos, recordó haber visto etiquetas de Del Monte y Chiquita en los bananos de Guabital. Entrevista de Human Rights Watch con Nicolas Bordón, Naranjal, 12 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Marcos Santos. Chiquita negó haber comprado bananos en Guabital entre 1995 y finales de junio de 2001. Carta de Jeffrey Zalla a Human Rights Watch, 28 de agosto de 2001.

78 Entrevista de Human Rights Watch con Daniel Ríos, Naranjal, 12 de mayo de 2001.

79 Entrevista de Human Rights Watch con Gregorio Bonilla, Naranjal, 12 de mayo de 2001. Según Julio Gutiérrez, trabajador bananero retirado, Predio Rústico La Rural, C.A., produce principalmente para Dole, aunque a veces también vendía sus frutos a Chiquita. Entrevista de Human Rights Watch con Julio Gutiérrez, Naranjal, 19 de mayo de 2001. Chiquita negó haber comprado bananos a Predio Rústico La Rural, C.A., entre 1995 y finales de junio de 2001. Carta de Jeffrey Zalla a Human Rights Watch, 28 de agosto de 2001.

80 Entrevista de Human Rights Watch con Carlos Ortiz.

81 Entrevista de Human Rights Watch con Marta Mendoza, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Marta Mendoza, Balao, 26 de mayo de 2001. Human Rights Watch vio y fotografió la gran señal indicadora de Dole, en la que se lee "Las Fincas" bajo el logotipo de Dole, colocada afuera del grupo de plantaciones Las Fincas. Este cartel sugiere que las cuatro plantaciones que componen el grupo Las Fincas producen principalmente para Dole. Cinco niños declararon también que, además de las etiquetas de Dole, en ocasiones habían visto las de Del Monte en los bananos. Entrevista de Human Rights Watch con Marta Mendoza, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Violeta Chamorro, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con José Luis Chamorro, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Carla Chamorro, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Renato Rodríguez, Balao, 19 de mayo de 2001. Tres niños y un adulto también dijeron que a veces habían visto etiquetas de Chiquita en los bananos de Las Fincas. Entrevista de Human Rights Watch con Leonardo Chamorro, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Renato Rodríguez; entrevista de Human Rights Watch con Violeta Chamorro; entrevista de Human Rights Watch con Rina Castro, Naranjal, 20 de mayo de 2001. Chiquita, sin embargo, negó haber comprado bananos de ninguna de las plantaciones de Las Fincas entre 1995 y finales de junio de 2001. Carta de Jeffrey Zalla a Human Rights Watch, 28 de agosto de 2001.

82 OMS, Clasificación de Pesticidas Recomendada por la OMS . . . , pp. 20, 55.

83 Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Imazalil. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [31 de julio de 2001].

84 Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas. (1996). Copyright Notice and Disclaimers for IPCS INCHEM on the Web. [Online]. http://www.inchem.org/disclaim.htm [4 de agosto de 2001].

85 Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas. (1993). Imazalil. [Online]. http://www.inchem.org/documents/icsc/icsc/eics1303.htm [4 de agosto de 2001].

86 Etiqueta Comercial. (2 de junio de 1986). Fungaflor. [Online]. http://oaspub.epa.gov/ pestlabl [9 de agosto de 2001].

87 OMS, Clasificación de Pesticidas Recomendada por la OMS . . . , pp. 36, 58. Sin embargo, Extension Toxicology Network clasifica el tiabendazol como "ligeramente tóxico" por lo que debe llevar la advertencia "precaución" en la etiqueta. Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Thiabendazole. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [31 de julio de 2001].

88 Departamento del Trabajo de Estados Unidos, Administración de Seguridad y Salud Ocupacional. (27 de noviembre de 2000). Chemical Sampling Information: Thiabendazole. [Online]. http://www.osha-slc.gov/dts/chemicalsampling/data/ CH_271570.htm [31 de julio de 2001]; véase también Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Thiabendazole. [Online].

89 Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Thiabendazole. [Online].

