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EE.UU.: Es necesario desclasificar el informe de tortura

Feinstein describe los esfuerzos de la CIA para bloquear la supervisión

(Washington, DC) – El escrutinio de la Senadora de EE.UU.Dianne Feinstein sobre los esfuerzos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) para obstruir la supervisión del Congreso de EE.UU. pone de relieve la urgencia de desclasificar un informe del Senado sobre el programa de detenciones e interrogatorios secretos de la CIA, dijo hoy Human Rights Watch. El Departamento de Justicia debería investigar a fondo las denuncias de que la CIA trató de socavar la supervisión del Comité de Inteligencia del Senado, presidido por Feinstein.

“Las declaraciones de la senadora Feinstein sugieren que la CIA recurre a vías extraordinarias para obstruir la supervisión y ocultar la verdad acerca de sus abusos, no sólo ante el Senado, sino también ante el público estadounidense”, dijo Laura Pitter, investigadora principal de seguridad nacional de Human Rights Watch. “La mejor manera de abrir paso en la falta de transparencia de la CIA es que el gobierno desclasifique y publique el informe de tortura del Senado”.

El gobierno de Barack Obama debería responder públicamente a las últimas acusaciones de obstrucción de la CIA, recomendó Human Rights Watch.

Las recientes acusaciones sobre la obstrucción de la CIA a la supervisión del Senado salieron a la luz pública por primera vez el 4 de marzo de 2014. Las acusaciones fueron reveladas después de que medios de comunicación informaran que el inspector general de la CIA pidió al Departamento de Justiciaque evaluara si el organismo espió de forma inapropiada al equipo del Comité de Inteligencia. Los miembros del comité estaban investigando abusos de detenidos bajo custodia de la CIA después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. La cobertura mediática sugirió que la agencia accedió a las computadoras que estaba usando el comité, en un esfuerzo por determinar cómo los miembros del equipo obtuvieron acceso a un documento interno de la CIA. Se supone que ese documento era una revisión interna de la CIA de su programa de detención e interrogatorio que confirmaba muchos detalles del informe de la Comisión de Inteligencia y contradecía las objeciones manifestadas por la CIA al informe.

En sus observaciones del 11 de marzo de 2014, Feinstein denunció no sólo que la CIA presuntamente espió a personal del comité, sino que también habría eliminado en secreto documentos de las computadoras utilizadas por el Comité de Inteligencia como parte de su investigación.

El director de la CIA, John Brennan, respondió a Feinstein negando los cargos de que la agencia estuviera tratando de boicotear el informe del Senado y de que hubiera accedido de manera inapropiada a las computadoras del Senado. Además señaló que diferiría al Departamento de Justicia la investigación de las acusaciones.

El informe de más de 6.000 páginas de la Comisión de Inteligencia del Senado, finalizado en 2012, documenta los abusos que tuvieron lugar bajo custodia de la CIA después de los ataques del 11 de septiembre y evalúa el valor de la información recopilada. Las declaraciones del comité a los medios de comunicación señalan que el informe revela el uso de “técnicas de interrogatorio mejoradas”, muchas de las cuales consideradas como tortura. Opuesto a lo que la CIA aseguró al Congreso, al gobierno de Obama y al público, no produjo información de inteligencia valiosa. En diciembre de 2012, Feinstein se refirió al programa de la CIA y a la creación de centros de detención clandestinos como “errores terribles”.

EE.UU. todavía no ha responsabilizado a nadie por los abusos cometidos bajo el programa de detención e interrogatorios de la CIA, a pesar de la abrumadora evidencia documentada por Human Rights Watch y otros de que los detenidos fueron sometidos a torturas y otros malos tratos. La investigación penal más importante fue encabezada por el Departamento de Justicia sobre los presuntos abusos contra 101 detenidos, dos de los cuales murieron bajo custodia. Pero la investigación se cerró hace casi dos años sin que se presentaran cargos. En su respuesta a Feinstein, Brennan dijo que la agencia había “cometido errores” y que trataba de aprender de ellos, añadiendo que “hubo cosas que se le pidieron (a la agencia) que hiciera, cosas que le mandaron hacer”. Sin embargo, agregó que “incluso cuando hemos aprendido del pasado, también debemos tratar de superar el pasado”.

“Los senadores que han visto el informe del Comité de Inteligencia dicen que no sólo documenta graves abusos cometidos por la CIA, sino también los informes falsos de la agencia sobre el valor del programa”, dijo Pitter. “Si la CIA consigue bloquear incluso una contabilidad pública de estos abusos, sugiere que o bien el gobierno de Obama no puede controlar su propia agencia de inteligencia o que no quiere”.

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