Skip to main content

(Nueva York) - Los tribunales militares de Egipto han investigado o enjuiciado a por lo menos 43 niños durante el ultimo año, Human Rights Watch señaló hoy. Entre estos casos se encuentra el juicio pendiente de Ahmed Hamdy Abdel Aziz, de 16 años de edad, en relación con los disturbios futbolísticos de Port Said. Los niños enjuiciados en tribunales militares no tienen acceso a abogados y con frecuencia ni a familiares, hasta después de que las autoridades militares los han investigado y condenado. Desde que llegó al poder en febrero de 2011, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) ha remitido más de 12,000 casos de civiles para su enjuiciamiento ante tribunales militares frente a jueces militares, pese a que estos tribunales no cumplen con los estándares mínimos del debido proceso.

El Ejército egipcio debe poner fin a todas las investigaciones y enjuiciamientos de niños ante tribunales militares, señaló Human Rights Watch, y debe liberar o transferir a todos los que ya han sido condenados al sistema de justicia de menores. En particular, el Ejército debe liberar inmediatamente a Islam Harby, un joven de 16 años de edad que ha pasado casi un año en una prisión para adultos de máxima seguridad después de un juicio injusto ante un tribunal militar en marzo de 2011, señaló Human Rights Watch.

"Ya es bastante malo que el CSFA esté enjuiciando a civiles en tribunales militares, pero procesar a niños egipcios en el sistema de justicia militar es otra injusticia aún más grave", dijo Priyanka Motaparthy, investigadora de derechos del niño en Medio Oriente de Human Rights Watch. "El Ejército ha llevado a los niños ante los tribunales militares, sin ofrecerles ni siquiera las protecciones más básicas, como el acceso a abogados o a sus familiares. Peor aún, las autoridades los han maltratado durante la detención".

Human Rights Watch y el grupo activista egipcio No Military Trials for Civilians (No a los juicios militares para civiles) han documentado 43 casos de menores de edad que han sido llevados ante fiscales y jueces militares en el último año. Algunos han permanecido en prisión hasta un año, y por lo menos seis de los jóvenes afirmaron que los oficiales del Ejército o de seguridad habían abusado de ellos físicamente. Además de los niños investigados y juzgados ante tribunales militares, otros menores también han sido procesados a través del sistema de justicia penal para adultos de Egipto y tribunales de seguridad estatales, y no ante tribunales de menores como es requerido por la legislación egipcia e internacional.

El Ejército debe dar a conocer la información sobre todos los casos de civiles procesados por tribunales militares, incluidos niños, dijo Human Rights Watch. El Parlamento debe modificar el Código de Justicia Militar para no permitir a los tribunales militares enjuiciar a niños bajo ninguna circunstancia. Entre los casos examinados por Human Rights Watch, un tribunal militar condenó en abril de 2011 a Mohamed Ehab, de 17 años, a 15 años en la prisión de máxima seguridad de Tora, donde ha permanecido durante los últimos 11 meses. Ehab fue acusado de romper el toque de queda militar y atacar a los agentes de seguridad, su padre le dijo a Human Rights Watch. Ni Ehab ni Harby tuvieron acceso a abogados hasta marzo de 2012, afirmaron sus familiares.

Mohammed Sherif, también de 17 años, y un grupo de sus amigos fueron detenidos cuando en un retén militar en Arish, en su camino a una boda en julio. Sherif fue acusado de participar en un ataque contra una comisaría de policía local, de acuerdo con su padre. Los militares los llevaron a un puesto del Ejército en Ismailia, donde fueron interrogados por la fiscalía militar y detenidos durante 15 días, y luego liberados, su padre dijo a Human Rights Watch. En una entrevista grabada en video por abogados locales de derechos humanos, Sherif dijo que durante su detención los guardias lo golpearon, le propinaron descargas eléctricas en todo el cuerpo y lo quemaron con cigarrillos.

La policía militar arrestó a Mohamed Abdel Hadi, de 15 años, el 9 de marzo de 2011, cuando salía de una estación de microbús al lado de la plaza Tahrir, su hermana Hoda dijo Human Rights Watch. Adel Ramadan, un abogado, dijo a Human Rights Watch que encontró un grupo de 16 niños, entre ellos Abdel Hadi, durante su visita a la prisión militar de Hikestep el 27 de marzo de 2011. Ramadan dijo que entrevistó a otros tres niños, de 14, 15 y 16 años, quienes le dijeron que los oficiales militares los habían golpeado y propinado descargas eléctricas en prisión. En marzo de 2011, un tribunal militar condenó a Abdel Hadi a tres años de prisión, pero lo dejó en libertad dos meses después, afirmó su hermana.