90 Etiqueta Comercial. (30 de diciembre de 1998). Mertect. [Online]. http://oaspub.epa.gov/pestlabl [9 de agosto de 2001]; Etiqueta Comercial. (7 de agosto de 1998). Mertect. [Online]. http://oaspub.epa.gov/pestlabl [9 de agosto de 2001]; Etiqueta Comercial, Mertect. (30 de octubre de 1998). [Online]. http://oaspub.epa.gov/pestlabl [9 de agosto de 2001]; Etiqueta Comercial. (27 de julio de 1999). Mertect. [Online]. http://oaspub.epa.gov/pestlabl [9 de agosto de 2001].

91 Entrevista de Human Rights Watch con Juanita Chamorro, Balao, 19 de mayo de 2001.

92 Entrevista de Human Rights Watch con Humberto Rojas, Naranjal, 12 de mayo de 2001.

93 Entrevista de Human Rights Watch con Armando Heredia, Naranjal, 6 de mayo de 2001. Cuatro niños que trabajaban en San Miguel dijeron a Human Rights Watch haber visto a menudo etiquetas de Del Monte en los bananos de la plantación. Uno añadió, sin embargo, haber visto también alguna vez etiquetas de Noboa. Ibíd.; entrevista de Human Rights Watch con José Santana, Naranjal, 26 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Simón Crúz, Naranjal, 26 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Pablo Castillo, Naranjal, 26 de mayo de 2001.

94 Entrevista de Human Rights Watch con Ricardo Leiva, Balao, 19 de mayo de 2001. Leiva comentó a Human Rights Watch que también aplicó pesticidas en la empacadora de San Gabriel, una de las plantaciones del grupo Las Fincas, donde tampoco le dieron equipo de protección. Los trabajadores indicaron a Human Rights Watch que "Paladines" produce principalmente para Noboa, y Leiva también declaró que a veces había etiquetas de Dole en los bananos. Ibíd.; entrevista de Human Rights Watch con Timoteo Espinoza, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Julio Gutiérrez, Naranjal, 26 de mayo de 2001. "Paladines" es el nombre que los trabajadores han dado a esta finca; ninguna de las personas con las que habló Human Rights Watch conocía su nombre oficial.

95 Entrevista de Human Rights Watch con Ricardo Leiva, Balao, 26 de mayo de 2001.

96 Entrevista de Human Rights Watch con Teresa Rivera.

97 Entrevista de Human Rights Watch con Marcos Santos.

98 OMS, Clasificación de Pesticidas Recomendada por la OMS . . . , pp. 24, 31, 34, 52, 56-58.

99 Penn State Pesticide Education Office. (Sin fechar). EPA Worker Protection Standard for Agricultural Pesticides. [Online]. http://www.pested.psu.edu/act12.htm [4 de agosto de 2001]; 2002 Midwest Commercial Small Fruit & Grape Spray Guide. [Online]. http://www.hort.purdue.edu/hort/ext/sfg/default.htm [4 de febrero de 2002].

100 Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Mancozeb. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [31 de julio de 2001]; véase también Information Ventures, Inc., para USDA, Forest Service. (noviembre de 1995). Mancozeb Fact Sheet. [Online]. http://infoventures.com/e-hlth/pesticide/ mancozeb.htm [3 de agosto de 2001]; Reigart y Roberts, Reconocimiento y manejo de los envenenamientos por pesticidas. [Online]. . . . , p. 144; Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas. (1993). Mancozeb. [Online]. http://www.inchem.org/documents/icsc/icsc/eics0754.htm [4 de agosto de 2001].

101 2002 Commercial Small Fruit & Grape Spray Guide. [Online]; Etiqueta Comercial. (9 de octubre de 1998). Benlate. [Online]. http://oaspub.epa.gov/pestlabl [9 de agosto de 2001].

102 Pesticide Action Network. (marzo de 2001). Azoxystrobin. [Online]. http://www.pan-uk.org/pestnews/actives/azoxystr.htm [3 de agosto de 2001]; Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas. (1993). Benomyl. [Online]. http://www.inchem.org/documents/icsc/icsc/eics0382.htm [4 de agosto de 2001].

