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Tratado sobre mercurio: Prohibir que los niños que extraen oro usen esta sustancia

Deben incluirse en el tratado estrategias de salud pública para abordar el riesgo de toxicidad

 

(Punta del Este) – Las negociaciones para adoptar un tratado internacional que limite el uso de mercurio deberían buscar la protección de los derechos de salud de las comunidades que se dedican a la extracción de oro artesanal, señaló hoy Human Rights Watch de cara a una nueva ronda de reuniones sobre el tratado que tendrá lugar en Uruguay. Las reuniones se realizarán entre el 27 de junio y el 2 de julio de 2012, en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Se prevé que los gobiernos adoptarán el tratado a fines de 2013.

“El mercurio es una sustancia sumamente tóxica, y millones de adultos y niños mineros que trabajan en la extracción de oro artesanal en todo el mundo están expuestos a ella todos los días”, expresó Juliane Kippenberg, investigadora sénior sobre derechos del niño de Human Rights Watch. “Este tratado es de fundamental importancia para reducir las afecciones, la discapacidad y las muertes relacionadas con el mercurio. Si los gobiernos tienen verdadero interés en proteger a las poblaciones vulnerables del mercurio, deben prohibir que los niños usen esta sustancia y adoptar medidas concretas para prevenir y tratar la intoxicación por mercurio entre todas las personas que se dedican a la minería artesanal”.

La extracción de oro artesanal y en pequeña escala, que se realiza sin equipos industriales, es uno de los sectores con mayor dependencia del mercurio a nivel mundial. Al menos 13 millones de personas en todo el mundo, incluidos niños, se dedican a la extracción de oro artesanal y utilizan mercurio para extraer oro de la mena. De acuerdo con investigaciones llevadas a cabo por Human Rights Watch en Mali, habría niños pequeños, algunos incluso de 6 años, que trabajan habitualmente con mercurio y saben poco o nada sobre los efectos para la salud.

El mercurio ataca el sistema nervioso central, y puede provocar temblores y espasmos, pérdida de memoria, daño cerebral, u otros trastornos neurológicos y de la conducta. También puede dañar los riñones y los pulmones. El mercurio es especialmente nocivo para los niños y puede provocar problemas en el desarrollo y daño cerebral irreversible. Las normas internacionales de derechos humanos consideran al trabajo con sustancias y procesos peligrosos una de las peores formas de trabajo infantil.

Varios gobiernos, entre ellos Francia, el Reino Unido y Estados Unidos, están a favor del establecimiento de planes de acción de carácter voluntario para la extracción de oro artesanal. El tratado prevé que los planes de acción obligatorios, a diferencia de los de carácter voluntario, sean financiados a través un mecanismo financiero respaldado por donantes.

“Es alarmante que algunos gobiernos propongan únicamente planes de acción de carácter voluntario, y no obligatorios, para evitar que las comunidades que realizan actividades de extracción artesanal estén expuestas al mercurio”, expresó Kippenberg. “El nuevo tratado del mercurio debe exigir que se adopten planes de acción obligatorios y detallados sobre extracción de oro artesanal, a fin de reducir el uso de mercurio y abordar sus efectos nocivos”.

Si bien en la actualidad no existen alternativas simples al uso del mercurio en la extracción de oro artesanal, es posible reducir en gran medida la cantidad empleada y controlar sus efectos de manera mucho más efectiva. Los planes de acción deben contemplar medidas para introducir retortas (recipientes que captan el vapor del mercurio) y desarrollar tecnologías sin mercurio, señaló Human Rights Watch.

Las negociaciones del tratado se concentran principalmente en medidas ambientales, más que de salud pública. La versión preliminar del tratado hace hincapié en reducir la exposición al mercurio en diversas áreas, como suministro y comercio, productos y procesos, extracción de oro artesanal, emisiones y liberaciones, y desechos y almacenamiento.

Human Rights Watch instó a que también se incluyeran en el tratado medidas de salud pública rigurosas para todos los sectores de la población, no  sólo para los mineros, a fin de garantizar que los sistemas de salud nacionales tengan los recursos necesarios para brindar información sobre cómo evitar el mercurio y proveer tratamiento a quienes hayan estado expuestos a dicha sustancia.

“Si bien el tratado tiene por objeto proteger la salud pública, en la redacción actual del proyecto casi no se proponen medidas de salud pública”, señaló Kippenberg. “El borrador actual no implica ningún beneficio para quienes ya sufren de intoxicación por mercurio, ni tampoco supone un gran aporte en materia de prevención”.

Human Rights Watch exhortó a los gobiernos a exigir la incorporación de disposiciones más rigurosas sobre salud pública en el tratado para proteger el derecho a la salud. La organización reconoció como positiva la iniciativa impulsada por algunos gobiernos latinoamericanos para reforzar las disposiciones sobre salud.

Human Rights Watch señaló que los delegados que asistan a las negociaciones en Uruguay deberían ejercer presión para que se incluyan los siguientes elementos en el tratado:

  • Planes de acción nacionales obligatorios sobre extracción de oro artesanal, que contengan:
  • Una disposición que prohíba que los niños usen mercurio y estrategias para implementar tal prohibición;
  • Estrategias para limitar el uso del mercurio por parte de mujeres en edad de concebir, en especial aquellas que estén embarazadas o en etapa de lactancia;
  • Medidas de salud pública tendientes a prevenir la exposición al mercurio y a abordar los efectos del mercurio sobre la salud en las comunidades dedicadas a la extracción de oro artesanal; y
  • Medidas para reducir el uso de mercurio y las emisiones en las actividades de extracción de oro artesanal, como la introducción de retortas y tecnologías que no dependen del mercurio.
  • Estrategias de salud pública obligatorias para poblaciones afectadas por cualquier forma de uso del mercurio, como capacitación para trabajadores de la salud, recolección y supervisión de datos, protocolos médicos, pruebas en laboratorios debidamente equipados y tratamientos.
  • Un claro compromiso con lo establecido en los tratados internacionales de derechos humanos relevantes y la inclusión de referencias a tales tratados en el preámbulo. Entre estos tratados, cabe mencionar el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención sobre los Derechos del Niño y el Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil.

Testimonios de miembros de comunidades que realizan actividades de minería artesanal
“Tenemos docenas de casos de intoxicación por mercurio. [Los pacientes] se marean. Están como perdidos. Se quedan mirando la pared como si estuvieran ausentes. No se les puede hablar; no hablan ni nada. Son como zombis. Tenemos varios casos que no se recuperaron”.
- Dr. Moises Granada, director médico de Paiam Hospital, que suele atender a personas que trabajan en la extracción de oro artesanal, Paiam, Papúa Nueva Guinea, noviembre de 2010

“Una vez que el mineral se ha cribado, se pone un poco de mercurio. Entonces hay que frotar el mineral y el mercurio con las dos manos. Cuando el mercurio ha atraído el oro, se pone sobre una caja de metal y se quema. Cuando he terminado, vendo el oro a un comerciante. Lo hago todos los días. ... Sé que el mercurio es peligroso, pero no sé cómo. No uso protección.”.
- Niña de 11 años, Worognan, Kolondiéba Cercle, Mali, abril de 2011

“Trabajo en la mina. Cuido a los otros niños y acarreo minerales… [También] trabajo con mercurio. Lo mezclas en una taza y lo colocas sobre el fuego. Hago esto en la mina… Me gustaría dejar este trabajo”.
- Niño de aproximadamente 6 años, Baroya, región de Kayes, Mali, abril de 2011

 

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