Islam Harby tenía 15 años de edad el 23 de marzo de 2011, cuando la policía militar lo detuvo en una calle del barrio Moqattam de El Cairo, donde trabajaba en una panadería para mantener a su familia, su madre dijo a Human Rights Watch en febrero. Harby se había comunicado con Human Rights Watch en abril de 2011 mediante un teléfono móvil que le fue prestado por otro preso.

"Hubo una pelea en la calle y el Ejército pensó que yo y otros dos éramos delincuentes, por lo que nos arrestaron y me llevaron ante un tribunal", dijo. "No sé cuál es mi sentencia".

Oficiales militares acusaron a Harby de robo y posesión de un cuchillo, y lo llevaron a la prisión militar S28 del Cairo, dijo su madre. Su madre afirmó que fue condenado el mismo día.

La familia de Harby no había recibido ninguna noticia de su paradero o los cargos formulados en su contra, hasta una semana después de su arresto, cuando recibieron una llamada del familiar de otro detenido para informarles sobre el paradero de su hijo, dijeron. No pudieron visitarlo hasta finales de abril, cuando fue trasladado a la sección de máxima seguridad de la prisión de Tora, en un suburbio de El Cairo, donde fue recluido en una celda junto con presos adultos.

Su madre dijo que cuando lo vio a finales de abril, su rostro mostraba señales de abuso físico y un ojo hinchado.

"Sus ojos tenían contusiones y hematomas alrededor", dijo. "Parecía muerto". Ha estado en Tora durante 10 meses, junto con presos adultos. Su familia dice que recibe poca alimentación, con sólo dos comidas pequeñas al día, así como tratamiento médico inadecuado.

"No está comiendo lo suficiente y está muy cansado, llora todo el tiempo [cuando lo visitamos]", dijo su hermana Abeer a Human Rights Watch. "Tiene un problema renal, pero el médico de la prisión sólo le dio un analgésico. Él necesita medicinas adecuadas. Tratamos de llevarle su medicamento, pero [los guardias de la prisión] no lo permitieron".

La madre de Harby agregó que solicitó a la oficina judicial militar en Salah Salem una copia de la sentencia de Islam y los documentos relativos a su caso, pero aún no los ha recibido.

"Nos enteramos de su condena cuando vimos su nombre en la lista de las visitas del guardia de la prisión. Al lado de su nombre decía siete años", dijo.

El Comité de los Derechos del Niño, el organismo de las Naciones Unidas encargado de interpretar la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), ha destacado que, "El desarrollo de los procedimientos penales en contra de niños en el sistema de justicia militar debe ser evitado". Egipto ratificó la CDN en 1990, por lo que se convirtió en uno de los primeros Estados parte de la Convención.

El artículo 37 de la Convención establece que: "La detención de un niño se llevara a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan solo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda", y "Todo niño privado de su libertad estará separado de los adultos". El artículo 37 también dice: "Todo niño privado de libertad sea tratado con humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad".

El artículo 112 de la Ley del Niño de Egipto (Ley N º 12 de 1996 de Promulgación de la Ley del Niño, en su versión modificada por la Ley N º 126 de 2008) establece que, "Los niños no pueden ser detenidos, puestos bajo custodia, o encarcelados con adultos en un mismo lugar”, y que cualquier funcionario público que "detiene, pone en custodia, o encarcela a un niño con uno o más adultos en un mismo lugar " debe ser condenado a un mínimo de tres meses de cárcel y una multa de por lo menos 1,000 libras egipcias (166 dls).

El Código de Justicia Militar de Egipto en el artículo 8 (bis) (1) permite a los tribunales militares juzgar a los menores si están acompañados por un adulto que está sujeto a la jurisdicción militar, como el personal militar o civiles en las zonas militares.

"Mientras que algunos niños han sido liberados, otros siguen en la cárcel de acuerdo a conclusiones precipitadas de estos juicios secretos", dijo Motaparthy. "Las autoridades deben luchar para corregir estos errores y tratar de reparar en algo el daño causado a las vidas de estos niños".

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Las más vistas