103 Extension Toxicology Network. (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Benomyl. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [3 de agosto de 2001]. La clasificación de la U.S. EPA como posible carcinógeno humano implica evidencias limitadas de su capacidad carcinógena en ausencia de datos humanos. Extension Toxicology Network. (31 de agosto de 1992). Benomyl (Benlate) NAPIAP Profile on Benomyl 8/92. [Online]. http://www.pmep.cce.cornell.edu/profiles [4 de agosto de 2001].

104 Matthew Knowles, "DuPont ditches chemical linked to birth defects," Associated Newspapers Ltd., 22 de abril de 2001; Jan Hollingsworth, "Suits shed light on DuPont's Benlate," Tampa Tribune, 25 de febrero de 2001; Lois Watson, "Blake talks up future as court battle looms," Independent Newspapers Ltd., 16 de agosto de 2001.

105 DuPont Daily News. (19 de abril de 2001). DuPont Statement: DuPont to Phase Out Sale of Benlate. [Online]. http://www.dupont.com/corp/news/releases/2001/ nr04_19_01.html [4 de agosto de 2001].

106 Entrevista telefónica de Human Rights Watch con Linda Arrington, mediadora en la División de Registros, Oficina de Programas de Pesticidas, U.S. EPA, Washington, DC, 21 de septiembre de 2001.

107 Dr. A. Michael Warhurst, químico medioambiental, Friends of the Earth. (julio de 2000). Pesticides. [Online]. http://website.lineone.net/~mwarhurst/pesticides.htm [3 de agosto de 2001], citando a ENDS 1999, "Industry Glimpses New Challenges as Endocrine Science Advances," ENDS Report 290 (1999), pp. 26-30; Pesticide Action Network. (Sin fechar). Tridemorph Fact Sheet. [Online]. http://www.gn.apc.org/ pesticidestrust/aifacts/tridemor.htm [3 de agosto de 2001].

108 Pesticide Action Network Pesticide Database. (21 de mayo de 2001). Endocrine disrupters. [Online]. http://www.pesticideinfo.org/documentation3/ref_toxicity5.htm [3 de agosto de 2001].

109 Information Ventures, Inc., para USDA, Forest Service. (noviembre de 1995). Propiconazole Fact Sheet. [Online]. http://infoventures.com/e-hlth/pesticide/ propicon.htm [3 de agosto de 2001]; Pesticide Action Network. (junio de 1999). Tridemorph. [Online]. http://www.pan-uk.org/pestnews/actives/tridemor.htm [3 de agosto de 2001].

110 Information Ventures, Inc., para USDA, Forest Service. (noviembre de 1995). Propiconazole Fact Sheet. [Online]; Extension Toxicology Network (1 de marzo de 2001). Pesticide Information Profile: Propiconazole. [Online]. http://pmep.cce.cornell.edu/profiles [3 de agosto de 2001].

111 Etiqueta Comercial. (28 de febrero de 2001). Tilt. [Online]. http://oaspub.epa.gov/ pestlabl [9 de agosto de 2001]; entrevista telefónica de Human Rights Watch con Linda Arrington, U.S. EPA.

112 Entrevista de Human Rights Watch con Diego Rosales, Naranjal, 12 de mayo 2001.

113 Entrevista de Human Rights Watch con Fabiola Cardozo, Balao, 19 de mayo de 2001.

114 Entrevista de Human Rights Watch con Carolina Chamorro, Balao, 19 de mayo de 2001.

115 Entrevista de Human Rights Watch con Susana Gómez, Naranjal, 20 de mayo de 2001.

116 Entrevista de Human Rights Watch con Cristóbal Alvarez, Naranjal, 12 de mayo de 2001. Con once años, Cristóbal Alvarez trabajaba en la plantación Guabital.

117 Entrevista de Human Rights Watch con Enrique Gallana, Balao, 12 de mayo de 2001. Según Julio Gutiérrez, el trabajador del banano ya retirado con el que habló Human Rights Watch, San Carlos produce principalmente para Noboa. Gutiérrez y dos niños que trabajaban en San Carlos también mencionaron que la plantación producía esporádicamente para Dole y Del Monte. Entrevista de Human Rights Watch con Julio Gutiérrez, Naranjal, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Leonardo Chamorro; entrevista de Human Rights Watch con Carla Chamorro.

118 Entrevista de Human Rights Watch con Fabiola Cardozo; entrevista de Human Rights Watch con Marta Mendoza, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Eduardo Martínez, Naranjal, 12 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Ana López, Naranjal, 12 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Lisa Moreno, Balao, 27 de mayo de 2001. Fabiola Cardozo y Marta Mendoza trabajaban en las empacadoras de las cuatro plantaciones de Las Fincas. Eduardo Martínez y Ana López trabajaban en los campos de Balao Chico. Lisa Moreno estaba empleada en las plantas empacadoras de Colón y Pachina. Lisa Moreno y otro niño relataron a Human Rights Watch que Pachina produce principalmente para Dole, y Lisa Moreno señaló haber visto alguna vez etiquetas de Del Monte y Noboa en los bananos de la plantación. El gran cartel indicador que hay cerca de Pachina con el nombre de la hacienda bajo el logotipo de Dole, que Human Rights Watch vio y fotografió, sugiere que Pachina abastece fundamentalmente a Dole. Juan Luis Alfaro, un adulto que había trabajado en Colón seis años, y dos niños, Mateo Montoya y Lisa Moreno, dijeron a Human Rights Watch que Colón produce principalmente para Noboa. Alfaro dijo haber visto en ocasiones etiquetas de Chiquita y Dole, y Lisa Moreno señaló haber visto ocasionalmente etiquetas de Del Monte y Dole. Entrevista de Human Rights Watch con Juan Luis Alfaro, Balao, 27 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Mateo Montoya, Balao, 19 de mayo de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Lisa Moreno. Sin embargo, Chiquita negó haber comprado bananos de Colón entre 1995 y finales de junio de 2001. Carta de Jeffrey Zalla a Human Rights Watch, 28 de agosto de 2001.

119 Entrevista de Human Rights Watch con Eduardo Martínez.

120 Entrevista de Human Rights Watch con Armando Heredia.

121 U.S. EPA, Office of Pesticide Programs. (20 de febrero de 2001). Spray Drift of Pesticides. [Online]. http://www.epa.gov/pesticides/citizens/spraydrift.htm [3 de agosto de 2001].

122 Entrevista de Human Rights Watch con Fabiola Cardozo.

123 Entrevista de Human Rights Watch con Cristóbal Álvarez. Julio Gutiérrez, ex trabajador bananero entrevistado por Human Rights Watch, y Cristóbal Álvarez declararon a Human Rights Watch que Frutos Bellos, C.A., produce principalmente para Dole. Otro niño coincidió con esa afirmación, pero aseguró haber visto en ocasiones etiquetas de Noboa. Ibíd.; entrevista telefónica de Human Rights Watch con Julio Gutiérrez, Guayaquil, 5 de julio de 2001; entrevista de Human Rights Watch con Roberto Pérez, Naranjal, 12 de mayo de 2001.

124 Entrevista de Human Rights Watch con Leonardo Chamorro.

125 Entrevista de Human Rights Watch con Pedro Sandoval, Balao, 27 de mayo de 2001. Sandoval dijo a Human Rights Watch que la plantación Porvenir produce principalmente para Dole, y Human Rights Watch pudo ver y fotografiar un cartel con el logo de Dole y el nombre de Porvenir, como prueba sustancial que corrobora las palabras de Sandoval.

126 Entrevista de Human Rights Watch con Carla Chamorro.

127 Entrevista de Human Rights Watch con Carlos Ortiz.

128 Entrevista de Human Rights Watch con Enrique Gallana.

129 Entrevista de Human Rights Watch con Guillermo Salguero, ingeniero, Divisón de Riesgos del Trabajo, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Guayaquil, 17 de mayo, 2001.

130 Entrevista de Human Rights Watch con Diego Rosales.

131 Entrevista de Human Rights Watch con Carlos Ortiz.


REGRESAR AL PRINCIPIO